Class fight || 2Hwang

[🥊] 07: Muerte y prisión

El pelinegro caminaba con total calma por los solitarios pasillos del que sería su ex colegio. Aquel día era jueves, lo cual significaba que Soobin se quedaría tarde en el colegio para practicar sus clases de natación.

Todo estaba saliendo mejor de lo que esperaba.

Una vez que se encontraba fuera del salón de natación, sonrió para sí mismo, cualquiera que lo viera pensaría que sonreía como un psicópata, pero eso suele pasar cuando guardas tanto dolor dentro y un día decides sacar a flote todo ese sentimiento.

Así se sentía Hyunjin en esos momentos.

No lo dudó más y abrió la puerta entrando y cerrándola detrás suyo. A un par de metros de él se encontraba la figura de Soobin a la orilla de la piscina, dándole la espalda a Hyunjin. Desde donde estaba podía ver perfectamente la marca que la soga había dejado en el cuello del castaño.

—¿Disfrutando tus últimos momentos en el agua? Eso suena muy bien —habló Hyunjin, causando un susto en el castaño quien, con miedo, volteó a verlo.

—Aléjate de mí, Hwang —exigió Soobin apartándose de él, nadando hacia el centro de la piscina.

—¿Qué te hace pensar que voy a tener piedad de ti cuando tú nunca la tuviste conmigo? —aquello lo había dicho de una manera tan fría que había causado un escalofrío en Soobin—. Así que disfruta tus últimos minutos nadando en este tranquilo lugar, porque eso será lo último que disfrutarás y, pensándolo mejor, ¿por qué no desapareces de la vida de todos? ¿No te suena esa frase, mi querido Soobin?

El menor comenzó a sentir pánico al ver a Hyunjin agacharse cerca de la orilla de la piscina y sin previo aviso, sujetó su cabello jalándolo de éste, pero el castaño en un movimiento rápido tomó a Hyunjin y lo arrojó a la piscina junto a él.

Ambos comenzaron a forcejear, pero Hyunjin, siendo más inteligente, tomó la cabeza del castaño y comenzó a sumergirla dentro del agua, Soobin pataleaba y hacía de todo para poder respirar, pero Hyunjin comenzó a poner todas sus fuerzas en su cabeza y nuca para hacerlo ahogar.

Soobin sentía cómo le hacía falta cada vez más oxígeno, sus pulmones estaban a punto de colapsar hasta que al final no pudo soportar más y su cuerpo ya inerte quedó flotando en la piscina.

Hyunjin nadó lejos del cuerpo para ir a la orilla y subir, notando cómo su ropa estaba empapada.

No podía llegar a casa así, no sería algo normal y sus padres sospecharían, fue entonces que recordó algo que lo hizo analizar...

Sé cuidadoso, pero certero.

Ahora entendía a qué se refería su padre con ello, pero nuevamente algo tuvo que salirle mal. Pero lo hecho, hecho estaba y no había manera de reparar aquello, así que caminó fuera del aula en dirección a su casillero, ya que siempre solía tener una muda extra ahí, y se pondría esa ropa. Colocó la ropa húmeda y demás pertenencias en una bolsa de basura negra y salió del colegio rumbo a su casa.

A descansar como se lo merecía. Aquello había terminado por fin.

Sin embargo, solo era el inicio de lo que sería su verdadera pesadilla.

Después de que se supo de la muerte de Soobin comenzaron a investigar el caso, una cosa dio a la otra y un joven confesó haber visto a Hyunjin caminar por los pasillos del colegio justo momentos antes de encontrar el cuerpo ya sin vida de Choi Soobin.

Después de tener bajo custodia a Hyunjin, se dio el veredicto de que el pelinegro era culpable de homicidio en primer grado, dándole una condena de quince años con libertad condicional, donde permanecería dos años en una correccional juvenil y luego sería trasladado a una prisión del condado.

Hyunjin, a pesar de todo, jamás aceptó haber asesinado a Choi Soobin.

Pero, dentro suyo, admitía que estaba orgulloso de lo que había hecho.