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Hades estuvo toda la reunión pegado a Sakura, al romperse la protección podía tocar su cabello, darle besos "fingidos" en la mejilla, quería borrarle la existencia que una vez los labios de aquel niño tocaron el rostro de su preciosa amada.

Sasuke había estado callado hasta que la pequeña reunión dio por finalizada. Los invitados se fueron uno por uno, Hades había caído bien a todos, a excepción por el menor Uchiha.

Sakura y Hades eran los últimos que quedaban despiertos, ambos charlaban y se reían por la cara que había puesto el menor.

- En verdad gracias, no creí que fueras aceptar. 

- Por qué no? No me caen bien los tipos como él, se creen la gran cosa, piensan que tienen el poder sobre otros y a todo esto cree que alguien como tú puede darle atención. - Por un momento pensó que se estaba describiendo.

- Alguien como yo? - inquirió curiosa. Hades la miró unos momentos, la luz de la luna hacia resaltar sus ojos verdes y su cabello rosado, parecía brillar bajo la enorme luna. - Hade... - no pensaba nada mas que en su belleza y los años que estuvo dormido para volver a verla, sus labios tocaron los de ella, Sakura correspondió al instante, aunque le pareciera raro, el tacto de sus labios se le hacia familiar.

Se separó al sentir una punzada horrible en su cabeza.

- Hey, estas bien? - Hades notó como sus ojos brillaron unos momentos pero luego volvieron a su verde normal. - Sakura? - Ella lo miró unos momentos, algunas lágrimas comenzaron a caer recorriendo el camino de sus mejillas hasta su mentón. - Ven aquí, tranquila - La abrazo, tratando de consolarla.

- Hades... vete, quiero estar sola - Dijo luego de separarse despacio.

- Pero estas bien? Que sucede? - Sakura solo trato de sonreír y le pidió que la siguiera hasta la puerta de entrada. - Por favor, dime algo.

- Estoy bien, solo me duele mucho la cabeza... - Hades la miró uno momentos y decidió creerle.

- Vamos a vernos estos días? - Sakura pareció dudarlo pero asintió. Hades se acercó de nuevo y la besó, la pelirosa correspondió, lo abrazó por el cuello, sintió las manos del mayor abrazarla por la cintura y pegarla más a él, profundizando aún más el beso. Se separaron con un suspiró, sabían que ambos querían más, pero Sakura tenía cosas las cuales resolver sola primero. - Esperare tu mensaje. - le dio un beso más en la frente y luego se fue.

Sakura cerró la puerta, se sentía extraña, todas esas imágenes que aparecieron en su cabeza, tenia mucho que pensar. Subio a su habitación y se tiró en la cama.

Hades está vez decidió dejarla sola, por más que quisiera vigilarla como lo hacía, entendía que necesitaba estar sola.

Imágenes iban y venían en su mente.

"Su madre cargando la en brazos, el cabello azul diciéndole "mi perséfone" con cariño en su voz."

"Un hombre, de apariencia intimidante le obligaba a comer seis semillas de granadas, en su rostro una sonrisa tétrica que le ponía la piel de gallina."

" Viviras con él, seis meses y seis meses conmigo"

" Mi reina"

"Diosa de la primavera"

" Tu padre te regalo a mi, me perteneces"

Las voces se mezclaban, intento acallarlas pero no podía, se sentía enferma, pego un grito el dolor había vuelto, más intensificado, no podía callarse, su hermano asustado entró en su habitación.

- Sa, hey ¿Que sucede? - al momento de tocar su cabeza tuvo que retirar rápidamente la mano - Estas volando de fiebre, Sa ¿Me escuchas? - su hermana seguía sosteniéndose la cabeza, no podía responderle. - Llamaré al hospital para que manden un doctor.

~°~

La tuvieron que sedar, el dolor y la fiebre estaban haciendo estragos en ella.

- Esto es por si los dolores vuelven, pero si la fiebre regresa, debería hacerse chequear, - Le entregó un paquete de pastillas - Debera comprar las demás - Kenji asintió preocupado por su hermana. - Puede que sea un cuadro gripal, pero ya sabe, debe ir hacerse ver.

- Muchas gracias doctor - Kenji lo acompañó hasta la entrada y luego le dio una pequeña inclinación.

Sakura dormía, pero en sus sueños, memorias de su primera vida aún se le presentaban. Se sentó de golpe abriendo los ojos, el verde brillaba casi transformándose en amarillo, sus ojos volvieron a cerrarse y cayó nuevamente a la cama.

~°~

Había pasado una semana desde su cumpleaños, una semana en donde Sasuke no había vuelto a molestarla y donde había comenzado a ignorar a Hades, podía verlo ahora, seguirla sigilosamente para saber que hacía, pero actuaba como si no, sus exámenes estaban acercándose más y debía concentrarse en aprobarlos.

Los días comenzaron a pasar y saber que Hades la seguía visitando a escondidas o la seguía la estaba cansado.

Un mes después de su cumpleaños, un viernes decidió tomar otro camino, dirigirse hasta una pequeña plaza, donde al llegar se sentó en la hierba, al menos estuvo dos horas sentada mirando las personas ir y venir, los niños jugar, y poco a poco se empezó a quedar sola, aunque sabía que no lo estaba.

- Sé que estás ahí, Hades, deja vigilarme. - giró un poco su cabeza para mirar detrás de ella, el Dios apareció de entre los árboles.

- Creo que...

- No soy perséfone - Hades cerró su boca formándose una línea sin expresión. - No sé porqué el dios del inframundo, cree que soy ella.

- Por qué lo eres... - Sakura negó. - Si no lo fueras no podrías verme, no sabrías quién soy en verdad, eres su reencarnación, el alma de perséfone renació en ti. - Sakura lo escuchaba atentamente.

- Entonces, solo te intereso porque crees que soy perséfone - Hades se quedó callado unos segundos. - Quiero que te quede en claro, la perséfone del que tu estás enamorado murió aquel día en que se suicidó, puede que sea la reencarnación pero no soy perséfone, soy Sakura y como yo soy la que no te interesa, puedes irte a la mierda y dejarme en paz, no quiero volver a verte.

- Pero...

- Que te vayas a la mierda, al inframundo o donde fuese, pero vete. - Hades bajo la cabeza y desapareció. - Imbecil. - La pelirosa se quedó varios minutos más, hasta que decidió irse de nuevo a su casa.

Tal vez fue dura, pero ella sí estaba empezando a tener sentimientos por el contrario aunque le parecía un poco loco y descubrir que solo se interesaba en ella por creer que era otra persona, le dolía y mucho.  

Diosa de la primavera Where stories live. Discover now