EXPO STARK

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Hacía un día precioso en la academia. El sol de otoño brillaba en lo alto, pero las temperaturas eran lo suficientemente frescas para que los alumnos pudieran descansar en el césped.

—¿Qué les pasa a esos dos?

Thor y Jane compartían el árbol en el que apoyaban sus espaldas mientras el resto de su cuerpo se desparramaba por el césped. Cada uno leía sus respectivos libros, aunque de vez en cuando se les podía ver coqueteando entre ellos.

—Estudian para los primeros exámenes.

—Yo a eso no le llamaría estudiar, pero sobre todo ¡falta aún un mes para que inicien!

Bruce dedicó una mueca divertida al joven arquero, acomodándose en la mesa de picnic en la que se encontraba el resto.

—¿No se te estaba dando mal la asignatura de análisis y estrategia? ¿Cuándo piensas empezar a estudiarla?

—La semana de antes como la gente normal y si no da resultado, suplicaré a Natasha por ayuda de último momento.

—¿Y qué hay de ti, Tony?

El adolescente de pelo castaño ajustaba las últimas tuercas de su nuevo estabilizador de vuelo.

—Yo no necesito estudiar. Además, prefiero gastar mi tiempo en mis propios proyectos, son mucho más interesantes.

El dispositivo robótico comenzó a echar chispas y tuvo que golpearlo contra la mesa un par de veces hasta que se detuvo.

—Muy científico.

Steve llegó con un montón de panfletos unos minutos después, con los que golpeó efusivamente la mesa.

—Comienzan las pruebas para elegir a los nuevos integrantes del equipo, ¿vas a presentarte este año, Tony?

—Solo correría para impresionar a una chica y, de momento, no me ha hecho falta.

El capitán suspiró, conseguir que su amigo entrenara con él era de sus pocas luchas perdidas.

—Al menos podréis ayudarme a repartirlos.

La conversación se interrumpió cuando una mujer, de mediana edad y con un moño pelirrojo excesivamente apretado, salió de la cafetería blandiendo una cuchara de metal.

—¡¿Quién de ustedes, futuros delincuentes, ha saboteada mi sopa?!

Thor apartó sus ojos del libro, gruñendo un nombre:

—Loki.

—Tony, ¿estás riéndote? —reprochó el capitán.

—¿Qué? No me gusta la sopa.

—Es bueno ver que las cosas vuelven a la normalidad —terminó Bruce conciliador.

***

Loki leía un libro en una de las salas vacías de música cuando el ingeniero lo encontró.

—Todo un chico de aire libre. ¿Eres alérgico al Sol?

No le respondió, pero le había visto poner los ojos en blanco así que tampoco había podido ignorarlo. Tony se sentó a su lado, ojeando su libro, una especie de diccionario traductor entre runas celtas y vikingas.

—Parece divertido —dijo sin poder disimular su sarcasmo.

—¿Qué es lo que quieres, Tony? No somos amigos.

—¿Qué? ¿amigos? ¡por supuesto que no!

Quizás Loki le resultara más interesante de lo que estaba dispuesto a admitir o, incluso, divertido; pero no era el tipo de persona que pudiese ser amiga de Loki. ¿Había siquiera un tipo de persona que pudiera?

Avengers AcademyWhere stories live. Discover now