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Con mi dedo pinche un par de veces la mejilla de aquel pequeño ser, quien solo giro la cabeza algo confundido, después, emitió un pequeño chillido.
— ¿Donde dices que lo encontraste? - Dijo su compañero de cinta en la cabeza
Alejé mi mano del ser durante unos segundos, para luego dirigirme a Sapnap.
— De vuelta a casa, cuando estaba a punto de llegar, lo encontré chillando cerca de un arbusto, con algunos raspones.
Después de escucharme, camino lentamente hacia él, acercando su dedo.
— Hola pequeño, es un placer conocerte - Dijo sonriendo levemente.
Al tocarlo, automáticamente recibo un mordisco de la criatura.
— Creo que lo primero sería ponerle un nombre, ¿No? - Dije sonriendo un poco, al acercarme de nuevo, el pequeño se acercó a saltos, indicando felicidad.
— Que tal, ¿Agustín? - Automáticamente, una cara de disgusto se formó en la criatura.
Recogui un cuaderno y un lápiz de mi escritorio, que se encontraba algo cerca y lo dejé en la mesa, ganándole la atención de los dos sujetos.
— ¿ Que tal si lo elije el ? Será mejor que cualquier nombre que le brindemos nosotros.
Con la boca agarró el lápiz y, con una ortografía algo mala, escribio en el cuaderno algunas letras.
— ¿ "Dream" ? Me gusta suena bastante bien. - Dije con una sonrisa .
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Nueve de la mañana, Sapnap y yo teníamos un nuevo dilema con Dream.
— Que tal, ¿Comida de perro? - Dijo el, con duda en su voz.
— No creo, mira su cara de disgusto. - Dije viendo su mueca de disgusto.
Le acerqué una galleta que alcancé y se la di, con curiosidad la olió un poco y le dió un mordisco.
—Parece que está si le agrada- Dijo Sapnap, mientras Dream devoraba su comida.
Pasamos el resto de la mañana investigando un poco por internet, intentando averiguar algo más sobre el pequeño.
No pudimos encontrar nada, ni leyendas, ni mitos de algunas ciudades antiguas, absolutamente nada. Sinceramente me frustró, ¿ De donde procedía? No parecía peligroso pero, tal vez extraña a su familia y amigos.
— Me rindo, no hay nada.- Me senté en el sofá, miré al pequeño que solo giró la cabeza y salto hacia mi, posándose en mi pierna y sentándose.
Sapnap no dijo nada, solamente se sentó a mi lado. Dream se durmió poco después, plácidamente.
—Tal vez podemos conservarlo temporalmente, hasta que encontremos su hogar- Dijo el, acariciando su cabecita con el dedo.
