I. 𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐒𝐄 𝐂𝐎𝐍𝐎𝐂𝐈𝐄𝐑𝐎𝐍

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A veces puedes conocer a tu mejor amigo de una manera pacífica, quizás cuando la maestra les pone una actividad en grupos de a dos, y tengas que escoger con quién hacerlo, sin conocer a ninguno de tus compañeros, o que te lo escoja la maestra, y ahí ocurre la magia: creas una amistad con ese compañero de trabajo. Otro ejemplo puede ser que ayudas a una persona si se le cae algo y lo recoges, y de la nada empiezan a hablar de cualquier trivialidad, o si ayudas a un compañero con algo de la clase que no entienda, y ocurre lo mismo: empiezan a hablar de otras cosas que no tengan que ver con la tarea, y se dan cuenta de que pueden ser grandes amigos. Existen muchas situaciones que pueden terminar en amistades muy lindas.

Pero el nacimiento de una amistad no siempre es lindo.

La amistad entre Ryo Ishizaki y Hanji Urabe es quizás el mejor ejemplo de lo que se considera una "amistad tóxica". Su amistad no es la más tóxica que existe, pero comenzó con bullying y de vez en cuando hay una burla o una mentira entre los dos. Es algo muy común, pero no por eso tolerable.

Todo comenzó cuando ambos tenían seis años. Asistían a la misma escuela, la primaria Nankatsu. El primer día estaba lleno de niños con sus padres en el patio, esperando a que las maestras pasaran lista de los alumnos que conformarían los grupos, y los salones a los que pertenecían. Ishizaki estaba con su mamá, la única persona con la que vive, porque su padre vive en otra casa, en otra ciudad. Tenía un poco de miedo, a él siempre le aterró el comienzo de clases.

─Ryo, hijo, no te preocupes, verás que te irá bien.

─¿Crees que voy a hacer amigos nuevos?─ le preguntó, mirándola a los ojos.

─¡Pues claro, si eres un niño muy encantador!

─Yo quiero llevarme bien con todos.

─Vas a ver que sí, no olvides ser tú mismo, y así todos te amarán.

─¿Ser yo mismo? Pero no puedo ser otra persona.

─Cuando crezcas vas a entender mejor lo que te quise decir, pero por el momento, enfócate en disfrutar tu primer día de clases─ abrazó a su hijo con un solo brazo─, cuando te vaya a buscar, vamos a ir a McDonald's a comer una buena Cajita Feliz─ le guiñó el ojo.

─¡Síiii! ¡Hamburguesa de McDonald's!─ exclamó alegre.

─Vi que ahora están dando los juguetes de Dragon Ball Z, quizás puedas ganarte un Goku o un Vegeta.

─¡Ya quiero ir!─ agitaba los brazos, muy emocionado.

─Bueno, primero debes tener tu primer día de clases, ¿eh?

─Ay─ bajó la mirada.

─Uy, atento, están comenzando a pasar las listas.

Una vez la maestra terminó de pasar la lista, todos los alumnos ingresaron al salón. Era un salón que daba al patio, y estaba cerca de la salida, el salón perfecto para todos. En la clase de Ishizaki eran veintiocho, catorce niñas y catorce niños, bien equitativo. 

La primera clase pasó rápido, la maestra era muy amable y dulce, el salón no estaba muy decorado, porque justamente la maestra quiere que los niños, en algún futuro, pintaran el salón a su estilo. Ishizaki se sintió bien en todo momento, o al menos hasta el receso...

Se sentó solo, en una de las bancas, a comer su desayuno: una banana. No sabía que esa maldita fruta sería la razón de lo que vendría después.

─Jorge el Curioso─ le habló un niño. Tenía un peinado muy llamativo, eran como dos copetes levantados hacia los costados, los ojos verdes y una pequeña cicatriz en forma de cruz en medio de las cejas. 

─¿Dónde? Yo no lo veo─ le respondió Ishizaki, un poco confundido.

─Me refiero a ti, tonto.

─¿E-eh? Oye, eso fue un poco grosero, ¿no crees?

─Pero si es la verdad, cabeza gigante, sin cabello, comiendo una banana... eres idéntico a Jorge el Curioso.

─¡Eso no es cierto! ¡Yo no soy Jorge el Curioso!

─Pues te pareces mucho a un mono. 

─¡No soy un mono!

─Mono. Mono. Mono. Mono. Mono. Mono. Mono. Mono. Mono. Mono. Mono. Mono. Mono. Mono. Mono...

Atomizó tanto a Ishizaki diciendo mono más de diez veces, que el pobre niño se fue corriendo a un lugar lejos de él, llorando desconsoladamente. 

No fue la primera vez que alguien se burlaba de él de esa forma, en preescolar le decían Jorge el Curioso o simplemente mono. Es que Ishizaki siempre fue rapado y con la cabeza un poco grande, además de que siempre comía bananas (su fruta favorita), pero hubo veces en que pensó en nunca más comer una banana sin pensar en todo el bullying que sufrió por eso. Ese niño le hizo recordar esos viejos traumas.

Y las burlas de parte de él no iban a parar.

Sin duda no fue un primer acercamiento, aunque sí lo sería luego...

𝗔𝗠𝗢𝗥 𝗘𝗡 𝗠𝗘𝗗𝗜𝗢 𝗗𝗘 𝗕𝗥𝗢𝗠𝗔𝗦 ❱ Capitán Tsubasa ✔Where stories live. Discover now