Capítulo 16. Baile de espadas

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Tienen derecho a odiarme :(


Bríxida

Las pesadillas continúan por tres noches más. Pero esta vez no tratan de ese acontecimiento de mi vida que intento borrar, sino de los días de tortura y oscuridad en las mazmorras.

He estado durmiendo en la habitación de Leah como una forma de adoctrinar a mi cerebro. Suelo mantener todo en mi cabeza si mi inconsciente sabe que alguien, específicamente Leah, está a mi lado. Así por lo menos mantengo tranquilo a Ashton. Prometí intentar ser más abierta, pero no quiero perturbar los sueños de nadie. Es consciente de que sigo teniendo pesadillas y sabe la razón del porqué me he instalado en la habitación de su hija. No le he ocultado nada, a pesar de lo que exigen mis instintos. Además, he descubierto que mi compañía le hace bien a Leah, ella dice que se siente más segura.

Intenté dormir con Ashton, pero mientras estaba en el baño tuve un ataque de pánico, él llegó a ayudarme y pasó la noche en estado de alerta cuidando mi sueño. No me lo dijo, pero tampoco hizo falta. Decidí que era demasiada carga como para seguir a su lado. Cuando estoy con Ashton no tengo pesadillas, pero si me alejo un segundo mi calma se rompe y la suya también. La culpa es grande.

Por lo menos con Leah no atravieso estas situaciones. Ella es lista, pero debido a su actual condición y que ignora muchas cosas, me resulta más sencillo ocultar lo que me sucede.

No hemos recibido la respuesta de Elioth acerca de nuestro alojamiento, sin embargo, es probable que nos traigan noticias esta tarde. El mensajero que enviamos tiene la orden de pasar por al menos cinco ciudades a entregar cartas con diferentes propósitos para no llamar la atención de la Casa Real ni darles la oportunidad de formar sospechas. Las cartas mensuales son más comunes que las semanales y, por fortuna, Ashton no hizo informes este mes.

La ciudad de Dreggon es el penúltimo destino, por lo que, si mis cálculos no fallan, el mensajero debe estar en Dreggon justo ahora.

Leah está dormitando con la cabeza sobre mi brazo. Es como un gato bebé acurrucándose contra el suave y cálido pelaje de su madre. Tiene el cabello esparcido por todos lados. Le aparto algunos mechones que se pegan en su frente. Son las tres de la tarde, su siesta antes de tomar sus clases con la institutriz dura treinta minutos. El horario de Leah no se basa solo en jugar, como yo había pensado. Ahora que ha retomado el ritmo antes de enfermar y quedar cegada, he descubierto que Ashton se toma en serio la educación de su hija.

Estudia arte, cultura, ética, matemáticas, piano e historia universal, incluyendo a los reinos aislados de la civilización lunar.

La educación habitual que reciben los niños en casa no excede de las matemáticas básicas. Los hijos de nobles son instruidos en historia y ética, pero eso es todo. Se espera que el sistema estudiantil de las escuelas se encargue de terminar su formación después de los siete años, edad límite para inscribir a los niños en una institución. Leah es educada como una noble de la Corte, con la diferencia de que ella dedica tres horas del día a sus clases, mientras que la Corte obliga a sus hijos a dedicar ocho horas diarias a aprender sobre política, historia, arte, leyes, ética, finanzas, oratoria y cultura general. 

Los príncipes llevan la peor carga. Entrenar mente y cuerpo no resume toda la presión.

Me aparto gentilmente y dejo caer su cabeza sobre la almohada. Ella se hace bolita con el edredón aferrado a su pecho y sonrío. La venda en sus ojos es como un golpe a mi estómago.

—Cuando la guerra acabe, te prometo que no habrá más dolor —susurro contra la cima de su cabeza. Beso su coronilla y abandono la pieza.

En estos días me he escabullido a las mazmorras para visitar a Tatyanna. He intentado sacarlo información, pero, debido a su complejo de bufón, no da más que un dato al azar y después continúa con su numerito. Es una completo fastidio. No sé si lo hace a propósito o es parte de su personalidad, pero agota mi paciencia. Sin contar los chistes e insinuaciones sexuales que hace cada tres minutos. Mi tío siempre ha sido un hombre serio y centrado, no entiendo cómo puso sus ojos en una mujer que tiene todas sus partes opuestas.

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⏰ Last updated: Jul 24, 2023 ⏰

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La Soberana Maldita ©Where stories live. Discover now