3; A solas.

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2016

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2016

Chiara esperaba sentada en la puerta de su casa a qué Lisandro pasara a buscarla para despedir a su amigo.

Hace unos meses habían llamado a Cristian para anunciarle que fue elegido como jugador en Belgrano, luego de varias pruebas. Estaba muy feliz, debutar a los 18 años era más que un sueño para el.

Lo único que lo deprimía un poco, era estar a unas horas de distancia de sus amigos, pero les había prometido volverlos a ver.
Chiara estaba muy feliz por el, finalemnte estaba logrando todo lo que se había propuesto, y ni hablar de su otro mejor amigo, era como si la felicidad del morocho también fuera suya.

La pelinegra miraba su teléfono cada diez segundos, esperando una llamada o mensaje de su amigo avisándole que estaba llegando.

—Che—La voz de Lisandro la sobresaltó, seguido de la bocina, en señal de que había llegado.

—No hace falta que me asustes así—Se levantó sacudiéndose el pantalón y subió al auto.

—¿Todo bien?—Se saludaron con un beso en la mejilla.

—Voy a extrañar mucho a Cristian—Soltó con un tono triste.

—Pero nos vamos a seguir viendo igual, ahora cuando vayamos a despedirlo no quiero que el te vea mal—Chiara soltó algunas lágrimas y Lisandro se las limpió con el dedo pulgar.

—Ya se, perdón—No podía evitar sentirse sensible ante la situación, estaban acostumbrados a estar siempre juntos.

Pusieron música para seguir el trayecto, mientras hablaban de temas diversos, haciendo énfasis en lo que iban a hacer con sus vidas a partir de ahora.

—Chiara, cambiando de tema—Lisandro se aclaró la voz y la miró, mientras esperaba el semáforo en rojo.

—¿Si?—Ella lo miró curiosa.

—¿Queres venir a cenar esta noche? Mí vieja va a cocinar algo rico—Apretó más el volante algo nervioso.

—Si obvio Li—Sonrió provocando que el lo hiciera también.

Cuando llegaron a Ezeiza, estuvieron varios minutos sentados, mirando la hora o viendo una que otra cosa en su celular, esperando al morocho.
La pelinegra reposaba sobre el hombro de su amigo, que estaba de brazos cruzados, hasta que sintió que alguien la agarraba de los hombros por detrás.

—¿A quien estas esperando bonita?—Chiara se dió la vuelta para encontrarse con el rostro de Cristian, quien la miraba feliz y con los ojos llenos de brillo.
Lisandro se dió la vuelta y lo saludó, felicitandolo por todo y sintiéndose muy nostálgico.
—¿Hace mucho están acá?—Les preguntó mientras los abrazaba a los dos por los hombros.
—Ya me estaba durmiendo.

Two | Lisandro Martínez, Cuti Romero Where stories live. Discover now