20.

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Narra Narrador.

Un año después _____ seguia durmiendo, las lunas se turnaban para vigilar que este bien o si llegaba a despertar, todos le contaban cosas sobre sus misiones, peleas, cazerias, etc.

Puede que la rayis nisiquiera los este escuchando pero aun así las lunas no dejaban de hablarle, algunos decían cosas como extrañaban verla correr por ahi o escaparse para ir a jugar al bosque con los animales, otros decian que extrañaban verla esforzarse para ser alguien muy fuerte, aunque tambien decian que les gustaria que se volviera una luna superior cuando despertara.

Muzan tambien estaba pensando en hacer que la rayis tome un puesto entre las lunas superiores una vez que despertara, pero no sabia si aceptaria ya que sabia que a la albina no le gustaba ver a las personas sufrir, excepto criminales, en ese caso no le molesta que los maten.

Algo que todas las lunas decidieron hacer era darle algo de su sangre a la rayos para ver si despertaba más rapido, por eso cada vez que una luna tenia que cuidar de ella le daban dos o tres gotas de su sangre, claro Muzan tambien le dio algo de la suya pero solo el sabia eso.

Tambien le dejaron regalos relacionados a ellos, Daki le dejo una faja y unas medias como las suya, Gyutaro un liston para el cabello negro con el mismo diseño que las sintas de sus brazos, Douma un par de abanicos igual de afilados qie los suyos, Kokushibo unos aretes con el diseño de la luna y Akaza al no aaber que darle le consiguio una katana blanca que combinaba con el pelo de la rayis.

Pasaron otro seis meses, un año y medio desde que la albina no despertaba, esta vez le tocaba a Douma vigilarla pero habia un problema, tenian que mover la fortaleza a otro lado y para lograrlo no debe haber nadie en la fortaleza.

Por esa razon Douma tuvo que llevar a la albina a la habitación que usaba cuando se quedaba ahí.

Douma:- Listo, ahora podra dormir más comoda - dijo acomodando a la rayis en el futon de la habitación.

Muzan:- Douma, si llegas a perderla tendras que comerte a 100 hombres.

Douma:- No se preocupe Muzan-Sama, no la dejare sola.

Muzan:- Más te vale, volveré mañana por la noche.

Douma:- Bay bay Muzan-Sama - dijo despidiendose de su maestro.

Muzan se fue y Douma dejo todos los regalos de la rayis al lado del futon, asi por si despertaba los veia, luego de eso se fue a cumplir su papel como deidan.

Pero una vez que anochecio Douma salio a buscar que comer y ese fue su error, pues la albina se habia despertado sin saber quien era o que gacia ahí.

_____:- ¿Donde estoy? - dijo mirando a su alrededor.

La albina se puso de pie notando que tenia una clase de yukata blanca la cual sirve para cuando alguien se va a dormir, aunque ella no sabia eso.

_____:- ¿Que es este lugar? - se pregunto viendo toda la habitación y viendo que frente a ella habia una puerta abierta la cual daba hacia un jardin muy hermoso.

La volvio a mirar la habitación y esta vez noto todos los regalos que estaban a un ldo del futo en el que se habia despertado, los reviso y debia admitir que todos le gustaron.

Reviso lo que parecia un armario y encontro un kimono que le gusto mucho, procedio a ponercelo y para su sorpresa le quedaba bien, luego se puso las media y la faja que Daki le habia dado y se ato el el pelo con el liston negro.

Luego acomodo la katana en su cintura y guardo los abanicos en el obi, por ultimo se puso los aretes, luego de de eso salio de la habitación y cerro la puerta de esta antes de salir del templo e irse hacia el bosque.

La Hija de KibutsujiWhere stories live. Discover now