Always [1] // 𝘏𝘢𝘳𝘳𝘺 𝘗𝘰𝘵𝘵𝘦𝘳

9|La puerta trampa

Jamás recordaría como me las arregle para dar mis exámenes cuando una parte de mi esperaba a que Voldemort entrará en cualquier momento por la puerta.

Sin embargo, los días pasaban y no había duda de que Fluffy seguía vivito y colgado, detrás de la puerta cerrada con llave.

Hacia demasido calor, en especial en el aula grande, donde dábamos los exámenes escritos.

Los profesores nos habían entregado plumas nuevas, especiales, que estaban hechizada con un encantamiento anticopia.

También teníamos examenes prácticos.

El profesor Flitwick nos llamo uno a uno al aula, para ver si podíamos hacer que un ananá bailará tap encima del escritorio.

La profesora McGonagall nos observó convertir un ratón en una caja de rapé.

Sumaba puntos la belleza de las cajas, pero los restaba que tuvieran bigote.

Snape nos puso nervisos a todos, vigilandonos de cerca mientras tratamos de recordar cómo hacer una poción para olvidar.

Harry tenía un dolor impresionante en la frente, desde aquella noche en el bosque.

Lo se porque me lo contó, solo a mi.

Tal vez porque nunca habíamos visto lo que Harry si, o porque no teníamos cicatrices ardientes en la frente, pero Ron y Hermione no parecian tan preocupados por la Piedra como él.

Yo había tenido algunas pesadilla en cuanto a la Piedra. Sabía que no podía significar nada bueno.

[...]

El último examen era de Historia de la Magia.

Después de una hora respondiendo preguntas de viejos magos chiflados que habían inventado calderón que se autorrevolvían, estaríamos libres, libres durante una semana entera, hasta que recibieramos los resultados de los exámenes.

Cuando el fantasma del profesor Binns nos dijo que dejemos las plumas y enrollamos nuestro pregamino, no pude evitar alegrarme con el resto.

-Esto era muchísimo más fácil de lo que pensé -dijo Hermione, cuando los cuatro nos reunimos en el parque soleado-. No necesitaba hacer estudiado el Código de Conducta de los Hombres Lobo de 1637 o el levantamiento de Elfric el Vehemente.

A Hermione siempre le gustaba revisar los exámenes, pero Ron decía que iba a descomponerse, así que fuimos hacia el lago y nos dejamos caer bajo un árbol.

Los mellizos Weasley y Lee Jordan se dedicaban a pinchar los tentáculos de un calamar gigante que tomaba sol en los cálidos bajíos.

-¡Basta de repasos! -exclamó feliz Ron, estirándose en la hierba-. Puedes alegrarte un poco, Harry, tenemos una semana antes de enterarnos de cómo nos fue mal, no hace falta preocuparse ahora.

Harry se frotaba la frente enojado.

-¡Me gustaría saber que significa esto! -estalló enojado-. Mi cicatriz sigue doliendo, me ha sucedido antes, pero nunca tan seguido como ahora.

-Ve a cer a Madame Pomfrey -sugirió Hermione.

-Mione, el no está enfermo -hablé.

-Creo que es un avisó -dijo Harry-. Significa que se acerca el peligro...

-Harry, relájate. Hermione tiene razón: la Piedra está segura mientras Dumbledore este aquí. De todos modos, nunca tuvimos pruebas de que Snape descubriera cómo burlar a Fluffy. Casi le arrancó la pierna una vez; no va a intentarlo de nuevo. Y Neville jugará quidditch en el equipo de Inglaterra antes de que Hagrid traicione a Dumbledore.