Prologo

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Porque antes de una historia, ya había una historia antes.

Entré a la habitación de mis abuelos y me propuse a buscar entre sus cosas un pedazo de tela que me ayudara con un vestido que quería hacerle a una de mis muñecas,siempre encontraba algo interesante y muchas veces llegué a pensar que entrar era lo mismo que viajar al pasado.

Fotos ya acariciadas por el pasar de los años y algunos elementos que estaban desde antes de que yo pusiera un pie en este mundo.

Amaba esa habitación. Era mi lugar seguro donde podía reponer energías mientras teníamos largas conversaciones sobre recuerdos de los cuales hablaban con alegría y añoranza.

Recordé que anteriormente mi abuela corto el encaje de un vestido así que mi objetivo fue ese,busque y busque hasta que vi por accidente a los pies de la cama una tira blanca asomandose,supe que era él y me agache a tomarlo pero un libro junto a él me llamó la atención.

Tomé el encaje junto con el libro y me senté en el suelo,una pasta de cuero gruesa le quite el polvo y pude contemplar aquel libro.

— "El reino de las montañas" — dije en voz alta con curiosidad.

Era un libro grande y grueso,como una enciclopedia o una biblia.

Le di una ojeada al libro mirando las ilustraciones las cuales tenían hermosas representaciones de lo que parecía ser una historia de príncipes y princesas como las que me contaba mi abuelo antes de dormir cuando él regresaba de su jornada laboral.

Me lleve el libro conmigo y seguí jugando a vestir a mis muñecas impaciente de que el regresara para contarme sobre aquel libro.

Yo ya sabía leer, pero muy poco pero como había palabras que yo con cinco años no entendía, me gustaba esperar a que él llegara y me lo contara como ya estaba acostumbrada.

Llegó la hora de dormir y junto con ella la hora que el entraría a mi habitación a leerme algo antes de hacerlo  — Tu abuela vio qué te llevaste algo de nuestra habitación — Era mi abuelo entrando y sentándose a los pies de la cama.

Yo saque el libro debajo de mi almohada y se lo mostré orgullosa por el que según yo sería mi gran descubrimiento.

— Ah, ese vejestorio — Tomó el libro mirándolo un momento. — Lo compré para un trabajo de la secundaria,hace mucho tiempo,me lo vendió tu abuela,¿lo sabías?.

— No — Respondí sorprendida.

— Si, yo quería conseguirlo gratis pero me hizo pagar 100 Widgets.Pero fue una gran inversión porque así fue como la conocí — Rio un poco y abrió el libro — Supongo que quieres que te lo lea.

Yo solo asenti y el nego con la cabeza dando una sonrisa, pero de todos modos él estaba dispuesto a comenzar con la lectura y pasar al primer capítulo.

— Esta historia es en nada más y nada menos que en un mundo de reyes y reinas, princesas un poco diferentes a la de los cuentos de hadas y caballeros que no necesitaban de una armadura para demostrar de que son capaces y estaban dispuestos a defender a los que amaban.

Y así comenzó con la lectura:

Cuando el sol de oculta siempre se podía observar a un grupo peculiar de caballeros los cuales siempre se quedaban mirando el atardecer,se llamaban el escuadrón de la gardenia ,para muchos eran gente de cuidado pero para otros eran las personas mas puras que nunca antes habían pisado este mundo.

Gracias a su sacrificio concluyeron con una horrible guerra llamada "la guerra eterna", pero no nos adelantemos a los hechos. Empecemos desde el principio, empecemos desde Elliot Florian Helgust Adler, mi historia.

El caballero de las montañas | 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora