Bonita

Cap 7. Apariencias

Kagome debió someterse a quimioterapia, pasaron días muy difíciles en los que todo parecía empeorar, pues hubo un ataque terrorista dónde gran parte de su familia perdió la vida.

Se arrepentía de no haber pasado más tiempo con todos, pero en el frío hospital en el que se encontraba no podía hacer nada más que llorar y esperar su deceso.

- Higurashi

- Doctor

- Lo siento mucho. El hospital no puede continuar con tu tratamiento

- Qué!?

- Verás tu madre era quien cotizaba el servicio, al no estar, automáticamente tu quedas sin servicio

- Pero...

- Lo siento, te daré de alta cuánto antes (sale de la habitación)

Kagome se lleva ambas manos a su cabeza calva de forma desesperada mientras llora amargamente.

En lo que queda del templo Higurashi, Moroha trata de limpiar los escombros.

- Detente

- Tiene que haber almenos uno de ellos vivo, lo sé (sigue escarbando con sus manos ensangrentadas)

- Basta, te digo! (Sesshomaru la empuja para hacerla reaccionar)

- Todo es culpa de ella! Si fuese realmente mamá esto no hubiese ocurrido!

- Está enferma no hay mucho que pudiese hacer y lo sabes

- Sé que mi madre, la real Kagome era de admirar (baja la mirada) pero ella tan sólo es una maldita emo que se rompe fácilmente (ve sus heridas curando y suspira) perdí todo por lo que vivir, no me pidas clemencia

- Es otra versión de ella es todo, además ustedes también podrían haber usado sus poderes

- (Cambiando su tono de color de ojos de la ira) Perdí mi embarazo tratando de salvarles! Utilicé mi maldita energía al máximo, Towa incluso explotó en mil fragmentos todo para qué?

- Cállate

- No. Ella debió mandar una sola pizca de energía, una estúpida flecha y nos salvamos todos. Y qué hizo? Uh? Dime (llorando amargamente)

- kagome debe descansar, pronto morirá.

- La felicitas de mi parte (sigue escarbando)

- Vete

- (Tira una de las rocas fuerte) A dónde? (Llorando aún)

- Ve con Koga

- Ahhh (cae de rodillas y le pega al suelo) no soy tan fuerte.

- Entonces ve a mi palacio, te protegerán hasta que yo llegue. Veremos qué hacer luego (le entrega el arco y las flechas de Kagome)

- (Abre sus ojos) Mamá, perdóname mamá, no fuí lo suficientemente fuerte para proteger a todos.

- Escucha Moroha, lo mejor es (le suena el celular a ella) contesta

- Tsk (le da el celular a Sesshomaru)

- (Le informan sobre la salida de Kagome) Bien iremos en seguida. (Cuelga y ve a Moroha) Sabes lo que significa

- No iré, lo siento. Pero mamá no hubiese dejado que esto sucediera. Adiós (sale corriendo hacia la época antigua)

Sesshomaru llega al hospital donde en un rincón de la sala de espera tienen a Kagome, una mujer de sólo huesos forrados con piel blanquecina que deja entrever las sutiles venas que palpitan a toda marcha para mantenerla a duras penas con vida.