FAMILIA.

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Lisandro bosteza caminando enganchado al brazo de Cristian

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Lisandro bosteza caminando enganchado al brazo de Cristian.

— Estoy cansadísimo. — comenta con un puchero formándose en sus labios.

Romero sonríe y deja un beso corto sobre los mismos.
Se alertan cuando un flash los sorprende de frente, avisando que una foto está siendo tomada y son los protagonistas de la misma.

— Eh tranqui. — ríe Nahuel. — 'Taban re tiernis. — comenta y les enseña la foto.

Lisandro sonríe mirándola besa la mano de su pareja.

— Mandamela, Nahu. — pide con una sonrisa en el rostro.

— Dale, corazón. — responde dulce, como es él, y corre a molestar a Rodrigo que está con LoCelso, Paredes y Dybala.

— Estoy muy feliz de estar acá, me siento re patriota. — dice Romero soltando una risa baja mientras acaricia la mano de su pareja.

— Yo igual, esa sensación de estar en acá en casa, con los chicos, no sé. — intenta explicarse Lisandro y Cristian asiente sabiendo exactamente que quiere decir.

Porque han estado tanto tiempo juntos, aunque vaya más allá del tiempo la conexión que tienen, que saben lo que piensa el otro con una mirada.

— Ya tenemos que entrar. — se queja Lisandro. — No es de desagradecido, pero mañana jugamos un partido y estamos de joda en joda, quiero descansar. —

— Sí amor, te entiendo. — asiente.

La pareja, junto a toda la selección, entra al salón donde se daría el homenaje previamente planeado.
Ambos caminan juntos y sus caminos se separan cuando ven que no quedan dos lugares juntos por lo que terminan sentados a una distancia.

— Hola. — saluda Julián como si hace minutos no hubieran estado juntos.

Lisandro ríe.

— Hola, rey. — es lo único que puede decir el 25 del seleccionado antes de que empiece el homenaje.

El reconocimiento al plantel empieza y todos prestan atención a pesar de sentir el cansancio recorrer su cuerpo.

En cierto momento, un niño; José Andrada, sube al escenario y da un discurso que se roba un par de lágrimas.

— Enzo, tranquilo. — susurra Julián en su oído tomando su mano con discreción.

El azabache llora conmovido por las palabras del niño y seca sus lágrimas con su mano libre.
Lisandro se gira a ver a Cristian que está casi en la punta y conecta mirada ya que Romero lo estaba mirando desde hace unos segundos.

Ambos se dedican esas miradas comprensivas y cargadas de amor que los hacen sentir completos.

[...]

𝗡𝗢𝗖𝗛𝗘 𝗗𝗘 𝗖𝗔𝗠𝗣𝗘𝗢𝗡𝗘𝗦; 𝗰𝘂𝘁𝗶𝗹𝗶𝗰𝗵𝗮 Where stories live. Discover now