XII

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— ¿Te besó en su auto y luego cuando se despidieron? — preguntó Taehyung, mientras armaba un cigarro sobre su cama.

— ¡Si, y no sabes cómo besa! Es increíble, estoy seguro que cuando era pequeño practicaba besando los espejos — soltaron risas, haciendo que el pelirrojo se ahogue con el humo del cigarro. — ¿Estás bien rojito? — pregunto entre risas, rió más al ver el rostro incrédulo de Taehyung.

te ha traído muy temprano, pensé que ibas volver más tarde.

— mhm.. si, me dijo que tuvo una urgencia en su trabajo, y que por eso se tuvo que ir. Aunque me hubiera gustado pasar más tiempo con él, es perfecto estar con él. Es tan guapo.. ¡Y huele riquísimo!.

¿Estás bien en el hotel que te elegí? Si quieres puedo llevarte a otro — frunció su ceño, sentía una leve molestia al recibir la total ignorancia por parte de Taehyung al contarle algo como eso.

— si está muy bien Tae, no te preocupes, no me gusta que gastes tanto dinero en mi — Taehyung expulsó el humo, sintiendo como el sueño comenzaba a apoderarse de él.

no te preocupes, Minnie. Creo que ya iré a dormir, recuerda mañana despertar temprano y ven a casa, quiero darte algo... Te quiero mucho minnie.

awww, yo también te quiero mucho TaaTae, no sabes cuánto agradezco lo que estás haciendo por mi. Eres como mi angelito que me cuida, como el papá que nunca tuve — rió, Taehyung asintió acomodandose en su cama. — adiós TaeTae, buenas nochess.

adiós minnie, buenas noches — y cortó. Jimin sonrió acurrucándose en su cama, y Taehyung quedó mirando el techo de su habitación pensando en lo idiota que era.

Jimin veía videos de su galería, de cuando eran más pequeños con Taehyung y hacían tonterías cuando estaban juntos, recordando buenos momentos. Un nuevo mensaje apareció por su casilla de mensajes, lo abrió y solo pudo sentir un fuerte vacío en su pecho.

Hola hijo, soy mamá. Espero estés bien dónde estés, sé que lo estarás porque siempre has sido muy independiente, haciendo todo tu solito desde pequeño. Solo quiero decirte que te extraño, te extraño mucho mi niño, con tu padre no hemos dejado de buscarte. Así que porfavor, donde sea que estés, respóndeme y dime qué estás bien, porfavor. Vuelve a casa hijo, te extrañamos muchísimo, nos haces muchísima falta. Porfavor, vuelve mi amor.

Sentía como su ritmo cardíaco se aceleraba, comenzaba a respirar cada vez más rápido y los pensamientos intrusivos llegaban a su mente como misiles. Las lágrimas comenzaban a salir por las esquinas de sus pequeños ojos, sus labios comenzaban a temblar igual que todo su cuerpo.

Sintió que era una buena oportunidad para mejorar su relación con sus padres, sintió que por una vez les importaba si bienestar y que realmente hacía mucha falta, sintió esa carencia que siempre había padecido, ¿Cómo no volver como un perrito faldero detrás de ellos?.

Lloró, lloró porque por primera vez sentía que le importaba a su familia y que lo querían, era siempre lo que quiso sentir.

Aunque esté muy equivocado.

Se despertó incómodo. Su espalda y cuello dolían cuando se movía en la silla. Frunció su ceño al ser encandilado totalmente por la fuerte luz del lugar, levantándose de la silla y maldiciendo en camino al baño.

Se dió una ducha, deshaciéndose de todo malestar. Bajó y desayunó, luego fue hacia el despacho de su padre y comenzó a hacer lo que siempre hacía: ver fotos de su madre. Era como una especie de ayuda cuando estaba estresado y de mal humor como lo estaba ahora, con ellas lograba calmarse y volver en sí.

𝘱𝘢𝘱𝘪 𝘤𝘳𝘪𝘮𝘦┊KM.Where stories live. Discover now