uno.

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— necesitas trasladarte a Seúl para hacerte cargo del caso 97.— el comisario general procesaba mis palabras con tranquilidad.

— está en lo correcto.— afirmé esperando su respuesta.

— estás a cargo de un caso de emergencia aquí jeon— habló con seriedad y suspiré al saber qué quizás no me trasladaría.— pero Seúl está pasando por situaciones peores, te daré la oportunidad, pero ya sabes cómo es esto… Debes buscar a un detective tan bueno cómo tú qué solucioné este caso.— sonreí agradecido de tener su aceptación.

— Kim Namjoon se hará cargo de este caso señor kang muchas gracias por la oportunidad.— el señor kang sonrió satisfecho con mi respuesta.

— recuerda que tienes mucho potencial, no dejes que te pisoteen.— advirtió para luego levantarse de su asiento.— comenzaré los trámites para trasladarte a Seúl y que el detective Kim se haga cargo de este caso.

— gracias, de verdad muchas gracias.

— no hay nada de que agradecer, te deseo muchos éxitos con el caso 97.— fue lo último que me dijo y salió de su oficina con una gran sonrisa en el rostro.

††††††

— mi lindo hijo.— mi madre estaba así desde que llegué.— no te merecía, ella es una promiscua ingrata.

— basta madre, no hablemos de ella por favor.— rogué cansado de escuchar sobre seulgi.

— sabes que esa mujer no vale, ahora debes buscar a una muchacha tranquila, con una carrera, bondadosa…— comenzó a describir sus expectativas de “nuera perfecta”.

— no voy a conseguir mujer madre, debo enfocarme en un nuevo caso, no voy a desperdiciar mi tiempo en alguien más… No quiero saber de mujeres por un largo tiempo.— estaba cansado de tener la constante presión de mi madre en tener una nueva mujer.

— eso dices ahora, pero puedes conocer a alguien más que te haga sonreír más seguido, ahora pareces una bestia gruñendo por todo.— comentó divertida mientras cortaba algunas verduras para la ensalada.

— si estoy gruñendo es por qué hay personas que se entrometen en mi vida.— solté con seriedad y ella arrugó su entrecejo.

— ¿me parece o me has llamado entrometida?— dejó de cortar las verduras y su mirada se posó en mí, una mirada asesina.

— Yo no dije que es usted precisamente la que se entromete en mi vida, madre.— contesté tranquilamente y ella achicó los ojos.

— te conozco perfectamente, yo te traje al mundo y sé qué me has dicho entrometida, pero es por qué no quiero que acabes como tu primo yoongi, lo has visto siempre está gruñón y casi siempre está solo.

Si supieras madre…

— es su vida Y yo tengo la mía, estoy enfocado en mi trabajo madre, no hablemos más de esto.— ella suspiró profundamente y continúo cortando las verduras.— me voy a Seúl…— ni bien terminé de hablar, ya tenía a mi madre gritando.

— no irás!— gritó molesta.— ahí está el irresponsable de tu padre, ese vago no merece verte… Hijo no vayas.

— estoy a punto de hacerme cargo del caso 97 y tengo que ir a Seúl.— comuniqué, mi madre abrió sus ojos exageradamente.— solo serán semanas y sabes que papá ya hizo su vida con alguien más.

— la última vez que te hiciste cargo de un caso parecido recibimos amenazas de muerte.— estaba preocupada, pero era mi trabajo y mi madre debía entender.— no quiero verte en peligro, ese caso es arriesgado hijo.

— estaré bien madre, sé cuidarme, ya no soy un niño.— me acerqué a abrazarla.— prometo mantenerte informada de todo.

— ¿Tengo oportunidad de hacerte cambiar de opinión?.— preguntó y yo besé su frente.

— no, ya decidí hacerme cargo de ese caso, además namjoon se ve muy afectado por el tema.— comenté recordando lo preocupado y conmovido que estaba.

— es algo fuerte. Asesinan a jóvenes de aproximadamente veinte años.— mi madre suspiró preocupada.— solo un monstruo hace esto.

— aún no se sabe quién es, pero te aseguro que encontraré al culpable y lo meteré tras las rejas.— daría todo de mí para encontrar al implicado en estos asesinatos.

— solo ten cuidado, si te sucede algo me muero.— habló mientras acariciaba mis mejillas y yo solo me limité a mirarla.

— tendré cuidado.— aseguré y me acerqué a la ensalada robando un poco de esta.

— jeon! Te he dicho que no comas antes de tiempo.— tomó el tazón de ensalada y lo escondió.

— tengo hambre.— me quejé haciéndola sonreír.

Amaba tanto a mi madre.

— tú siempre tienes hambre, no sé cómo haces cuándo estás en tu departamento…— se quedó en silencio unos segundos y entonces volvió a hablar.— ¿te estás alimentando bien? No siempre puede comer en cualquier restaurante, por más caro que sea, no sabes cómo preparan realmente la comida.

— lo sé madre… a veces la esposa del señor kang nos llevaba almuerzo para ambos.— la esposa del señor kang era alguien muy buena, aunque tenía un carácter terrible cuándo se enojaba.

— no me convences.— habló aún preocupada.— es mejor contratar una sirvienta para que te haga de comer.

— no necesito que me hagan de comer, puedo hacerlo solo.— me defendí rápidamente y ella soltó una risa burlona.

— solo sabes cocinar ramen instantáneo.— me sacó en cara burlonamente.

— En mi defensa es Delicioso.— la risa de mi madre se escuchó por toda la cocina y una pequeña sonrisa apareció en mi rostro.

— debes comer más, estás muy flaco cuándo vivías aquí, estabas muy bien.— ahí estaba nuevamente tratando de convencerme de volver a casa.— no me molestaría atenderte, hijo mío, vuelve a casa, me siento muy sola.

— eso es mentira, no estás sola, las vecinas vienen a diario a pasarse chismes.— rodé los ojos y mi madre me dio un pequeño golpecito en el brazo.

— escúchame mocoso, no es pasar chismes, es mantenernos informadas.— rectificó con seriedad.

— Ajá…

— ahora no me cambies de tema, debes volver a casa, aquí no te faltará nada, yo puedo atenderte cariño.— acarició mis mejillas nuevamente.— aún eres muy pequeñ-

— tengo veintisiete años, madre, no soy un bebé, puedo cuidarme solo.— ella arrugó su entrecejo ante mis palabras, pero luego bufó.

— bien, entendí, pero la propuesta seguirá en pie.— caminó hasta la cocina.— ven ayúdame con la carne.

— si se quema algo, no es mi culpa…

Caso 97.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora