Izuku El Símbolo Del Mal

Capítulo 9:... y los perdí

Las ondas electromagnéticas, yendo a la estremecedora velocidad de la luz, recorren todo Japón un par de veces provocando que el cielo; por unos segundos, se llene de algunos rayos. En un bosque alejado de la ciudad de Jaku un grupo de las armas biológicas conocidas como Nomus miran en dirección de donde vinieron las ondas que, inconsciente para todos, llama a los Nomus y los atrae a su amo.
El ejercicio del rey de la maldad despega a una gran velocidad de su posición mientras que aquellos incapaces de volar corren entre los árboles mientras son observados por la mano derecha del portador de All For One y por la pareja del mismo.

Los gestos en el rostro de la mujer denotan preocupación, una ferviente preocupación por aquel que salvó su vida de un abismo de mierda en el que se había visto envuelto durante una larga parte de su vida. La mujer regresó a ocultarse a su escondite sin nada más que hacer que rezar por la vida de su amado; al mismo tiempo que todo esto pasaba en la prisión de Tártaro All For One fue despertado y lo primero qué vio fue a una mujer de cabello rubio alguien a quién el dios de los villanos reconoció al instante.

-La presidenta de la Comisión de seguridad pública, Yuki Yoshida -La mujer de cabello rubio no se ve feliz de ver al albino ante ella y sin ninguna expresión se sienta frente al hombre-

-Shigaraki ¿Verdad? Me he molestado en venir aquí para darte una noticia qué sé que te hará muy feliz -Por primera vez el villano ve a la mujer más seria que había visto sonreír con soberbia- Hasta hace una hora la ley de castigo perpetuo fue aceptada por el partido nacional demócrata japonés -Lo dicho por la mujer no dibuja ninguna expresión en el rostro del mal incluso provocando que la perpetua sonrisa del mal desaparezca-

Las maquinas que miden la actividad cerebral del villano se disparan indicando la inmensa ira que sentía el villano o al menos eso creen quienes lo monitorean ignorando que All For One en sus adentros se reía como un loco desquiciado.

-Tú ejecución se hará mañana por la tarde por lo que te mantendremos despierto hasta entonces -La mujer se levanta y da media vuelta- Disfruta tus últimas horas de vida... Shigaraki -La mujer continuó caminando y salió de la sala-

All For One se queda observando la puerta durante un par de minutos hasta que de forma muy repentina sus signos vitales comienzan a fallar y las maquinas hace tanto ruido que parece que van a explotar debido a qué el villano para evitar qué su recipiente pierda la conciencia transmitió la mitad del dolor qué le generó el ataque de Endeavor el cual lo mantuvo en un punto de inflexión; de forma igual se sorpresiva todo se estabiliza nuevamente y como si no hubiera pasado nada All For One cierra sus ojos y duerme una siesta.
...
Endeavor comienza a caer al suelo mientras lo tortura el dolor incesante de su brazo qué poco en poco se desintegra; Endeavor sabe lo qué debe de hacer pero tiene miedo de hacerlo y no tiene como, el héroe abre sus ojos observando un enorme carámbano de hielo en el cual resbala y va frenando su y caída. All For One recibe de con una mano el pilar de hielo y sin esfuerzo lo toca dejando ver un cuerpo negro de lo carbonizado que se encontraba, al mínimo contacto con el gigantesco bloque de hielo éste se comenzó a desintegrar, el Decay estaba haciendo efecto, un efecto destructivo qué se expanden a velocidades aterradoras para incluso los más rápidos.

Izuku Shigaraki levanta su, entre comillas, débil mirada en dirección a la joven Midoriya quién se quedó paralizada al ver como Endeavor fue vencido; el dios de los villanos levanta su mano y entre susurros inaudibles de los dedos de su mano derecha apéndices oscuros con lineas rojizas y agrietadas se disparan en dirección de la chica. Esta incapaz de ver el ataque continua en su estado, no obstante su amigo de la infancia y quién en algún momento de su vida no fue más que un matón se mueve, gracias a sus explosiones, a una velocidad qué incluso el consideró imposible para él llegando y empujando a la chica al mismo tiempo que las lanzas de remaches impactan en el cuerpo del chico una de ellas en su hombro derecho, la otra en su hígado, la tercera en su muslo y la cuarta perfora su pecho acercándose peligrosamente al corazón.