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Desde esa maravillosa compra de Robert su rutina de sueño había mejorado a grandes escalas, su cuerpo ya no dolía y su pancita dejó de ser un obstáculo, esas largas noches se habían quedado atrás. Ahora despertaba mucho más contento, ojos brillantes y la lavanda en él era mucho más dulce.

- De tanto que comes piña siento que ya hueles a piña - Habló Robert detrás del Omega, estaban ambos en su sofá y Gavi recostado con su espalda sobre Lewandowski.

- Claro que no, tengo el mismo olor de siempre, lavanda y caramelo -.

- Oh, pero debes creerme que hueles fuerte a eso - La nariz de su pareja estaba bien enterrada en su cuello - El otro día Laura dijo lo mismo -.

- Quizás es Nico - Supuso Gavi.

- Es una buena probabilidad, eso explica por qué comes tanta piña -.

- Nicola la pide, no yo, pero es buena para él, peor sería que me estuviera atragantando con dos pizzas todos los días -.

- Buen punto, Gavira - Sonrió orgulloso - Pedri me habló, dijo que querían venir con los demás a darte una sorpresa -.

- ¿Qué dijiste? -.

- Les dije que podrían venir cuando quieran - Gavi hizo un puchero - ¿Qué pasa, amor? -.

- No quiero que me vean así, me da vergüenza - Dijo mientras se escondía entre los grandes brazos de su Alfa.

- Esto es normal, estás en cinta - En un intento de reconfortar a su pareja besó su frente unas cuantas veces - Te ves hermoso con mi cachorro dentro - Gavi se sonrojó.

- No hables así - Se quejó Gavi.

- Es la verdad, me encanta ver a mi Omega así - Robert por su parte tenía esa egocéntrica sonrisa que tenía.

- Lo sé, pero solo Pedri me ha visto, los demás se van a burlar de mí, no quiero eso - Robert se asustó al ver los brillantes ojos de su chico, sabía que Gavi estaba mucho más sensible respecto a distintos temas.

- No lo harán, ellos te aman y estoy seguro de que se van a emocionar al verte así - Gavi no estaba muy seguro, pero terminó asintiendo - Y si lo hacen estaré para defenderte, mi vida -.

- Eres tan lindo, Lewandowski - Sin poder aguantarse besó los labios del Alfa.

- Iré a buscar a las niñas para la celebración -.

- ¿Es hoy? - Preguntó sorprendido.

- Sí, Araujo dijo que vendrían en un momento más - Robert se levantó y tomó sus llaves - Volveré enseguida, te amo -.

- Yo también lo hago, Robert - El mayor sonrío y salió de su casa, Gavi suspiró con fuerza.

Él quería mucho a sus amigos, pero realmente le acomplejaba que le vieran en ese estado, todos estaban acostumbrados al Gavi con su físico bien marcado, para él era sorprendente verse con su gran estómago. Recordaba cuando por primera vez uno de sus pantalones no cerraba, lloró por horas entre los brazos de Robert, pero por suerte el Alfa siempre sabía como hacerlo sentir mejor, especialmente cuando llegó con esos cómodos pantalones para el embarazo, vaya que lo agradeció.

Con toda la lentitud del mundo se levantó para arreglarse un poco, una enorme sudadera gris fue su mejor opción, así se sentía más cómodo y su cachorro estaba calentito ahí dentro. Arregló un poco su pelo, aunque después de tanto terminó igual que siempre, bajo las escaleras y esperó paciente a sus invitados sorpresa.

Luego de media hora las estruendosas voces de sus compañeros estaban al otro lado de la puerta, al escuchar tres golpes pensó en no abrir, pero por la insistente se levantó y abrió.

NUESTRO //Lewandowski x Gavi //Where stories live. Discover now