Lo intente

14.8K 956 375
                                    


"El que no arriesga no gana"

Tu lo habías aplicado, te habías arriesgado contra todo pronóstico y no habías ganado.

Desde hace tiempo habías descubierto, y aceptado, que tenías sentimientos hacia el Teniente Ghost.

En un principio consideraste dejarlo pasar, quizá con el tiempo se te pasaría. No funcionó.

Cambiaste tu estrategia, una vez asimilado que eso que sentías iba en serio. Poco a poco fuiste acercándote a él, aprovechando cada oportunidad que el trabajo te daba, cada momento en la cafetería de la base, durante los entrenamientos o algún encuentro casual por los pasillos.

Si bien ese comportamiento fue bastante obvio para todos los demás, parecía que el único que seguía sin captar la situación era el mismo Ghost.

No te impedía acercarte a él pero tampoco te respondía como lo esperabas.

Llegaste a ser una buena amiga de los cocineros, y con ellos habías logrado hacerte de postres, los cuales solías entregarle personalmente. Al comienzo no los acepto, pero como no dejabas de hacerlo término simplemente por agradecer el gesto y tomarlos, aunque nunca lo viste comerlos. Asumías que lo hacía en su habitación.

Tu escuadrón estaba ahí para servir como apoyo a la Fuerza Operativa 141 cuando fuese necesario. No eran llamados a todas las misiones, pero aquella en las que sí podían participar te esforzabas al máximo para serle de utilidad y evitar a toda costa serle una carga.

No había ni una sola queja de su desempeño, ni de manera individual ni grupal. Tu escuadrón era bueno en lo que hacía.

Pensabas que tendrías una oportunidad.

Después de más de un año de estar detrás del Teniente, creías que era un buen momento para hablar con él en privado y confesarle tus sentimientos.

Te emocionaste cuando aceptó el verse a solas.

Esa noche se vieron cerca del campo de tiro, el cual ya estaba completamente solo para esa hora.

Cuando llegaste él ya estaba ahí. De pie, mirando hacia el lado contrario.

-Teniente Ghost, lamento tardar- Los nervios estaban haciendo de las suyas en ti, sentías como tus manos estaban temblando.

-No importa- Ahora su mirada estaba puesta en ti.

-Yo... no sé como debería empezar... - No podías mantener tu mirada en el

-Lo que tengas que decir, solo dilo- su voz sonó muy dura. Demasiado para tu gusto.

-... Ghost, creo que es obvio lo mucho que me gustas... pero esta noche quiero decirte que es más que eso. Todo este tiempo me ha ayudado a darme cuenta que lo que siento por ti es algo serio... Me enamore de ti...  - Soltaste al fin. Sentiste como perdías un gran peso de tus hombros.

Pero ahora venía el verdadero momento de incertidumbre.

El silencio se apoderó del ambiente. Ambos seguían ahí de pie frente al otro, observándose.

-Concéntrate en tu trabajo, soldado-

Ni siquiera fue capaz de usar tu nombre para responderte.

De tu parte no salió ninguna otra palabra. Estabas en shock procesando su respuesta. El por su parte se veía igual que siempre.

Estabas a punto de llorar, las lágrimas estaban amenazando con salir y no querías hacer eso frente a él.

Retrocediste unos pasos para luego darle la espalda, un "Lo siento" salió de tus labios como un susurro y emprendiste la huida de ese lugar, dejándolo ahí.

Fue a partir de esa noche que las cosas cambiaron.

(ooo)

Le tomaste la palabra y cada día te dedicabas exclusivamente a lo tuyo.

Te levantabas temprano, tomabas un baño y te alistabas con tu uniforme, después había que ir a la cafetería para el desayuno y según el horario del día, acudir al entrenamiento que correspondía.

Ya no ibas detrás de Ghost.

Ya no lo buscabas para hablar.

No buscabas crear más encuentros.

Ya no había más postres de regalo ni ningún otro tipo de detalle.

Y como era de esperarse, Ghost también siguió con su rutina con toda normalidad. El cambio no parecía afectarle en lo más mínimo.

-¿Qué postre tendrás el día de hoy, Ghost? - interrogó curioso el escoces

-¿Por que a nosotros no nos dan postre?- Gaz también quería tener esos privilegios

-Ninguno- respondió secamente el hombre del pasamontañas mientras continuaba comiendo

-¿Ninguno? Ya se cumplieron dos semanas sin postres ¿Qué fue lo que paso?-

-Posiblemente la hizo enojar- Gaz no le tenía miedo a la muerte al parecer.

-¿Ahuyentaste a tu única admiradora? - Sopa estaba entre sorprendido y entristecido.

-A mi no me sorprende-

-¡Gaz! No bromees, esto es serio - dramatizó el otro.

-Es solo comida, MacTavish-

-No es por la comida, Ghost, ¿No lo entiendes? -

-¿Entender que? - cuestiono algo cansado del tema.

-Tenias a una buena chica interesada en ti, eso no pasa seguido, hermano-

-No estoy interesado en esas cosas, Johnny, ya deberías saberlo -

-Quiero sobrinos- Soap comenzó a hacer pucheros, fingiendo enojo.

-Pídeselos a Gaz o ten tus propios hijos-

-No seas tan amargado, Ghost-

-No tiene mucho caso seguir discutiéndolo Soap, Ghost está siendo Ghost- agregó el moreno quien ya había terminado su comida. 

-Que se le va a hacer- 

Los tres hombres recogieron sus bandejas de la mesa y las colocaron en su respectivo lugar para posteriormente abandonar el lugar.




Mientras tanto, tú seguías en tu mesa comiendo acompañada de tus compañeros de escuadrón.

-Ya se van... y el Teniente ni siquiera voltea hacia acá-

-No tienen porque hacerlo, ellos tienen sus propios asuntos. Si no nos necesitan, no hay motivo para hablarnos - respondiste sin dejar de comer.

-Pero _________, ¿No crees que el Teniente te extrañe? -

-Ofelia, solo estamos para ayudarles en misiones. Nada más - No querías seguir con ese tema. Aunque entendías la preocupación de tu amiga.

-Yo si pensé que ustedes terminarían juntos- suspiró decepcionada. 

-Las cosas no siempre resultan como lo esperamos, es parte de la vida-

-Lo se, pero no deja de ser triste-

-Termina tu comida de una vez, recuerda que hoy nos citaron para una reunión- Tu amiga era del tipo de romántica empedernida. Podrías jurar que ella veía tu intento amoroso como una de sus historias de amor que lee por internet.

 -¿Crees que nos den un aumento?-

-Lo dudo, lo único que siempre aumenta es el trabajo-

Con el tiempo contado, tanto tus compañeros como tú se apresuraron a dejar limpia aquella mesa para dirigirse hacia la sala de reuniones, según tenían entendido, la Jefa de Estación Kate Laswell quería hablar con ustedes. 

Last ChanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora