Desde que te perdí -3-

Capitulo 32

Definitivamente esta nueva relación que tenemos es mejor en todos los niveles posibles.
Nos comunicamos, nos tocamos, nos besamos, nos decimos cuanto nos queremos.
Kevin toma decisiones, ha empezado a decir cuando quiere algo, y si alguien lo manda a hacer algo y no quiere lo discute, su rostro está lleno de sonrisas y calidez, más conmigo que con los demás, pero me parece perfecto así.
Ha descubierto un sabor de helado favorito, el limón, lo come solo o lo combina con otros para ver si descubre otro favorito.
Pasa mucho tiempo con los chicos, son como 3 adolescentes, a veces hasta se portan mal.
Han vuelto a emborracharse, y por dios que show, esta vez nos unimos y terminamos dormidos en el patio trasero, nos despertamos por que había comenzado a llover.
Le ha pedido ayuda a Sam para darle una sorpresa a su hermano. Confirmó que va a venir a la boda de Nick y Luke y que se quedara un tiempo aquí.
Sospechamos que algo le sucede por que durante este mes se mostraba reacio a venir con nosotros.
Así que ya lo descubriré cuando venga.
La boda será en 3 días, obvio que aquí y solo entre nosotros y algunas personas del pueblo que queremos.
Kevin invito al niño que esta colgado por él, si, el que atiende la heladería, no se para qué.
Yo invite a mi amiga, que hace mucho no la invitamos a la casa. Y van a asistir un pastor para celebrar en nombre de algún dios, amigo de Sam.
No sé si es ilegal en el mundo de los pastores, pero se hicieron "amigos de hierba". A Chris no le gusta nada esto, así que solo tienen unos días al mes para juntarse a meditar y fumar en la naturaleza. Nos han invitado a todos pero con Kevin preferimos la hierba para relajarnos juntos y Luke no se anima a fumarla porque le da vergüenza la posible reacción.
Los demás no la prefieren.
Adultos, pongo mis ojos en blanco.
En fin no sé que clase de pastor es, pero es bienvenido, ha pasado por la exhaustiva inspección del nerd Nickii.

Van a venir el señor Frank  y su esposa que tienen la tienda de comestibles, Marco el dueño del restaurante con su pequeña hija. Y Pat, el dueño de la pequeña constructora del pueblo que se nos pega a veces para ir tomar algo, lo conocimos cuando nos construyó la casa.
En fin, no sé que está tramando Kevin para su hermano, pero lo veo entusiasmado y yo lo voy a apoyar así decida regalarle una nave espacial, bueno no sé si eso sería posible, tendríamos que saber conducirla y quién vende naves espaciales en el pueblo? pero quien sabe, con la cantidad justa de dinero se pueden hacer muchas cosas.

Que me pasa? Una nave espacial?
Que rayos?
Me miro las manos y pestañeo, que pasa?

-Qué sucede Pedro?

Johni me pregunta sirviéndose un vaso de jugo, en la heladera

-estoy drogado

Pone los ojos en blanco
-no les parece que se están pasando ya?
Qué se les metió en la cabeza que de pronto andan fumando tanta hierba?

-no fume nada, y no lo hago todo el tiempo. No me gusta y a Kevin tampoco.

-y entonces por qué estas drogado?

-no lo sé, no es que me estoy cayendo o viendo unicornios.

-y entonces?

-quien se comió mi postre?
Dios no se puede hacer nada aquí que siempre uno, anda metiendo los dedos.

-SAM!
QUE HICISTE?

-ups
Intenta agarrar la bandeja y Johni lo frena
-Alto ahí chico
Tu hiciste esa tarta de chocolate?

Afirma con la cabeza

-y le pusiste algo?

afirma de nuevo

-y por qué, terrible genio, se te ocurrió dejarla en la mesa de la cocina DONDE TODOS ENTRAMOS, Y POR DIOS CARIÑO, todos comemos lo que hay aquí.

-ya Johni no le grites.

-era para la boda, perdón

-para la boda Sam? Para la boda? Estás loco?
Apenas comí un pedacito pequeño y me sentí drogado

-bueno perdón. Me la llevo y listo

-no te llevas nada, se terminó Sam.
Amo tu espíritu libre y natural. Pero podrías haber provocado un accidente, que alguien se intoxique. No sé. Se acabó aquí. Dile a tu amigo que ahora van a meditar todo lo que quieran pero está prohibida cualquier sustancia.
Lo digo enserio

Johni sale de la cocina con la tarta y Sam hace pucheros.

-bueno, lo siento pero jódete.
Salgo riéndome después de revolverle el cabello.

Menos mal que el trabajo que hicimos cuando volvimos de ver a Martín fue algo local y muy fácil de hacer.
Encontramos al objetivo en menos de 3 días, y lo entregamos a quien lo buscaba, no hubo más que un par de golpes y necesitamos solo unos precintos plásticos.

Amo mi trabajo pero este tiempo que hemos pasado, tan tranquilos y compartiendo tiempo familiar no lo cambio por nada. Era algo que necesitábamos, ya los chicos están recuperados y han salido adelante de sus secuestros y torturas y mi Kevin esta cada día mejor.
Soy tan feliz.
Y muero de hambre. Voy en búsqueda de mi hombre para invitarlo a cenar en el pueblo.
Ya saboreo las 2 o 3 hamburguesas que me voy a comer