IX

767 135 16
                                    

Había frío, demasiado frío pero no quería irse, las rocas eran demasiado incómodas a diferencia del suave colchón de su cama pero no quería irse, una frazada lo protegería mucho mejor del clima helado que su abrigo pero no quería irse.

Dos cuerpos descansaban en el suelo de piedra de la cueva, la cabeza del azabache estaba encima de una roca reemplazando a una almohada y un cuerpo un poco más pequeño estaba situado a su lado utilizando el brazo del más alto como una pequeña almohada. Ahí estaba la razón de la cual no quería irse.

Después de calmar el llanto del tritón, ambos se acomodaron en la posición en la cual se encontraban ahora con el fin de estar más cómodos y observar a su costado el hermoso paisaje de la playa en la noche que se podía apreciar en la salida de la cueva y que el ojinegro había ignorado anteriormente.

Ambos estaban hablando. Hyunjin le contaba lo que había hecho en el día y Félix le contó que esa era su primera vez fuera del agua.

Completamente fuera del agua.

Sin que ni una gota lo tocase a él o a su rosada extremidad marina.

El peli rosa se había dormido por la tranquila y hogareña sensación que nunca antes había tenido, Hyunjin se dio cuenta de aquello unos segundos después cuando escuchó los suspiros del mayor similares a unos leves ronquidos.

— ¿Hyung?— acomodó mejor a Félix en su brazo para estar más cómodo— descansa y no te preocupes, no me iré.

Dicho esto, Hyunjin rodeó al oji azul de la cintura con su brazo libre y se dispuso a dormir al igual que su hermoso amigo.

A pesar de estar en las duras e incómodas rocas, se sentían como en el cielo. Un cielo lleno de esponjosas y suaves nubes, un cielo con una agradable brisa, un cielo en el cual solo existían ellos dos.

Ninguno de los dos había experimentado la sensación de dormir con alguien y ahora que lo estaban haciendo no podían creer como vivieron todos estos años sin el otro. El azabache, en una ocasión, le confesó al tritón que no podía dormir si no abrazaba algo, ya sea un peluche, una almohada o su misma frazada y en esta ocasión, Félix era abrazado por Hyunjin y a pesar de que no lo esté viendo, lo sentía, sentía los brazos de Hyunjin rodearlo, sentía el cuerpo tibio de este y entre sus sueños, podía escuchar los latidos de su corazón al estar su cabeza descansando en su pecho.

Cualquiera que los viera se sentiría conmovido por la tierna escena. Félix ya no utilizaba el brazo de Hyunjin como una almohada, ahora era su pecho el que sostenía la cabeza del mayor y sus manos no se quedaron atrás, estas estaban en el mismo lugar que su cabeza sintiendo cada que el menor respirara o cada que su corazón palpitara. Hyunjin en cambio, mantuvo uno de sus brazos en la cintura del peli rosa mientras que el brazo contrario lo sostenía de la espalda con el fin de cortar la distancia inexistente entre ambos cuerpos.

Todo era simplemente perfecto, bueno, lo era hasta que Félix comenzó a sentirse raro.

Habían sido solo un par de horas en las cuales Félix pudo descansar, sin embargo, comenzó a sentir un tipo de entumecimiento por todo su cuerpo, estaba temblando involuntariamente y eso hizo que despertara.

Aún con los ojos cerrados, alejó sus manos del pecho de Hyunjin para abrazarse a sí mismo con estas, ni siquiera sabía por qué lo hacía, todo era en automático.

Al abrir los ojos lo primero que visualizó fue el abrigo del más alto, levantó la mirada y encontró el rostro de quien lo estaba abrazando, y supo que el azabache lo rodeaba con sus brazos debido a que después de asegurarse de que era Hyunjin la persona la cual estaba con él, descendió su mirada a los brazos de este los cuales estaban sujetando lo como si Félix fuera a escaparse, lo cual no haría porque... Número uno: No quería; número dos: No podía.

No es como si pudiera zafarse del fuerte abrazo de Hyunjin e irse caminando porque claramente le faltaban dos extremidades para hacer dicha acción.

El tritón olvidó por completo la razón de por qué despertó, en su mente sólo estaba la idea de que Hyunjin lo estaba abrazando, de que Hyunjin había dormido con él... de que Hyunjin se quedó a su lado a pesar de las muchas incomodidades que debía sentir y eso hizo que se sienta especial y querido.

Félix rodeó con sus brazos el cuello del ojinegro y ocultó su rostro en la curvatura de este haciendo que vuelva a dormirse.

Ignorando el hecho de que en vez de haber dos piernas y una cola había cuatro piernas entrelazadas.

☸▫▪✡▪▫☸▫▪✡▪▫☸▫▪✡▪▫☸

Todos los créditos a la autora original @Diamoshi

Por favor avisa si encuentras algún error o nombre incorrecto.

Merman ʰʸᵘⁿˡⁱˣWhere stories live. Discover now