Este libro es de historias con los personajes de The Vampire Diaries ❤️
Aclaro que estas historias no son mías, por lo que los créditos son completamente hacia los autores, quienes serán mencionados al inicio de cada capítulo.
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𝑾𝒓𝒊𝒕𝒕𝒆𝒏 𝒃𝒚: 𝐣𝐞 𝐭'𝐚𝐢𝐦𝐞. 𝒊𝒏 𝑻𝒖𝒎𝒃𝒍𝒓.
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Presentarse en el Grill podría haber sido un error. Tu cita para la noche te había abandonado. Después de enviarle un mensaje de texto una vez y no recibir una respuesta, te encuentras sentado en el bar. Llamaste al cantinero para pedir un cóctel. Le sonreíste al hombre mientras colocaba el cóctel de aviación que habías pedido en un posavasos. Rápidamente le agradeciste mientras sacabas tu teléfono. No pasó mucho tiempo antes de que te distrajeras con tu cuenta de Twitter y los mensajes de texto de Caroline sobre la fecha que nunca apareció. Estabas en tu segundo trago cuando sentiste los ojos de alguien sobre ti. Miraste hacia arriba para encontrarte con la mirada de unos ojos sorprendentemente azules. Sentiste que tus mejillas se calentaban cuando te diste cuenta de lo guapo que era este hombre. Rápidamente apartaste su mirada y volviste a mirar tu teléfono. Tu mano agarró suavemente tu bebida, llevándola a tus labios. Podías sentir sus ojos en ti mientras observaba el movimiento. Tomaste un sorbo y encontraste su mirada mientras dejabas tu vaso. Recogió su bebida (que no pudo evitar notar que tenía una sombrilla de cóctel). Lo viste mientras sostenía tu mirada mientras intentaba capturar la pajilla en sus labios para sorber su bebida. Una risita silenciosa burbujeó de tu boca cuando falló la pajita. Miró la pajilla antes de capturarla en sus labios. Sus ojos se encontraron con los tuyos cuando volvió a mirarte. Notó la pequeña sonrisa jugando en tus labios.
Tus ojos se movieron para mirarlo mientras se levantaba de su silla. Miraste tu teléfono mientras se encendía. Rechazaste el mensaje de Caroline. Solo tendría que esperar. Tal vez esta noche no sería tan mala. Parecías olvidarte de que te habían dejado plantado cuando sentiste que tu silla giraba para encarar al apuesto extraño al otro lado de la barra. Esperabas que dijera algo coqueto, pero no lo hizo.
"Hola. Soy Kai. Él te sonrió y te tendió la mano. Extendiste la mano para agarrar su mano cuando comenzaste a hablar. "(t/n)". Sentiste como si tus dedos comenzaran a hormiguear en el segundo en que tu mano se encontró con la suya.
Estabas comenzando tu tercer trago mientras escuchabas a Kai hablar sobre Twitter. Él había estado hablando sobre algo relacionado con Internet cuando te desconectaste mientras observabas cómo se movían sus labios mientras hablaba. Debe haberlo notado porque saliste de tu aturdimiento cuando sentiste su mano en tu muslo. No estabas seguro de si era el alcohol, pero su toque hizo que tu piel pareciera hormiguear. Apretó tu muslo, provocando que un suave suspiro escapara de tus labios. Sentiste que tus mejillas se calentaban mientras se espolvoreaban con un rubor. Miraste a Kai a través de tus pestañas. Podría haber jurado que batiste suavemente tus pestañas hacia él en el segundo en que tus ojos se encontraron. Fue entonces cuando se inclinó, sus labios sobre tu oído mientras susurraba. "Déjame llevarte a casa".
Casi no habías regresado a su apartamento. En el momento en que saliste del Grill y doblaste la esquina, Kai había empujado tu espalda contra la pared de ladrillo del edificio. Sus labios se habían encontrado con los tuyos en un frenesí mientras presionaba su cuerpo contra el tuyo. Tus dedos se enredaron en su cabello cuando sentiste sus labios recorrer tu mandíbula antes de comenzar a besarte el cuello. Kai chupó suavemente el lugar justo debajo de tu oreja. El suave suspiro que salió de tus labios fue suficiente para que le mordiera la piel. Gruñó en tu oído mientras tomaba tu mano y te arrastraba hacia su auto. Nunca antes habías hecho algo así, pero él era otra cosa. Parecía saber exactamente lo que te estaba haciendo. Sus labios siempre caían en el lugar correcto y sus manos recorrían tu cuerpo como si lo hubiera hecho cientos de veces antes. Decir que estabas excitado era un eufemismo: solo un toque suave en el lugar correcto haría que un gemido se escapara de tus labios. Había jugado contigo todo el viaje en auto. El viaje de cinco minutos se sintió como si hubiera durado una hora. No te dejaba tocarlo, incluso cuando te estaba molestando. Deslizó su mano por tu vestido y comenzó a frotarte suavemente a través de tus bragas. El toque apenas fue suficiente, pero hizo que tu estómago se agitara de emoción. Estabas agradecido en el momento en que finalmente logró abrir la puerta de su apartamento a pesar de la constante distracción de tus labios y tus manos mientras desabrochabas su cinturón y desabrochabas sus jeans en el pasillo. Kai te empujó hacia su apartamento, girándote y empujándote contra la parte trasera de la puerta.
"Eres tan malo, bebé". Murmuró en tu cuello mientras chupaba pequeños moretones en tu piel. Su mano izquierda se movió lentamente por tu cuerpo antes de que sus dedos se envolvieran alrededor de tu cuello. La mano derecha de Kai estaba entre tus piernas. Empujó tus bragas hacia un lado con los dedos antes de pasar el dedo por tus pliegues y luego rodear tu coño. Los ojos de Kai se encontraron con los tuyos en el momento en que tus ojos comenzaron a cerrarse. Tu mano izquierda agarró su muñeca cuando sentiste que sus dígitos empujaban dentro de ti. La forma en que movía los dedos te hacía intentar apretarlos para aumentar la fricción. Tus uñas se clavaron en su brazo mientras dejabas que tu cabeza se inclinara hacia atrás. Kai gimió cuando te vio correrte entre sus dedos. Kai quería burlarse de ti, pero cuando su nombre salió de tus labios, no pudo evitarlo. Observó tu rostro mientras te venías con sus dedos. Casi lloriqueaste cuando sacó sus dedos de ti. Abriste los ojos para encontrarte con los suyos mientras chupaba sus dedos que acababan de estar dentro de tu sexo. Su mano apretó tu garganta, atrayéndote hacia él y metiendo sus dedos en tu boca.
Ustedes dos no llegaron al dormitorio. Kai tenía tu vestido levantado sobre tus caderas y te inclinaste sobre el brazo del sofá. Volviste a gemir al sentir la punta de su p*lla. Kai apenas podía contenerse ante la sensación de tus paredes agarrándolo mientras empujaba hacia ti. "Eres tan apretado." Él gimió cuando tocó fondo en ti. Dejas escapar pequeños gemidos al sentir su miembro en ti. Sus manos apretaron tu trasero mientras salía de ti. Te quedaste con una sensación de vacío justo antes de que su mano chocara contra tu piel. Tu piel picaba y sabías que Kai había dejado una marca roja. Gimoteaste cuando su mano volvió a chocar contra tu piel en carne viva. "Rogar por esto." Gruñó. La palabra 'por favor' siguió saliendo de tus labios, pero él continuó golpeándote el trasero. No se detuvo hasta que sonaste desesperado. "Por favor, fóllame, Kai". Casi gimoteaste, esperando sentir que te llenaba de nuevo. Un fuerte gemido salió de tus labios cuando Kai se estrelló contra ti. Su mano se deslizó por tu espalda mientras golpeaba dentro de ti a un ritmo implacable. Agarró un puñado de tu cabello, levantando tu cabeza mientras se inclinaba hacia ti. "Quiero que grites por mí". Gruñó en tu oído antes de atacar tu cuello nuevamente. Se puso de pie, empujando tu cabeza hacia abajo con una mano y sujetando tu cadera con la otra. Su agarre era tan fuerte que podías sentir los moretones que comenzaban a formarse debajo de las yemas de sus dedos, pero a pesar de todo, eras un desastre debajo de él. Sus caderas chocaron contra las tuyas con dureza. No pasó mucho tiempo para que la tensión comenzara a acumularse dentro de ti. Tus ojos estaban llorosos por su ritmo implacable y prácticamente estabas gritando por él. La sensación de tus paredes revoloteando lo hizo gruñir mientras golpeaba contra ti. "Oh... joder". Él gimió, "corre para mí, bebé". Sus palabras te enviaron al límite. Su nombre salió de tus labios en un grito cuando tus paredes comenzaron a latir a su alrededor. Las embestidas de Kai comenzaban a volverse descuidadas, pero mantuvo el ritmo. Su nombre salió repetidamente de tus labios mientras te follaba hasta el orgasmo. La sensación de su liberación te envió al límite por segunda vez. Kai siguió adelante, pero perdiendo lentamente el ritmo cuando empezaste a bajar de tu tercera altura.
