001.

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📍 Inglaterra, 2:30 pm.

2022.



Cielo llegó a la dirección del papelito que tenía en la mano, leía atenta cada palabra para evitar confusiones y comprobar que ese era el instituto, claramente no se podía perder porque tenía un cartel enorme que decía "instituto de inglés británico". Sonrió al darse cuenta de que estaba en el lugar correcto, presionó el timbre e instantáneamente abrieron las puertas, caminó hasta la recepción y no sabia como comentarle a la recepcionista que venía a su primera clase.

Apenas hizo un año desde que Cielo se mudó con su familia a la ciudad de Manchester y le costaba mucho familiarizarse con el inglés, no le entendía nada a nadie, por eso su madre decidió enviarla a un instituto.

Hola, buenas... tardes? mi nombre es Cielo y vengo a... la clase ―exclamó Cielo en un inglés bastante humilde, le daba mucha vergüenza hacer esto porque había practicado toda la noche y las palabras se le enredaron unas con otras. La recepcionista indicó que tenía que subir pero la muchacha de veinte años no estaba tan segura de haber entendido.

"Ya fue" dijo en su mente y subió la primera escalera que encontró por ahí, pudo observar como en las paredes habían pequeños carteles que tenían números y se olvidó de preguntar a la recepcionista por el número, se golpeó mentalmente pero continúo subiendo hasta que se encontró con un chico que parecía estar igual de perdido que ella.

― Dios dame fuerzas para hablar bien inglés ―susurró Cielo dudando si acercarse o no al chico pero al parecer iba decidida a hablarle― ¡Hola!

El chico se sobresaltó y miró a la castaña desconcertado, luego se giró para verificar que le estaba hablando a él. Cielo se arrepintió al instante porque nuevamente las palabras en su cabeza estaban similares a una enredadera y no podía formular ninguna palabra ante el castaño.

¿Te pasa algo? ―preguntó el chico en inglés pero con un acento raro, como ¿familiar? Cielo se quedó recalculando lo que le había dicho, quería llorar de la frustración, no le entendió nada.

― ¡Dios me estresa tanto el inglés! ―pegó un grito frustrada cerrando los ojos y apretando los puños― ¿Por qué la gente no viene con subtítulos como en las películas?

Ni siquiera esperó una respuesta del chico, se dio vuelta para caminar hasta la salida rendida en su primer día, pero una dulce voz hizo que se detuviera en seco.

― Para.. ¿hablas español? ―preguntó aquel muchacho en su idioma y acento cordobés, a Cielo le brillaron los ojos.

― ¡Amargo y retruco carajo! ―festejó más para si misma que otra cosa. El castaño la miraba queriendo aguantarse la risa, nunca había visto a alguien con tanta energía.

― Si vo' decis ―dijo el chico sonriéndole.

― Perdón te juro que no lo vuelvo a hacer ―replicó Cielo al instante, finalmente había encontrado a alguien que hable español y lo que menos quería era espantarlo―. No te das una idea del alivio que siento, estaba re pérdida a punto de cabecear una bala ¿Tenés idea dónde dan clases?

― Eh la verdad que no, estoy perdido y no le entendí un carajo a la recepcionista ―este se rasco la cabeza apenado por no haber encontrado su clase.

― ¡Ya se! hagamos así, nos mandamos de una en cualquiera de estas puertas y si no es le decimos bye.

― "¿Le decimos?" ―expresó el chico de nombre desconocido, Cielo se puso colorada al instante, no quería parecer una confianzuda.

begin again ━ julian alvarez Where stories live. Discover now