DIECINUEVE

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Hyunjin sentía sus piernas temblar, la constante e insistente lengua del alfa en su cuello, las pequeñas mordidas y lo caliente de la respiración en su cuello, se iba a volver loco. 

El alfa no parecía tener intenciones de desistir, no parecía querer dejarlo, y el no podía resistirse. Su cuerpo le pedía a gritos ser penetrado por el alfa frente a el y el quería lo mismo, anhelaba estar encima o debajo del alfa, no importaba la posición. Quería ser tomado por el.

—Alfa...por favor. —El alfa suspiró, fuerte y pesado, sin soltar su cintura y con la cabeza baja, se separó. Hyunjin no había pedido eso. —¿Q-qué...?

—Es que...Dios Hyunjin, no creo que entiendas la rabia que tengo en este momento, tengo ganas de arrancarle la cabeza para que no pueda volver a hablarte o besarte. Jamás. —Hyunjin observó perplejo los ojos del alfa, reflejaban lo que decía. 

Con un suspiro más, el mayor tomo del mentón a su omega, obligándolo a que mantuviera su mirada en el.

—Entiendo, yo mismo me estoy muriendo por la estúpida idea que tuve de mantener distancia, no puedo. Tengo dos días sin dormir, me duele estar lejos de ti. No necesitas a otro alfa para que me encele y me arrepienta, puedo arrepentirme solo. Hyunjin-

—Espera..¿Alfa, tu crees que el vino porque yo quería darte celos? —El mencionado apretó su mandíbula y asintió—¡Ni siquiera sabía que estabas aquí! 

—Entonces...Si no hubiera estado aquí ¿Qué habrías hecho? ¿Lo habrías invitado a tomar un café y comer ramyon, mientras ven mariposas? —Hyunjin frunció el ceño y las ganas de llorar lo invadieron, sus ojos aguados hicieron que el alfa se replantase lo que había dicho. —Yo no quise decir eso, y-yo...

—Suéltame y vete.

—Hyunjin..

—No, Minho vete. 

—Escúchame, omega...por favor. —El pelinegro empujó con todas sus fuerzas del alfa y se alejó hacia las escaleras. No volteo a verlo, no quería demostrar que le habían dolido esas palabras, no quería que el alfa viera las lágrimas que había causado. 

—Cierra la puerta con llave cuando te vayas. —Minho alcanzó al omega y lo obligó a regresar su mirada en el. Observo sus lágrimas  y se dispuso a limpiarlas. —No me toques. 

—Omega...escúchame. No quise decir eso, y-yo-

—¿Y que quisiste decir entonces? ¿Crees que voy a venir a meter a cualquiera a la primera oportunidad que tenga? Minho, no soy una puta. Me cambié para acá porque queda más cerca de la escuela. Y por si te interesa escuchar antes de sacar conclusiones, salí a ver qué podía desayunar y me lo topé en una cafetería muy bonita, de la que es dueño. Platicamos y me ofreció el trabajo. ¡Tengo gastos! Soy omega y la vida no es fácil, ¿Crees que podré comer si no trabajo? Lo siento, pero no todos nacimos siendo dueños de la mitad del país, alfa.

Zafó su brazo de manera agresiva pero nuevamente no pudo irse. 

—Perdóname, perdóname. No quise hacerlo sonar así...pero entiéndeme también ¿Puedes?No es fácil ver a la persona que te encanta siendo cortejada por otro, y mucho menos, en mi cara. Te marco con su olor, casi como si quiera hacerme saber que está detrás tuyo. No puedo permitirlo, en parte por mi orgullo pero también porque me gustas, me encantas y yo...te amo aunque no lo parezca. Te has vuelto muchas cosas para mi...por favor. 

—Min..

—Tampoco tienes la necesidad de trabajar, yo puedo costear lo que quieras, ¿Comida? Te compro una tienda completa. ¿Ropa? Un centro comercial de ser necesario. ¿Un café? Mierda omega, te compro una puta cadena de tiendas. Soy capaz de todo eso y más, no quiero perderte, no quiero que te alejes mas. No puedo permitírmelo. Por favor omega. 

INEFABLE |HYUNHO|Where stories live. Discover now