❝ Chapter : O4 ❞

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— No no, hasta que llegue el día que tengamos que hacer ejercicio. —no quiere decir que iban a tener relaciones sexuales porque sólo quiere verlo como un trámite. Las películas que siempre le enseñaba que al momento de tener relaciones sexuales las personas involucradas iban a terminar enamoradas terminaron en falsedades, porque no siempre era eso.

Tragó saliva más fuerte al sentir a Jake menear sus caderas en su miembro, rozando sus cuerpos. De verdad se sentía demasiado bien, tan bien que Sunghoon abrió su boca al sentir sobre su pantalón la humedad de el menor, sintiendo los pliegues sobre esa ropa. Gimió cuando volvió a sentir el movimiento igual de fuerte, y ahora esas manos bajaron hasta donde estaban esas traviesas caderas, impulsando a moverlas como antes.

— ¿Puedo? Tus manos no te obedecen. —no recordaba la voz de Jake tan seductora de ese modo, no era así, pero le gustó como su voz salió ronca, tanto como le gustó sentir la lengua de el menor su cuello y sus labios atrapar la piel de ahí, succionando levemente.

— Solo no intentes meterlo todo.

El menor sonrió porque el mayor había cedido a sus encantos, caminó hasta su cama, agarrando un cojín para ponerlo en el suelo y arrodillarse en el, frente a donde Sunghoon estaba sentado. Puede que había soñado eso, pero solo una vez en su vida y fue cuando estaba caliente de ver esos vídeos que nunca había visto. Miró a los ojos a el peliplata, quien alzó su ceja y su barbilla comenzó a temblar, indicándole que estaba nervioso.

— No estés nervioso —un beso sobre la tela, que hizo a Sunghoon temblar y levantar levemente sus caderas, sacando leves suspiros, y seguían teniendo ropa—. Te prometo que te va a encantar.

Ambas cabezas comenzaron a doler para Sunghoon, una porque ya estaba duro y la otra porque quería pensar otra cosa que no fuera que el amor de su vida le iba a hacer una mamada, ya estaba segura que le iba a encantar, porque iba a venir de Jaeyoon, y todo lo que viniera de el le encantaba, fuera pequeña cosa.

Elevó sus caderas para que el menor pudiera quitar ese pantalón de chándal, y volvió a alzar una sonrisa tierno cuando vio notó el bulto entre la tela azul rey, uno grande. Sus manos se dirigieron a el y lo volvió a besar, tensando el cuerpo de Sunghoon.

— Tan grande, tan mío —no servía para el mayor que su mejor amigo le estuviera diciendo eso, porque sentía su miembro palpitar de placer y lo ultimo que quería era hacerle saber a Jake que su toque le ponía duro, y así de duro—. ¡Esta palpitando!

— ¡No... grites! —Sunghoon acaricía la cabeza de el menor, incitándola a alejarse de su falo pero el otro seguía ahí, sonriendo. No sabía que le gustaba ese ángulo de Jake, donde estaba junto a su pene, acariciándolo—. Solo hazlo, ya me tengo que ir.

Suspiró cuando sintió el frío golpear su miembro, que había sido liberado, pero sintió que su respiración se cortó al momento que sintió la mirada fuerte de Jake en él, que tenía su boca abierta, la cerró para tragar saliva, y la volvió a abrir, haciendo a Sunghoon cerrar sus ojos para evitar ponerse más ante la tierna imagen de su mejor amigo viendo su miembro duro, que falló porque el menor relamió sus labios y sus dedos fueron hasta la punta rojiza, acariciándola con su índice.

Hacía círculos con el, y después con su pulgar comenzó a jugar con el líquido pre-seminal que salía de ahí, expulsando una pequeña risa.
La punta rojiza del miembro brillaba por el mismo líquido que brotaba de ahí, y sus manos se aferraron a la silla cuando sintió los labios de Jae dar un piquito ahí, haciéndola gemir levemente.

— ¿Cómo te masturbas? —su dedo índice y medio comenzaron a masajear la punta, y Sunghoon como pudo alcanzó papel del escritorio, agarró una noble cantidad, y se apartó levemente de el menor para mostrarle.

せ ₍D₎iet of sex.Where stories live. Discover now