Tanjiro kamado: un chico de 17 años, el está enamorado de tomioka giyuu uno de los pilares, Pero no sé atreve a confesarse y solo se conforma con su amistad, aunque quiera algo más
Giyuu tomioka: un joven de 22 años, es uno de los pilares, tiene pr...
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El pelirrojo regreso de su misión hace dos semanas junto con sus amigos, todos estaban en la finca mariposa recuperándose. Todos habían sobrevivido, el pilar fue el que se recupero más rápido. Hablando muy animadamnte con las niñas de la finca maripos.
Se suponía que ya estaba bien, pero el decía que no debido a que esperaba que el pelirrojo despertaba y poder decirle sus sentimientos, en la misión no pudo porque estaban los otros chicos.
Siempre se paseaba por su habitación, unos días después Hashibira ya andaba merodeando por la cocina, robando comida.
Rengoku había decidido hablar con Kochou, esta le contó lo que pasó con cierto pilar del agua y el le dio ánimos, abrazándola por un buen rato.
Pronto el pelirrojo despertó y ya se movía más, las pequeñas ayudantes de Kochou los sometieron a un nuevo entrenamiento para que vuelvan a sus habilidades. El rubio se quejaba de todo, llorando. Inosuke era muy flexible, si, pero debido a las lesiones que ganó en la pelea, le costaba demasiado estirarse.
Y aunque se muriera de calor, no se quitaba su máscara de jabalí.
- ¿Puedes venir un momento, Joven Kamado? -
El pelirrojo le sorprendió un poco ver al pilar, aunque asintió y le sonrió.
- ¡Claro! - dejo de hacer la rutina de estiramientos y siguió al pilar hacia el patio trasero de la finca mariposa.
- Hace un bonito día, ¿no?
- Sí, muy bonito.
El pilar lo miró y le sonrió, el le devolvió la sonrisa.
- Rengoku-san, me gustaría que algún día me entrenará, usted es muy bueno.
- ¡Suena genial, Kamado! Podrías ir a mi finca a entrenar.
- ¡Si, suena bien!
Se le notaba muy entusiasmado, eso hizo que el pilar sonriera un poco más suave.
- Cuando te mejores, puedes ir a mi finca.
- Me siento bien, me gustaría entrenar pronto.
- Entonces, ¿Quieres ir ahora?
El pelirrojo parpadeo algo perplejo.
- ¿Eh? ¿Ahora?
- Claro, si quieres.
- ¡Por supuesto que quiero! Iré a buscar a Nezuko.
