❝ Chapter : O2 ❞

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—Te dije que lo había leído de varios lugares, ¿Tu casa o la mía?

—Esperen, ¿Ya? —la mayor los detuvo antes de que se genere una acalorada decisión. El peliplata estaba temblando a la par en que sus se hallaban mejillas más sonrojada que nunca, y el rubio estaba moviendo sus hombros de manera rápida, casi mareándola a ella—. Si iban a tener relaciones sexuales tenía que ser con cuidado, condones, etc, así que —miró a los dos menores—. ¿Eres regular?

Pregunta a Jake, quien comenzó a asentir rápidamente.

—Incluso traigo mi calendario, ¿quiere verlo? —ambos mayores niegan, viendo a el chico que comenzó a cerrar su mochila que estaba en su dorso.

Sunghoon comenzó a temblar al momento que la vista de la doctora se dirigió a él. Estaba nervioso, claro que sí. Había soñado repetidas veces que Jake siempre se le declaraba, fantasías que lo alarman siempre se encargaba de destrozar frente a él. Soñaba que él y Jaeyoon estaban juntos, en una cita, sabiendo directamente que era una cita romántica y no una salida de amigos, compartían besos y leves caricias, y siempre eran eso.

Sunghoon podría ser torpe, descuidado, no tan inteligente, podría ser muchas cosas, pero jamás un pervertido con su menor. Todas las fantasías que él tuvo solo se limitaban a imaginar un romance con el rubiecito y nada más, porque sabía que si se imaginaba a él y al "amor de su vida" teniendo otro tipo de contacto descarado, iba a morir de vergüenza cada vez que lo viera, como si supiera leer la mente.

Si alguna vez se estaba masturbando y de repente venía la imagen de su mejor amigo, dejaba de hacer lo que estaba haciendo, se bañaba con agua fría, y leía la biblia, la Santa palabra del Señor para dejar de ser un completo pervertido, aunque ni siquiera estaba haciendo nada malo, o por lo menos para él, eso era algo que debía ser pagado con dolor.

Tal vez por eso la mitad del tiempo terminaba con sus nudillos ensangrentados por golpear a la gente que decía algo malo al respecto del cuerpo de Jake, siendo un comentario pervertido, subido de tono, o en si, una burla.

El director le había advertido que una pelea más y se iba expulsado, cosa que preocupó a ambos chicos. Lo único que le gustaba de la escuela a Sunghoon era ver a Jake, y ese pan delicioso de la cafetería que solo servían los miércoles y viernes, y para Jake sería doloroso pasar la escuela sin su mejor amigo.

Aunque ambos tenían otros amigos, con los consejos para socializar de Jaeyoon, el peliplata consiguió uno que otro amigo, y se volvió algo popular, haciendo de su apariencia aterradora su atributo, y el menor, siendo cercano a Sunghoon, también ganó la ventaja de su popularidad al igual que llegaron más amistades, más de las que ya tenía.

—Sung, ¿por qué estás tan rojo? —un hermoso rostro cercano hizo a el mayor dejar de soñar, y regresó a la realidad. Estaban en la oficina de la nutrióloga, debatiendo los beneficios sobre el sexo seguro y las desventajas si se descuida algún aspecto.

—Hablar de sexo no es algo que... este acostumbrado.

—Pero si ya tuviste.

—¿Te sientes cómodo hablando sobre malas calificaciones? —el menor niega, observando con un puchero a su mejor amigo—. ¿Entonces?

Jake empezó a jugar con sus dedos, haciéndola ver tan tierno a los ojos de sus dos mayores, que alzaron sus cejas al ver tan bonita imagen. El menor con sus mejillas sonrosadas, sus labios rojizos abultados, y su ceño fruncido, sumando con sus dedos, se veía como un niño pequeño regañado. Ambos estaban casi fuera de sus asientos logrando ver al pequeño chico, que comenzó a mover sus piernas en lo restante de la silla. Sunghoon miró a la doctora Kim.

—Quiere tener sexo para bajar de peso, no quiere hacer ejercicio.

