Capitulo 45

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Estamos a unos minutos de encontrarnos con Irina. Llegamos a la ciudad después de casi 3 horas de carretera. No sé si fue bueno o perjudicial el tiempo de viaje porque tengo los nervios apunto de hacer estallar el auto.

Pedro maneja y trata de hacer conversación pero no le sigo el hilo de lo que habla. Imposible.

Siento que se sale de la carretera con un moviento algo brusco
-que pasó? Digo mirando para todos lados

-nada. Bájate

-que?

-que te bajes. Ahora

-okay

Abro la puerta y salgo. Y enseguida aparece a mi lado.

Me sostiene la cara con sus manos y me besa. Duro, fuerte, me muerde. Mete su lengua en mi con dominación.

Aturdido le sigo el beso y no me deja.

Separa unos centímetros su boca de la mia y me mira a los ojos.

-Kevin.
-Te calmas y te relajas porque no te voy a dejar verla.
Yo también estoy nervioso. Pero tenemos que entrar ahí lo más calmados posible. Por favor cariño. No la tenemos que asustar.

Respiro profundo y le aseguro que me voy a calmar.

Y bueno. El encuentro con la hermosa rusa fue bien.
Nos afirmó que está segura de que no lo quiere.
Que nos quedemos tranquilos.
Revisé sus chequeos clínicos, antecedentes de enfermedades no tiene, solo recuerda que su padre usaba anteojos porque no veía bien.
Trajimos papeles que firmó y nosotros también. Le dejamos copias para ella.
Le pregunté si me dejaba asistir el parto como médico y me lo permitió.
Así que tenemos que planificar una semana de estadía aquí cuando llegue la fecha de parto.

También nos dejó tocarle la barriga. Sentimos a nuestro bebé moverse. Pedro lloraba cuando sentía los movimientos, me emociona verlo así.
Nos dijo que le hicieron una ecografia nueva y que es niña.
Por dios voy a tener una niña.
En el momento que lo dice siento mis piernas temblar.
Pedro me sostiene la mano tan fuerte que es capaz de romperla y no me importa. Estoy tan feliz

El encuentro duró menos de 2 horas. Y nos llevamos papeles y copias donde está todo asegurado y "legal" todo hecho por Nick y su contacto, que es quien está encargado de las rusas y su seguridad durante un tiempo.

Decidimos pasear por la ciudad durante el resto del día y como si estuviéramos sintonizados recorrimos tiendas de ropa para bebés y muebles. Por dios cuantas cosas hay. Es una locura todo lo que podemos comprarle que siento que por cada berrinche y grito que ella haga va a recibir algo de regalo.
Es interminable la variedad de juguetes y accesorios y todo se repite, de alguna forma distinta para cada mes de vida.
Pedro también está tan alucinado como yo.

En un momento entramos en crisis.
Si. En medio de un shopping.
Cayendo en cuentas de que falta muy poco para tenerla en casa. Y todo lo que no sabemos sobre bebés.
Pero en vez de relajarnos y respirar profundo, nos metimos a todas las tiendas que pudimos y compramos.
Compramos ropa de muchos tamaños y colores, pañales, biberones y chupones. Compramos la silla de seguridad para el auto y cuando estábamos por comprar la cuna nos dimos cuenta que andamos en auto y no en camioneta. Así que gracias al universo dejamos de comprar todo lo que veíamos.
Después de comer unas hamburguesas emprendimos el viaje de regreso.

Imposible describir la cara de todos cuando empezamos a bajar las cosas  del auto. Cuando vieron que casi todo era rosa, por que sí, es inevitable, nos anunciaron que es niña y compramos todo rosado, perdón a la deconstruccion social pero quiero a mi niña rosada para siempre.
Enloquecieron, una niña en la casa. Todos estaban muy felices. Fuimos abrazados y besados por todos. Johni estaba muy emocionado. Cuando veía las pequeñas ropitas se limpiaba algunas lágrimas.
Y yo soy tan feliz.

Desde que te perdí -3-Where stories live. Discover now