The sound of violence

113 22 3
                                    

Si se podía romper un teléfono móvil de encenderlo y apagarlo muy seguido, Kazutora estaba a punto de averiguarlo. Nunca había introducido el pin de su tarjeta tantas veces, pero no soportaba tener el teléfono encendido y no recibir noticias de Baji, era demasiado devastador para él. Tampoco pedía mucho, ni si quiera tenía que escribir él uno propio, podía contestarle a alguno de los muchos que le había dejado sin respuesta, a decir verdad ni siquiera tenía que llamarle o escribirle, le bastaba con que le aguantase la mirada, no sé, tres segundos, o que no pusiera cara de asco cuando se lo cruzaba por los pasillos o que tan solo le saludase en lugar de enviarle a la mierda cada vez que intentaba dirigirle la palabra. Él era más que consciente de que no había hecho las cosas bien, igual que sabía de antemano lo rencoroso que podía llegar a ser su mejor amigo. Pero nunca se había sentido tan ignorado y dolido como en los últimos días. Daba igual lo que hiciera o como lo hiciera, lo único que conseguía de Baji eran miradas y palabras de odio y repulsión.

- ¿Has probado a ir a verle? – preguntó Draken.

- Cuatro veces, no me abre la puerta.

- ¿Y hablar con su madre?

- Es inútil, ella siempre me ha odiado, que su hijo no vuelva a dirigirme la palabra es lo mejor que le podría pasar.

- ¿Y si lo intenta Chifuyu?

- Si lo intenta él mañana vendrá a clase con la nariz rota, Kei no le soporta, estoy seguro de que le odia con todas sus fuerzas y ni siquiera entiendo que le ha hecho. Es un chico adorable, bueno y divertido.

- Que te intenta separar de él. – contestó el más alto haciendo que Kazutora abriera los ojos con confusión. - ¿Qué?

- ¿Insinúas que está celoso?

- No lo insinúo, lo está. Sabes cómo ha sido Baji siempre contigo y lo posesivo que es cuando tocan las cosas que le gustan, no sé de qué te extrañas.

- Bueno, él me dijo que no lo estaba.

- ¿Qué querías que te dijera? – rompió a reír. – ¿Qué estaba celoso de tu nuevo amigo?

- Si, que me dijera al menos un motivo por el que estaba celoso, porque lo único que parecía darle rabia es que se me hubiera declarado.

- ¿Se te ha declarado? – Kazutora asintió. - ¿Y como lo has rechazado?

- Aún no lo he hecho.

- ¿Por qué no?

- Porque... - Kazutora suspiró. - ¿Por qué ese detalle os parece a todos relevante?

- No sé, Kazutora, quizá porque rechazas instantáneamente a todas las chicas que se te declaran, nunca das esperanzas.

- Porque normalmente ni si quiera se preocupan en saber sobre mí, solo se declaran porque les parezco guapo y una vez las rechazo siguen con su vida, como si nada hubiera pasado. No les gusto yo, les gusta mi físico. 

- ¿Y Chifuyu no?

Kazutora tomó aire unos segundos para evitar mandar a la mierda a Draken porque solo la insinuación que había hecho hacía que le hirviese la sangre. No, él no era como los demás y lo había descubierto en el tiempo que llevaban hablando. Para empezar, Chifuyu no había ido a declararse sin más, aún si se había acercado a él con esa intención, algo que Kazutora dudaba, no había sido lo primero que le había dicho, sino que había empezado la conversación con un tema que a él le gustaba y se había preocupado en conocer sus gustos. Pero aunque eso era un detalle importante no era lo único, el rubio había entendido perfectamente que necesitase tiempo para pensar su respuesta, no había insistido, no le había echado nada en cara y había seguido actuando como antes, habían empezado a hablar de temas distintos y poco a poco habían formado una especie de amistad en la que se llamaban todas las noches para hablar de lo que fuera. Es más, incluso le había consolado cuando Baji había empezado a actuar como un idiota con él.

Vice grip [Bajitorafuyu]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon