Acechando A Una Demonia. - (One Shot Camren) - (Lauren G!P.) - Parte 1.

3.4K 75 14
                                    

Desde el sofá donde estaba sentada, Camila la miraba con una intensidad que la ojiverde no podía pasar por alto por mucho tiempo que pasará, ella movía sus piernas pasando una por encima de la otra... luego se mira brevemente la camisa que lleva puesta, acomodándola por el área del pecho... dejando expuesta un poco de su fina y aterciopelada piel morena.

Pero por una extraña razón, la morena no dejaba de mirar a cierta ojiverde.

Haciendo gala de su legendaria frialdad y arrogancia, Lauren la ignora, pero de vez en cuando, la curiosidad le gana. Sin mover su cuello, separa la vista de los documentos que yacen sobre el escritorio que ahora compartía con Michelle su hermana gemela, y piensa en la mejor manera de amenazarla a Camila para que se largue de aquí, si no va a hacer algo más que observarla durante el día.

Lauren: ¿Se puede saber, qué es lo que quieres? - Pregunta, ya fastidiada. Aprieta los dientes cuando ella alza una ceja.

Camila: No me hables de ese modo caraculo. – Espeta la morena en respuesta. - Yo no soy tu puta y si lo fuese, tú no serías mi chula.

Lauren: ¿Qué? – Logra contestar una ojiverde sorprendida, pues no se esperaba semejante contestación - ¿Tú qué? – Volvió a preguntar.

La morena hace un movimiento desesperado con la cabeza y suelta un suspiro.

Camila: Olvídalo. - Refunfuña, pegando su espalda con fuerza sobre el respaldo del sofá.

Pero ella seguía mirándola, sin perderse de ningún detalle de su rostro de la ojiverde.

Y aunque Lauren jamás en su vida se había retirado de ninguna batalla que no fuese a ganar, o que todavía no quisiera ganar. Y que al final terminara perdiendo, ella nunca daba la espalda a su enemigo y mucho menos se dejaba intimidar por nadie... menos por una simple humana.

Lauren: ¿Por qué diablos me miras tanto? - Reformula su pregunta, tratando de moderar un poco su tono en esta ocasión.

Camila: Puedo mirar a donde yo quiera. - Responde con altanería en un tono un tanto sensual. - Acaso, ¿Te molesta?

Lauren: Creo que es más que obvio que sí, si no fuera así, no te lo estaría preguntando. – Estúpida, pensó y se tragó el insulto que tanto había querido soltar.

Mientras tanto la morena sonríe con burla, se levanta con la gracia de una diosa. Infla el pecho y luego suspira en su dirección.

Camila: Bien - alza los hombros inocentemente echándole una última mirada intensa a la ojiverde. - me voy para no incomodarte más.

¿Acaso esa infame mujer estaba desnudándola con los ojos?, ¿O era su imaginación? – Se estaba preguntando una muy confundida Lauren.

Camila: Hasta luego. - Murmura sonriente.

Mientras se iba de la oficina, Lauren frunce levemente el ceño al darse cuenta de que Camila iba meciendo sus caderas de una forma que jamás había visto en ella. De una manera que incitaba a verle el trasero y pensar en lo bien que debería verse sin ese pequeño short puesto.

Lauren: Pero - ¿Qué demonios?

Trata de no darle importancia a su breve charla con la morena. Trata de olvidar esa mirada tan candente en esos ojos achocolatados. Trata de no rememorar esa tentativa figura femenina alejándose de sus manos. Pero probablemente era más humana de lo que alguna vez se permitió ser.

Más tarde ella se levanta de la silla, molesta por ya no poder concentrarse en sus asuntos, y mientras sube a su habitación asignada... que para su total desgracia, se encuentra al lado de su gemela, Lauren camina por el pasillo tratando de ignorar a Michelle, qué justamente salía por la puerta de su habitación con una pereza e iba vestida solamente con sus pantalones y su brasier negro; con el cabello un tanto desordenado y una sonrisa estúpida en su cara que decía lo bien que lo había pasado anoche en su cita con Karla. Motivo por el cual había llegado a casa hace un par de horas.

Michelle: ¿Ya terminaste con tu amado papeleo hermanita? - Quiso saber su gemela luego de bostezar.

Lauren: Muérete. - Le espeta la ojiverde entrando a su alcoba, azotando la puerta.

«Seguro comió algo caducado y no aguanta el estómago» pensó Michelle, aunque muy en el fondo deseaba que fuese eso lo que irritaba a su gemela en esta ocasión y no ella en sí...

Afuera de The Palace Of Demons, Camila aguarda su teléfono celular en el bolsillo de su short, luego de mandarle un mensaje a su casero para notificarle que ya había pagado la renta del mes de su apartamento en el banco. Se acomoda su largo cabello castaño con la mano derecha, y echa un último vistazo al establecimiento que consideraba un segundo hogar.

Sonríe altanera, burlona, montándose sobre su moto, imaginando por un solo segundo cómo sería montar a esa salvaje ojiverde.

Suelta una sonrisa coqueta ante la idea que no había dejado su cabeza desde que la observó entrenando en el gimnasio con Michelle y Verónica hace ya algunos meses.

La bastarda arrogante era difícil de tratar, pero poseía un cuerpo maravilloso. Con músculos definidos, con una piel que ella se moría por saborear desde su primer sueño húmedo donde Lauren fue protagonista. ¿Cómo se verían sus afilados ojos oscurecidos por la pasión? ¿Sería fácil domarla? ¿Cómo sabrían sus labios? ¿Estará tan dotada como todas dicen? ¿Qué tan bien se movería en su interior? ¿Cuántos polvos y orgasmos lograría darle en una noche?

Camila pasaba la lengua por encima de sus labios preguntándose si esa idiota que había dejado allá adentro había captado sus intenciones. Lo dudaba mucho, con lo lenta que era, pero una vez que la cazadora ponía sus ojos sobre una demonia, esta no iba a tardar en caer... de una forma u otra.

Debido a lo bien que ahora se llevaban Michelle y su hermana, no debía matar a esa infeliz... pero nada le impedía intentar conseguir un pedazo de ella. Había algo en Lauren, además de su cuerpo, que era magnético y la calentaba como ninguna otra mujer que alguna vez haya conocido. Camila ansiaba saber si podría tentarla lo suficiente para tenerla una sola noche en su cama. Pero le fastidiaba que la estúpida tuviese una barrera que le impedía acercarse más a su cuerpo. Si tan solo le permitiese tocarle, Lauren sabría lo mucho que Camila ansiaba hacerla gritar su nombre.

Bueno, ya lo vería mañana y sería otro día.

Al menos ya había conseguido que le hablase... y que la notase. Iba avanzando bien. Solo un poco más de presión y la próxima vez que Camila saliese de TPD, Lauren saldría detrás de ella. Simplemente no podía esperar.

Continuará...

One Shots Camren - (G!P & Lésbico) (Camila Y Lauren)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora