02

382 46 11
                                    

Pov Jungkook:

Fue un viaje de media hora, se siente super extraño estar en un auto. Pero no me quejo, es mejor que caminar.

Un gran portón de chapas y madera se abrió y entramos, esto para nada es un campamento. Es un mini pueblo.

Casas de madera formaban un círculo, en medio una de gran tamaño que sobresalía, la única con dos pisos.

Incluso los cultivos que Hoseok nos habló en el camino, Soyeon estaba emocionada; estudiaba agronomía antes, su aura cambió a medida que relataba y pensaba en cómo generar más cultivos.

Bajamos del auto, no sabíamos muy bien cómo actuar. Los nervios aumentaron al ser el centro de atención.

Un grupo rodeó el automóvil, Yoongi les entregó lo que pescamos. Entre tanto me quedé junto a Soyeon. Los ojos curiosos posan encima de ambos y me generó algo de ansiedad.

Más personas llegaron, estaban alrededor nuestro, la única reacción que me salió en ese momento era proteger a Soyeon.

Una tierna niña se acercó y amablemente nos dio agua, que accedimos agradecidos.

—¡Dejen respirar a los nuevos, muévanse!

Esa voz… Desesperadamente busqué de donde provenía, hasta que apareció.

—Jimin… — musite casi temblando, mis piernas perdieron fuerza de repente.

Él me miró, pude notar cómo sus ojos se cristalizaron. Vino hasta mí y me abrazó fuerte. —Kookie —

—Intenté buscarte, eran muchos. — Mi voz comenzaba a quebrarse, él era cómo un hermano para mí, estábamos juntos cuando comenzó todo. Pero era una orden de zombies, no supe en qué momento nos separamos.

—Shh... todo está bien, lo importante es que estás vivo — me susurró llorando.

Todo mi ser estaba en shock, no sé cómo reaccionar, ¿estaré soñando, o morí? Fueron mis pensamientos más locos.

Empero; era real.

Demasiado real.

Nos alejamos cuando volvió a formarse un círculo de gente alrededor nuestro. Jimin velozmente quitó las lágrimas que aún tenía, y miró fijamente a alguien detrás mío.

Di una media vuelta, chocando con él… Su rostro era más maduro, el cabello lacio castaño ahora tenía rulos y hasta más oscuro, su cuerpo también cambió. Pero seguía siendo tan malditamente atractivo.

—¿Tete? — Fue lo primero que salió de mi boca, logrando hacer reír a todos.

Recordando al joven que se escondía en las gradas, usaba gafas y siempre ropa vintage, era un misterio; hasta que exponía, su inteligencia elogiada por cada maestro, él solo agradecía tímido.

Era lindo. Una masita que olía a vainilla, en varios clubes escolares, aunque mantenía cierta distancia con el resto que nunca pude cruzar.

—Jungkook, no… — Oí balbucear a Hoseok. 

Él me miró, pero de una manera tan fría y seria.

—Denles algo de comida, y que se vayan— culminó, cómo si se tratará de desechar unas bolsas en vez de dos seres humanos.

Hice un paso atrás y divisé asustado a Jimin.

—¿Qué, estás loco Taehyung? — Respondió Jimin, poniéndose frente a mí.

Taehyung no dijo nada más, giró y se fue. Sin prestar atención a los gritos de Jimin o Hoseok.

—Descuida, no queremos traer problemas — Dije, mientras dejaba en el suelo la botella de agua.

—De ninguna manera, Jimin tenemos que hacer algo — decretó Hoseok.

Jimin asintió y puso su mano en mi hombro—. Hobi va a llevarlos hasta mi casa, pueden darse un baño y comer algo, yo iré a hablar con Taehyung —

Accedí y comencé a seguirlo, pensando en que podría comer y bañarme sin miedo a morir, quise concentrarme en aquello para olvidar el encuentro amargo con Taehyung.

Lost Soul (Kooktae) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora