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Tu esposo, Yuno, bajó las escaleras y tomó asiento en la silla frente a la mesa del comedor, sin nada que decir comenzó a desayunar.

- Buenos días...

Odiabas su falta de atención.

Yuno: buenos días.

- Ayer regresaste tarde del trabajo. ¿Ahora que sucedió? -tomaste asiento frente a él.

Yuno se molestó.

Yuno: Quieres molestarme otra vez. Hoy no tengo ánimos para soportar tus reclamos, ______.

- No son reclamos, pero siempre llegas tarde, eso ya es extraño.

Yuno: Ya te dije que se ha complicado el trabajo.

- ¿Ah si? El Miércoles me dijiste que se te había acabado la gasolina del carro. ¡Yo lo utilicé el martes en la noche porque el mío si se descompuso y al tuyo le puse lo suficiente!

Yuno: fue mas que eso, no servía del todo bien. Déjame desayunar en paz un día.

Suzumi bajó las escaleras con el uniforme escolar ya puesto. De inmediato pusiste una sonrisa y trataste de ocultar dicha discusión.

Suzumi ha entrado a 2do de secundaria, tiene 14 años.

- Ven a desayunar amor.

Suzumi se acercó con una sonrisa y cansancio en sus ojos.

Suzu: Buenos días. -dijo a ambos. Su padre acarició la cabeza de su hija para después continuar escribiendo algo en su teléfono.

El desayuno familiar fue silencioso esta vez, normalmente Suzumi hablaba sobre cosas sin sentido o cosas que le habían sucedido en la escuela, pero ahora estaba triste al parecer.

- ¿Qué tienes, Su? -ella triste dejó de jugar con la comida.

Suzumi era muy expresiva, le habías enseñado a no contenerse al demostrar sus sentimientos.

Suzu: ¿Estaban peleando? Es la quinta vez en la semana.

Yuno: No es así, sólo fue un mal entendido, a veces no controlamos la situación. -te miró.

- si... Era un mal entendido.

Tu hija continuó desayunando, ya sin tristeza ni un otro inconveniente, se sentía feliz al haber "aclarado" el problema. Yuno y tú sabían que no era así.

Ya afuera de la casa despediste a tu hija con un beso en la mejilla, Yuno la dejaría en la secundaria y después el se iría a trabajar, pero antes tu hija detuvo a Yuno de la mano y a ti también.

Suzu: ¿Por qué ya no se dan un beso cómo antes?

Esta situación era vergonzosa, los lazos entre tu y Yuno ya no eran los mismos.

Yuno: Estoy un poco enfermo, no quisiera contagiarla. Sube rápido al carro hija, llegarás tarde.

Ambos subieron y se fueron, ¿como arreglarías tu matrimonio? Yuno comenzaba a caerte mal.

Definitivamente era difícil, estabas desconfiando mucho de él.

Entraste a tu casa para continuar con unas cosas del hogar.


El camino a la secundaria era largo, desconfiabas que tu hija se viniera en transporte público, la habían acostumbrado a que siempre irían por ella a todos lados, siempre fue así, hasta ahora.

Te ibas casi 15 minutos antes de que tu hija saliera de la secundaria, pero esta vez el tráfico hizo que tardaras diez minutos más.








Indebido | Hanma x Lectora Where stories live. Discover now