Fue ella quien le terminó, fue ella quien le rompió el corazón y se alejó.
Entonces... ¿Por qué ahora era ella quien la quería recuperar?
Haerin no entendía a Danielle, no la entendía a ella ni a todo su esfuerzo por reconquistarla.
O donde Danielle...
El tiempo había pasado y con eso la relación entre Danielle y Haerin por fin salió a la luz. Oficialmente eran novias otra vez.
Karina, sin saber manejar sus sentimientos, el día que Kang fue a hablar con ella, decidió que la mejor decisión para su bien sería estar al menos un tiempo alejadas. Quizás así su corazón por fin dejaría de latir por Haerin. La niña gato lo comprendió, triste, pero sin poder negarse. En consecuencia el trío de amigos se deshizo, aunque Sunghoon seguía al contacto con ambas muchachas por separado.
Pero todo eso no duró mucho, pues no pasó tanto tiempo hasta que Karina volvió a saludarla en la escuela, acercándose a conversar de vez en cuando y hasta escaparse para almuerzas juntas con el rubio.
Y Haerin tenía la teoría que la vuelta de Kim Minjeong, alias la ex novia de Karina, tenía mucho que ver.
Estaba feliz, tenía a Danielle, se hizo amiga de sus amigas y con Hanni volvieron a tener un contacto más cercano como el que siempre tuvieron. Sunghoon parecía igual de dedicado a la danza, como siempre y Karina cada vez se acercaba más, y esta vez con Winter a su lado.
En serio parecía que la vida por fin le sonreía.
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—Danielle, vuelves a romperle el corazón a Haerin y juro por mi madre que te destruyo —le había dicho una vez Karina a la hora de almuerzo. En broma, por supuesto... Bueno, no tanto.
—Tranquila Yoo, recuperé a mi gato y no haría nada para estropearlo —besó la colorada mejilla de su novia, quien le sonrió contenta—, te quiero mucho, Hae —susurró en su oído, aprovechando que los demás iniciaron otra conversación y no les estaban prestando atención.
—Yo más —correspondió antes de soltar un gritito en cuánto Hanni apareció por su espalda, asustándola.
—Hola idiotas —dijo la vietnamita y se sentó a un lado de Minji, besándole descaradamente la boca.
—¡Qué puto asco, soy una niña! —se quejó Hyein, tapándose los ojos. Las risitas se escucharon el la mesa.
Minutos después llegó Sunghoon y por fin estaban todos. El grupo de Danielle y el grupo de Haerin se había unido y ninguna de las dos podía estar más contenta.
Oh sí, y casi se me olvida mencionarlo: Sunghoon hace unos días atrás salió de clóset con las chicas, confirmando que en realidad siempre fue gay.
Karina siempre tuvo razón.
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Fin
N/A: El fin más de mierda que van a leer en su vida, pero necesitaba terminar esto y no sabía qué más hacer. En fin, gracias por haber leído, nos vemos quizás en un tiempo con otra historia o au Daerin.
P.D.: Como dato random, no iba a ser a Sunghoon gay, pero creí que sería un buen final, nfkqks.
