❝ Mami Nay dice que... ❞ || MiChaeng [ G!P ]

𓏲 Capítulo 17

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Las cosas no salieron como Mina quería, al día siguiente de que fue a la casa de las Son, Chaeyoung y Nayeon fueron a buscar las pertenencias de la menor a la que se convirtió en su casa. Claro que fueron cuando Mina estaba en el trabajo, de lo contrario, esta se hubiera encargado de encerrar a ambas para no dejarlas ir.

No comprendía como es que Sana fue perdonada y ella no, aunque sospechaba que Sana no había explotado como ella.

Mina por una parte se arrepentía de aquello, es la forma de ser de la menor, infantil. Pero eso también la lastimaba porque ella jamás amaría a alguien más que no sea su Chae.

Pasaron ocho meses desde que Chaeyoung se había marchado. Mina preguntaba todo el tiempo por ella a Jihyo y a Sana, Jihyo le daba una sonrisa triste y decía que estaba bien pero Sana insistía en que debía ir a verla, arreglar las cosas y seguir adelante.

La japonesa sabía que había arruinado todo, lo pudo ver en la cara de su bebé, en la forma tan madura para su actitud de dejarla ir y no quedarse con algo que le hacía mal. Por una vez en su vida, Mina deseó que la menor hiciera un berrinche por ella, que le niegue toda la verdad y que le pida que no se vaya.

Su relación estaba terminada y ya no había nada más que hacer.

En los meses que no estuvieron juntas, Mina no hacía otra cosa más que trabajar, dormir y comer poco. Sabía que si seguía así, iba a terminar de hundirse en su miseria pero poco le importaba pues su razón de felicidad ya no estaba, tampoco quería reemplazarla porque nadie iba a poder hacerlo. Ni sus amigas ni familiares la obligaron a conocer gente nueva, ya que todos sabían que, para Mina, no había persona que reemplace a su Chaeyoung.

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Mina ahora rubia con las raíces negras debido a la falta de tintura, se encontraba sentada en las mesas de una de las salas reservadas para el personal, con un café entre sus manos. Jugaba con el pequeño vaso de plástico pensando en Chaeyoung, como siempre.

Quería ir hasta su casa y pedirle perdón por todo lo que dijo, hablar con ella sobre su actitud y decirle que aunque es infantil, ella la ama. Contarle lo que pasó aquella vez que pensó que la estaba engañando, claro que Tzuyu y Sana se encargaron de hacerlo, pero quería que su bebé la escuchara de su propia boca.

La inseguridad volvió a ella, pasaron demasiados meses como para presentarse así, de la nada, y pedir perdón. Debía buscar alguna excusa para poder ver a la menor y allí la charla se daría sola. Tal vez podría visitar a su madre, espiar hasta que Chaeyoung salga del departamento y así "cruzarla" en el pasillo de camino al ascensor.

El grito de su jefa la sacó de sus pensamientos, una paciente estaba a punto de parir y la necesitaban en la sala de partos. Mientras se ponían sus trajes, guantes, gorros y barbijos, su jefa hablaba del caso.

Era un parto prematuro, harían cesárea. Mina al escuchar esto quiso llorar, como todas las veces que una mujer ingresaba. Estás situaciones le recordaban a Chaeyoung y lo emocionada que estaba por tener una familia. Bien, esto era el empujón final que necesitaba para ir y arreglar las cosas con la coreana.

Volverían a ser felices, formarían una familia y se casarían, si, ese era el plan.

Ingresó a la sala y todo el equipo esperaba al paciente pero Mina tenía la cabeza en otro lado, pensaba en su Chae, en como volvería a besarla y a abrazarla

La paciente ingresó a la sala, fue acomodada en la camilla. Mina buscaba el algodón que usarían para untar el desinfectante cuando una voz familiar la hizo detenerse.

— ¿Tzuyu?

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