—El sexo es como ejercicio, no le veo nada de malo mientras ambos se cuiden, eso sí, tienen que seguir la dieta que les recete para que sea más eficaz.

—¿¡Lo vas a apoyar?!

—¡Míralo, es una masita tierna, ¿acaso tú no le cumples todo lo que quiere cuanto te hace ese pucherito?!

—¡Sí, pero se supone que usted no!

—¡¿Cómo quieres que no encuentre adorable ese pucherito si veo videos de gatitos bebés con mi esposa porque es alérgico a ellos!? ¡Los pucheros de Tiffany me hacen sentir que no debemos tener ningún animal en la casa para complacerla, ¿no quieres complacer a tu pareja?!

Ambos chicos lo miraron, Sunghoon con una sonrisa estúpida y Jake con sus ojos bien abiertos.

—No somos pareja.

Hyoyeon tapó su boca, y vio el rostro antes feliz de su familiar. Hace segundos tenía una sonrisa que iluminó la habitación.

—¿No? Oh, lamento decir eso.

—No se preocupe, todo mundo lo dice, somos muy unidos, así que piensan que Sunghoon y yo somos novios por nuestra cercanía. —explicó el rubio.

—Bien, Yoonie, ¿puedes esperarnos un rato afuera? Tengo que hablar con Sunghoon sobre cosas de penes.

—¿No me puedo quedar? Así aprendo más.

—No, gracias, esto es privado, es sobre glandes, testículos, prepucios, semen.

—Ok, adiós.

Unos pasos, y Hyoyeon se paró para abrirle la puerta al menor, vió que se sentó lejos, y regresó a acercarse a Sunghoon de manera brusca, que lo miró rara por cómo estaba.

—¿Si no son pareja por qué vinieron agarrados de las manos? Pensé que ya eran pareja, siempre la llevas a casa para las reuniones.

—A Jakey le dan miedo los hospitales, y cuando tiene miedo entrelaza nuestras manos o se aferra a mi, no somos pareja.

—Pero te gustaría —Sunghoon asiente inconscientemente, pero luego niega.— Sí te vi estúpido mocoso, si quieres, ¿Por qué estás tan en contra de que tengan sexo?

—Quiere bajar de peso porque escuchó que Heeseung, el chico de el que está enamorado, dijo que saldría con él si bajaba de peso, ¿Sabes cómo me sentí después de escuchar eso?—Hyoyeon mueve su cabeza de un lado a otro, semi negando—. Horrible, quiere bajar de peso solo para que ese idiota se fije en él.

—No tiene nada de malo, a él le gusta alguien más, tú no te confesaste, déjalo.

—Si Heeseung estaría dispuesta a salir con Jake debería hacerlo ya, a mi me encanta como es, no entiendo nada.

—Yo menos, ¿a Heeseung sí le gusta?

—Jake es hermosísimo, no necesita bajar de peso para darnos cuenta de eso, pero Heeseung es mala persona, hay algo en él que no me gusta.

—Se le llaman celos, estás celoso —el mayor se sentó al lado de Sunghoon, viéndolo directo a los ojos—. Ten sexo con él.

—¿Por qué?

—Aprovecha aunque sea un poco su calor, momentos junto a él, trátalo con cariño, trátalo sabiamente, trátalo suavemente, dale toda toda tu ternura.—el peliplata algunas veces odiaba a su familiar, pero no podía negar que sus consejos son buenos.

—Me estaría aprovechando de él.

—Él igual de ti, es un bien común —saca de su bolso unas pastillas, y se las entrega al menor—. Las pastillas anticonceptivas no tienen calorías, es muy raro que la hagan aumentar de peso, pero aún así que hazla comer sano y que beba mucha agua, se las tiene que tomar diario, puede notar el periodo irregular pero... olvídalo, mejor se lo digo a él, ya largo de aquí, saquen otra cita para una semana, ¡No lo hagan todavía! —le quitó las pastillas al menor, y las volvió a guardar en su bolso, mirándolo con los ojos entrecerrados.


せ ₍D₎iet of sex.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin