Capítulo 15

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¿Ocho semanas? ¿He estado en coma ocho semanas? Giré la cabeza hacia la ventana pensativa. ¿Nueva York? ¿Estamos en Nueva York? La última vez estábamos en Los Ángeles.

-¿Por qué estamos en Nueva York?- pregunté confusa.

-Para estar más cerca de los niños.- dijo Jason.

Una semana después me dieron el alta, cuando llegamos a la mansión Jason me dio los papeles del divorcio con la firma de Fenton. Firmé mi parte y con la ayuda de Jeffrey, el padre de Jason, se hizo efectivo en dos días y Jason y yo nos reconciliamos, nuestra relación se fortaleció después de todo lo que habíamos pasado. Un mes después volví a la oficina.

Entré en la sala de conferencias donde había una reunión con varios abogados para un nuevo caso pero esta vez eran cinco demandas contra unos estafadores. Y estos estafadores tienen nombre y apellido, Casandra y Martin Adams. Jason no pudo reunirse porque tenía un juicio durante el día y me pidió que me encargara yo de la reunión.

-Buenos días señores, soy Haley Adams y voy a encargarme de la reunión hasta que vuelva el señor Cole.- dije entrando. Ellos dijeron hola al unísono. -Tengo buenas y malas noticias.- dije. Hice una pausa para sentarme en una silla. -La buena noticia es que están en busca y captura y sabemos donde están, la mala es que están en un país sin extradición y sólo tenemos que esperar.- dije. Las víctimas que fueron estafados por ellos, protestaron. -Sí, les entiendo, a mí también la espera me está matando.- les dije.

Seguimos con la reunión, algunos abogados sabían de mi pasado y de mis padres biológicos y les aseguré que lo que yo quería hacer era justicia. Después de varias horas damos por terminada la reunión. Estaba sola en la sala de conferencias recogiendo los papeles del caso contra mis padres, los ordené y los puse en una carpeta y en mi maletín que me lo regaló Jason empecé la pasantía en el bufete, apoyé mi cabeza en el reposa cabezas y cerré los ojos suspirando de cansancio. Sentí unas manos en mi hombros, sabía que era Jason por el olor de la colonia de Boss Bottled de Hugo Boss. Me dio un beso en la cabeza.

-¿Qué tal ha ido la reunión?- preguntó Jason.

-Hemos recopilado muchas más pruebas contra mis padres.- dije.

-Venga vamos a casa, que te prepararé la cena.- dijo Jason.

-¿Desde cuando cocinas tú?- pregunté.

-Sé cocinar, no suelo tener tiempo pero me defiendo en la cocina.- dijo Jason.

-De acuerdo, demuéstramelo pero con una condición.- dije con una ceja levantada.

-¿Qué tipo de condición?- preguntó Jason. Me levanté de la silla y me acerqué a su oído.

-Quiero que me cocines totalmente desnudo.- susurré. Le di un beso en el lóbulo de su oreja haciendo que se estremeciera.

Lo bueno de eso, es qué la casa estaba vacía, los empleados tenían unas mini vacaciones y toda la familia Cole estaba en Los Ángeles el resto de la semana, ya que estábamos a jueves y se fueron el miércoles por la noche. Jason y yo aprovechamos la mansión para cualquier cosa.

-No es una mala condición pero tú…- empezó a decir.

Empecé a desabrochar mi camisa hasta la altura del ombligo y me la abrí un poco enseñándole un nuevo sujetador de encaje transparente rojo. Jason dejó de respirar un segundo cuando lo vio.

-El resto es una sorpresa para casa.- dije con una sonrisa ladeada. Jason cogió mi maletín, puso su mano en mi espalda baja dirigiéndome hacia el ascensor.

-Me muero de hambre.- dijo excitado. Me reí.

Por suerte el bufete estaba totalmente vacío, no me di cuenta que se me había hecho tarde y que no había comido en todo el día. Subimos al coche y nos fuimos a la mansión. Mientras estábamos viajando en coche, puse mi mano en el muslo de Jason, moví mis dedos como si andase hacia su miembro. Empecé a subir y a bajar mi mano a lo largo de su pene y provocándole un erección. Jason gimió y tardamos menos de lo habitual en llegar a la mansión. Nos metimos en el garaje, que era más un parking, cuando ya había apagado el motor, me quité la parte baja de mi ropa interior y me subí encima de él a horcajadas.

Derecho de amar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora