Noche Tranquila Drarry/Harco

Capítulo único

- Ey cara rajada - decía un rubio de ojos grises como la plata intentando llamar la atención de su novio, si aunque llevarán varios años juntos este apodo le gustaba ya que el Gryffindor se enojaba un poquito y a Malfoy le encantaba molestarlo, era su manera de coquetear a decir verdad, era muy malo pero también podía llegar a ser un romántico en algunos momentos con su león a solas sín tener miedo de lo que les dijeran, ya que aunque en el mundo mágico no hubiera homofobia si era demasiado raro ver a alguien hablando de manera civilizada sín pelas, sín insultos o sín gritos de la casas del león y la serpiente, más raro sería aún si estos salieran o bien pensarían que el mundo se va a acabar si supieran que Potter y Malfoy llevan saliendo desde hace dos años ellos empezaron a salir en su segundo año en Howart porque se le escapó al de lentes un -no estaría mal- cuando el rubio le dijo - ¿Qué tanto me ves acaso quieres besarme o qué Potter?Eh?-

- Si sabes que no me gusta que me llames por ese apodo Draco, dime algo lindo

- Bueno... Tienes un novio muy lindo Potter

- Awww graci... Va en serio? Draco! - al mencionado se le escapó una ligera risa que hizo sonrojar más a al chico de ojos verdes uno porque le causó ternura la risa de su Malfoy y dos porque había entendido tarde. - Ya es en serio dime algo bonito. No sabes que ya ni lo intentes me voy chau- dijo en camino a la puerta del salón de clases abandonado.

- Espera Harry okey perdón mí amor- En eso que lo agarra de la manga de su túnica para detenerlo pero en eso justo entro Ron y se quedó atónito al ver la escena Draco Malfoy el enemigo jurado número uno y rival de su mejor amigo, aparte de ser el chico del cual se solían reír el trío de oro cuando estaban aburridos estaba ahí enfrente suyo agarrando la manga de la túnica, pidiendo disculpas, habiendo escuchado risas desde afuera y con su amigo sonrojado esto en definitiva no era algo que se veía todos los días. Cuando ambos chicos se percataron que el pelirrojo había entrando en la sala se separaron muy rápidamente- Okey que está pasando aquí??? Harry que te hizo esa maldita serpiente? - en ese momento otro chico más se asomo era Blaise - Dray porque están tu y Potter juntos y riéndose? se los escucho desde el pasillo y por qu-

Ja estupido cara rajada ahora si me las vas a pagar dale ya vas a ver qué yo te voy a ganar y tu tendrás que reconocer que ser un sangre pura es mejor que ser un mestizo. Qué te parece asustado Potter?- en ese momento el se hecho a reír y Harry que había entendido le siguió la corriente para no ser descubierta entonces se hecho a reir- Jamás, bien pero si yo gano tu tendrás que reconocer que soy mejor que tu y harás mí tarea así que ven vamos a ver quien gana en esta pulseada -

Ambos intrusos se lo creyeron y empezaron a alentar a los chicos, Ron gritando y Blaise alentando pero sín gritar porque podría atraer a algún profesor y quitar puntos a su casa. Mientras el pelinegro y el rubio estaban felices de que se hubieran creído todo y felices de que no los hubieran descubierto, felicidad que les duro poco ya que entro el profesor Snape más que dispuesto a quitar diez puntos a Gryffindor por los gritos de Ron y suspendiendo así el juego.

Ya en la noche en los dormitorios de los leones se encontraban todos durmiendo menos uno, el cual era Harry Potter porque había quedado con Draco de encontrarse en uno de los puntos de encuentro más utilizado por ellos dos para luego tener una pequeña cita pero antes tenía que encontrarse al Slytherin quien según Harry debía estaba esperando adentro del salón de clases abandonado en el que habían estado en la mañana pero fueron encontrados por sus amigos y Snape, pero aún quedaba veinte minutos para la hora del encuentro. Ese lugar era uno de los principales lugares donde se reunían para poder estar juntos ya que estaba abandonado y casi nadie pasaba por ahí lo cual lo hacía perfecto para los dos que no querían ser descubiertos. El plan era reunirse ahí para poder ir juntos con la capa de invisibilidad para que no los cacharan, y de ahí ir a dónde el rubio quisiera puesto le tocaba decidir el lugar de la cita a él.