Título En Ser Un Imbecil.

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Tuve que ser tan cruel

La arena sobre las heridas, lastima. Y eso no es secreto para nadie. Mi cuerpo está cubierto de arena, y marcado por heridas que no quieren ser sanadas. Hoy ni siquiera puedo arrancar el frío de mi cuerpo, aún estando bajo el calor que expide el sol. El agua no sacia mi sed, y la comida ya no tiene razón para entrar en mi, siento un vacío que sé no podre llenar en mucho tiempo. Sin problema, puedo decir que ya no tengo motivos para seguir.

Mis manos tiemblan, y las heridas arden bañadas en aceite de motor. Hoy, de rodillas sobre la arena teñida por última vez de sangre, sangre carmesí de mi propio cuerpo. Yo estoy y seguiré aquí, siguiendo con la mirada un rastro que se va borrando por el camino del viento que hoy sopla como una briza dulce.

Cuando sabes que debes irte, debes irte.
¿No es así?

Soy muy consciente de que no hay manera en que yo pueda frenar sus pasos, sin lastimarlo una vez más en el proceso. Durante mucho tiempo fui experto en el cruel arte de saber como hacerle daño, y sé que mi egoísmo le costaría la vida si volviera a intervenir. Por eso no me siento con el derecho de exigir su permanencia a mi lado, por eso lo dejo ir sin que él tenga que oír de mi reproche alguno.

Me equivoque de tantas maneras, y cometí mi peor error al no aceptar y solucionar mis problemas, al ser tan idiota, dejando que mis emociones tomarán control sobre mi sometida mente dormida. Quizá, aprendí muy tarde aquello que las personas comunes nacen sabiendo, y no culpo a mi padre ausente de mis deficiencias, porque incluso él se ofreció a mi ayuda y solo recibió de mi violencia y rechazo.


Y esta bien así.

Es tarde para un nosotros, pero aun no es tarde para mi. El viento del cambio aun puede soplar sobre mi discurrir. A cada paso, estamos más lejos, pero a mi corazón lo mantendré cercano, esa es la forma en que empezaré a vivir.

Está claro, esta no será la primera ni última vez que se me vera llorando, pero si la primera vez que no culpare a nadie de lo cometido por mi. Mi llanto cierra e inicia la historia, aquella que he conocido trágicamente, siendo yo víctima del tiempo y de mis defectos, siendo él víctima de mi.
Admito mi culpa, y la cargare sobre mi espalda.

Y hoy, mientras el viento sopla, desacomodando mis cabellos. Hoy, que el sol se va despidiendo a mis espaldas, que mis brazos se encuentran vacíos, que el caos se inundó en silencio, hoy que ya no puedo probar sus labios...


Hoy, sé que sólo es el inicio de un algo.

No hay justificación para mi, y así avanzare. Tomaré mi mente inmadura y la moldeare con ayuda de mi padre, entrenare mi cuerpo hasta romper mis límites, porque los límites están para romperse. Hoy, me levantaré de la arena, y me mantendré de pie, avanzando. Demostrare todo lo que estoy dispuesto a sacrificar para que la próxima vez que lo encuentre, pueda retenerlo entre mis brazos.


Kedamono Ookami, te encontraré.


Ookami, discúlpeme.


Kedamono, este es nuestro libro de texto.


-Kedamono... Voy a alcanzar el cielo.

ඩා

"Our Textbook..." Popkeda ~ Kedamono x Popee Donde viven las historias. Descúbrelo ahora