𓏲 Capítulo 5

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Abriendo los ojos antes que Momo, Mina se levantó en la fría mañana de invierno, la casa helada y el piso igual le molestó, pero debido a su alta temperatura corporal no incomodaba

En cambio miró a Momo preocupada debido a que en cuanto se levantó comenzó a temblar.

En una cubeta de metal que tenía cerca, metió uno de los trapos que Momo le había dado, la dichosa camisa y la encendió con una llama. Entonces esta comenzó a arder y Momo pareció relajarse con el calor, simplemente la acomodó para que no se quemara y salió de la casa.

Como no había humanos cerca sus escamas seguían cubriendo su pecho y parte de la cara dándole más protección que la ropa.

— Mira nada más que tenemos aquí —habló la voz de un hombre y las escamas de Mina desaparecieran al momento— Una mujer sola ¿necesitas ayuda? —preguntó burlón

A Mina le dio mala vibra ese sujeto, pero no se movió.

Simplemente se alejó sin decir nada, las nevadas eran peligrosas, los humanos que no eran Momo eran peligrosos. Solo siguió caminando hasta que el hombre le tocó el hombro desnudo y entonces lo mordió con fuerza arrancandole un dedo.

Sus ojos cambiaron a una tonalidad rojiza debido al enojo que sentía de que un sucio humano la tocara

— Me voy a encargar de arrancarte el alma si te atreves a tocarme de nuevo, miserable humano —gruñó mostrando sus colmillos y sus escamas salieran cubriendo su cuerpo totalmente, su apariencia tomándose tétrica asustando al hombre que sólo huyó— Cómo odio a los humanos —Murmuró con desdén caminando hacia la casa, su apariencia volviendo a ser la misma que Momo conocía

— ¿Dónde estabas Mina? —preguntó Momo apenas llegó tocandola de los hombros— Estaba preocupada, es peligroso que andes sola, hay hombres malos afuera —dijo revisando con insistencia el cuerpo de Mina — Y no traes camisa, la ocupas, normas básicas

— Perdón —Murmuró Mina en respuesta siguiendo a Momo al interior de la casa con la cubeta de carne, la había dejado enterrada en la nieve— Salí a caminar y dejé algo de dinero en el suelo, mira —señaló a las monedas de oro— ahora puedes comprar comida en el mercado de humanos

Boqueando sorprendida, Momo miró a Mina con asombro, sus ojos negro cambiaron por segundos prolongados a los azules con la pupila vertical, eso le confirmaba que era una criatura mágica.

— Tus ojos son azules — dijo mirándola, se sentía hipnotizada, tanto que se acercó a acariciar su acta, Mina dejó que la tocara tranquilamente—tu pupila es vertical y alrededor son amarillos, son... Hermosos — Murmuró

— No se si son hermosos o no, tampoco estoy segura de que soy, pero al menos recordé mi nombre —dijo Mina algo adormecida del toque de Momo

— ¿Enserio? Entonces dime tu nombre —sonrió

Tal acción hizo que el pecho de Mina se sintiera caliente, como si algo ahí se sacudiera fuertemente.

— No me gusta mi nombre, mejor dime Mina —Negó desviando la mirada y sus ojos se volvieran negros otra vez— Vamos a comprar comida mejor

El corazón de los dragones tiende a ser codicioso, haciendo que estos recolecten cosas que para ellos son valiosas y las protejan con su vida.

En ese momento Mina no fue capaz de comprender cómo encontraba algo que le gustara más que las monedas de oro que le dio a Momo.

— Tienes razón, andando

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❝ The dragon's fortune ❞ || MiMoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora