Bruce Wayne "Love Of My Life"... Batman Y Tú

11-.Trabajo

Isabella llegó con los chicos a casa sin ninguna complicación, entró a la casa y pudo ver a Jason y Tim sentados en el sofá frente a la tele jugando algún juego en su consola, Damián se sentó con ellos para verlos jugar y Dick se sentó en otro sillón individual en la sala para revisar su teléfono, Isabella los vio una última vez antes de ir con Bruce, no le agradaba la idea, pero tenía que ir con él

- ¿Saben dónde está su padre? - Preguntó Isabella a Tim y Jason

Ellos no despegaron la vista de la pantalla mientras presionaban los botones de manera eufórica, pero Jason le contestó - Está abajo, en su oficina, creo - Dijo mientras seguía disparando

- Gracias - Le dijo ella y se dispuso a ir con Bruce, empezó a caminar hacia la puerta que estaba camuflada en la parte de abajo de las escaleras.

Entró y se quedó impresionada viendo todo lo que había allá abajo, las múltiples pantallas, los Jets, el Batimovil, y muchas cosas más de las cuales Isabella no sabía el nombre. Emprendió el camino hacia abajo para buscar a Bruce, mientras caminaba observaba fascinada todas aquellas cosas, que ni de broma existía algo parecido en Temyscira. Siguió observando todo cuando al fondo, pudo ver lo que parecía la oficina de Bruce, agudizó su vista para ver y sí, Wayne estaba adentro tecleando unas cosas en su computadora y hojeando muchos papeles que estaban regados por el escritorio, Isabella avanzó firme hacia él, empezó a sentir un pequeño cosquilleo que iba desde su pecho hasta la punta de los dedos, empezó a abrir y cerrar sus puños en un intento de deshacerse de la sensación, pero no se iba, empezó a menear la cabeza para concentrarse en otra cosa, la puerta estaba abierta, así que sólo tocó la puerta, los ojos de Bruce se alzaron de los documentos para verla, se limitó a ver quién era y volvió a bajar la vista

- Pasa - Dijo él y señaló la silla que tenía al lado, era igual reclinable cómo la de él, se veía bastante cómoda

Isabella avanzó tímidamente hasta la silla y se sentó, pudo empezar a ver que los papeles estaban llenos de números, y el dispositivo que tenía en frente de él igual, escaneó todo lo que tenía el escritorio y finalmente escaneó a Bruce, traía una playera negra sencilla que le quedaba ajustada, pudo apreciar su musculatura debajo de ella e Isabella admitió que no se quedaba para nada atrás comparado con Clark, Bruce tenía lo suyo, lo último que vio fue su perfil, su mandíbula tensa, sus ojos fieros y la barba recién rasurada, aún de perfil a Isabella le parecía hipnotizante el rostro de Bruce, y por aquellas ideas bajó el rostro para ver los documentos que tenía frente a ella.
Bruce pudo sentir que la chica estaba tensa, no sé había recargado en el respaldo de la silla, estaba su cuerpo demasiado erguido y firme, como si no se quisiera mover, él no la quería mirar, temía volver a no poder controlar sus ojos tal y como en la mañana, suspiró lentamente sacando todo el aire en sus pulmones y por fin se dirigió a ella

- ¿Qué tal les fue? - Dijo él tranquilo y girando sobre la silla para poder verla de frente

Isabella imitó su acción y quedó de frente a Bruce - Bien, no hubo inconvenientes - Dijo ella ocultando el hecho de que Damián casi mataba a alguien

- ¿En serio? - Bruce casi podía apostar a que la chica le ocultaba algo, era imposible que todo hubiera salido perfecto, los ojos de Bruce se clavaron en los de ella con una intensidad feroz, si Isa bajaba la mirada sabía que Bruce podría saber que algo andaba mal, así que toleró su mirada y así estuvieron un par de segundos, sus ojos estaban clavados en el otro.

Los ojos de Bruce estaban como siempre, intensos, fieros y melancólicos, Isabella podía ver en los ojos de Bruce como si algo lo preocupara, lo atosigara, a pesar que transmitían seguridad y fuerza también tenían un brillo de preocupación, e Isabella podía verlo. Los ojos claros de Isabella le parecían bastante atractivos a Bruce, sus ojos casi color miel le eran tan bonitos, la mirada de la joven era diferente a las que Bruce había visto en su vida, había estado con muchas mujeres y muy diferentes, pero la mirada de Isabella nunca la había visto, tanta inocencia y amabilidad en unos ojos.