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A Lewis le costó pasar saliva, su pantalón le había empezado a apretar su entrepierna, daba gracias a la oscuridad que cubría su parte inferior de su cuerpo, así Sergio no se daría cuenta de la situación en la que lo había puesto.

-Y cómo lo has hecho saber-. Preguntó curioso, mirándolo con deseo.

Sergio seguía acercándose peligrosamente a Lewis, se estaba dejando llevar por sus deseos carnales hacía el británico, pero en ese momento ya no tenía ni idea de lo que hacía.

-Así-. Dijo sensualmente en su oído mientras que con una mano tocaba la entrepierna de Lewis satisfecho por lo que había logrado en él.

Sergio comenzó a reírse como desquiciado, había hecho que Lewis se pusiera duro por él.

-Eres un desgraciado-. Su corazón iba a estallar, se había excitado demasiado.

Sergio estaba por tomar distancia, cuando de un momento a otro el moreno lo había jalado hacía él y ahora ambos se estaban fundiendo en un beso salvaje, subido de tono.

Lewis no se había podido resistir, ver esa parte traviesa de Sergio le había hecho perder la cordura y no se iba a quedar con las ganas.

El beso se intensificaba a cada segundo, el británico lo pegaba más a su cuerpo, ambas entrepiernas se habían rosado, Sergio no pudo evitar soltar un gemido que provocó la perdición de Lewis.

Ya que ambos se habían sacado las playeras anteriormente hacía que la situación se sintiera más caliente.

Lewis bajó sus manos hasta los muslos de Sergio y los apretujó con demasiada fuerza que puso más caliente al mexicano.

-Aa..ah~, Lewis-. Gimió en los labios del británico por la excitación que eso le provocó.

Checo dejó de besar a Lewis y se arrodilló lentamente, le desabrochó el pantalón y sacó el pene del británico que solo lo veía con lujuria.

Ver el gran pene de Lewis le había hecho agua la boca, a pesar de la oscuridad lo podía ver claramente, de buen tamaño y duro.

Sin pensarlo más empezó a lamerlo, lo humedeció lo suficiente y se engulló en él.

Lewis hizo su cabeza hacía atrás, Sergio estaba haciendo un buen trabajo, si no, la mejor mamada que le habían hecho en su vida, hundió sus manos en el cabello del mexicano y con el límite y el cuidado de no ahogarlo le metió más al fondo su falo simulando embestidas.

Cuando estaba a punto de correrse, separó rápidamente a Sergio de él, lo tiro con desesperó al suelo, le repartía besos en el cuello y abdomen mientras le quitaba el pantalón volvía a los labios del latino para devorarlos nuevamente.

Juntó sus penes y comenzó a frotarlos, Lewis disfrutaba de la vista que tenía de Checo, estaba perdidamente excitado y eso le gustaba.

Por otro lado, el mexicano se estaba dejando llevar por el placer que el británico le estaba proporcionando, si no lo sentía adentro ya, se iba a volver loco y como si sus pensamientos fueran escuchados sintió como se introducía un dedo dentro de él, le dolía, su entrada ya no estaba acostumbrada desde hace tiempo.

Después sintió un segundo dedo y le había molestado un poco, pero sabía que era parte del proceso, unos segundos más y ya estaba más que preparado. Dejó de sentir los dedos y en su lugar sintió algo más, lo quería dentro ya, pero el otro estaba disfrutando de su sufrimiento, jugaba con su entrada.

-¡Mételo ya, carajo!-. Ordenó. El otro muy obediente lo hizo, entró de una sola estocada.
-Aaa...ah~ mierda-. Se quejó de placer.

-Joder Checo, estás muy apretado-. Dijo con voz pausada apretando los dientes. Se había sentido tan bien.

Volvió a besar al mexicano y comenzó a dar estocadas rápidas, quería devorarlo completamente, hacerlo suyo. Tomó sus piernas y las puso encima de sus hombros para adentrase más en él.

-Aaa...ah~ más rápido-. Pidió.

Para Lewis lo que Sergio le ordenara se lo complacería, todo lo que él quisiera se lo daría, no lo pensaba solo porque estaba borracho, pero sí desde que lo había visto sonreír. Sería un esclavo de esa sonrisa.

Embistió más fuerte y más rápido, sintió las uñas de Sergio clavarse y rasguñar su espalda, era un dolor placentero.

Sergio se corrió mojando ambos abdómenes y cuatro segundos más se corrió Lewis.

Sus corazones y sus respiraciones estaban agitadas. Lo habían disfrutado.

-Soy sabroso, ¿No?-. Dijo tratando de respirar más calmado. Una sonrisita traviesa se dibujó en sus labios.

A Lewis se le aceleró más el corazón, si Checo seguía haciendo eso, a ese paso iba a matarlo de un paro cardíaco.

-Ya lo comprobé-. Le dijo cerca de su oído y aprovechó para morder su lóbulo.

Sergio se estremeció y cerró sus ojos disfrutando de aquel acto del británico.

Lewis se levantó y agarro una prenda cercana a él, delicadamente limpió a Sergio y después se limpió él, dejó la prenda en algún rincón del lugar, pobre del tipo que agarrara la prenda con las manos.

Volvió su vista a Checo que se había quedado dormido en un instante.
Sonrió enternecido y se dispuso a vestirlo para proceder a vestirse él.

Se acostó a un lado de Sergio y también se quedó completamente dormido.












Ya ni sé que estoy escribiendo, siento que esto paso muy rápido xd, pero ni siquiera tengo ni idea de lo que escribiré en el siguiente capítulo.

No quise meter mushas cosas 🥵😼.
Porque fue algo de momento, diría algo de una sola noche, pero ni modos de que sea algo de 24/7 xd. En otras palabras un acoston y ya 😂🥵.

Estado:
Triste por Ferrari 😪

MATRIMONIO ARREGLADO || CHEWISDonde viven las historias. Descúbrelo ahora