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Cuando su padre regreso, SooBin ya había terminado con las actividades de aquel día. Le gustaba quedarse porque podía ayudar a su madre con más cosas; se había encargado de limpiar la casa con ella, había puesto ropa a lavar y la había ayudado a cocinar, así que pudieron descansar desde temprano.

Ya todos estaban sentados y comiendo cuando la mayor consideró que era un buen momento para burlarse de él.

— Hoy vino YeonJun a ver a nuestro hijo — empezó a decir la mujer, ganándose una mirada de reproche por parte del chico.

— ¿Enserió? — cuestionó el hombre —, ¿Por qué vino?

— Para hablar con SooBin — explicó la mayor —, pero también tuvimos tiempo para hablar juntas. Es encantadora, bonita y muy amable.

— ¿Encantadora? — preguntó su padre con duda —, ¿No se trataba de un chico?

— YeonJun nonna usa pronombres femeninos y masculinos — explicó SooBin finalmente —, aunque si es un chico.

Sus padres siempre habían sido muy abiertos en cuanto a temas similares, además de que buscaban informarse de forma correcta, por lo que aquello no pareció extrañarlos mucho.

— Sea como sea, ella se despidió dándole un beso — siguió diciendo la mujer hacia su esposo —, fue tan tierno; debiste verlos, se miran con tanto amor.

— Oh, parece que nuestro pequeño es todo un casanova — se burló el mayor mientras hacía una expresión graciosa —, pronto nos va a traer una novia.

— ¡Ella no es mi novia! — se quejó.

Bueno, si lo pensaba bien decir eso era hasta cierto punto triste, ya que considerando lo que pensaba de YeonJun era una desventaja.

— Algún día lo serán — aseguró el hombre.

SooBin se sintió atacado por ambos adultos ante aquellas palabras, no le parecía justo ser el único presente en una pelea de dos contra uno.

— ¿Cómo te fue en el trabajo, papá? — preguntó.

— Claro, cambia el tema — se burló el mayor, antes de empezar a hablar de su propio día y de llevar la charla a cosas muy alejadas de su reciente platica.

Después de comer los tres pasaron un lindo momento familiar, antes de que SooBin se fuera a dormir. El chico se recostó en su cama y suspiró encantado, aquel día sin duda había sido hermoso y lo había echo muy feliz.

Justo cuando estaba por dormir un par de mensajes llegaron a su celular, por lo que lo revisó, solo para descubrir un dulce mensaje de buenas noches por parte de YeonJun. El chico sonrió mientras contestaba y pudo irse a dormir con el pensamiento de la calidez que le hacía sentir estar con el mayor.

Cuando llegó la mañana siguiente el chico dudo un poco en ponerse la falda que había comprado, pero finalmente decidió usarla al verse al espejo con esta puesta. Sentía que lo hacía ver lindo y el pensamiento de que YeonJun también consideraba eso lo hizo sonrojarse de forma leve.

Cuando bajó, recibió la sonrisa dulce de su madre, quien estaba terminando de preparar el desayuno.

— Ese color te queda bien — aseguró la mayor —, te hace ver como un algodón de azúcar.

SooBin rió ante esto, preparando algunas cosas para poder irse a la escuela antes de que YeonJun y BeomGyu llegarán por él. En el camino hablaron con calma, caminando lento por la calle debido a que aún tenían tiempo para poder llegar.

Honestamente el chico no podía dejar de ver al mayor, quien se había puesto una bonita falda rosada con una camisa blanca, además de un muy adorable maquillaje que lo hacía ver casi como un hada.

YeonJun Nonna [SooJun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora