𝐌𝐲 𝐎𝐧𝐥𝐲 𝐁𝐨𝐲

Garabatos..

Ubicación
Sala De Castigo.

Ao'nung comenzó a trazar líneas en su cuaderno de notas, dibujando garabatos de cualquier cosa con entretenimiento, ignorando su alrededor por completo mientras sin percatarse que alguién había entrado en la habitación. El siguió centrado en sus pensamientos y asuntos, ni siquiera escuchó el portazo que había resonado en todo el lugar juntó algunas maldiciones. Nada fuera de lo común en este sitio, después de todo.

—Veo que te gusta mi abrigo. -Neteyam aparece por detrás, ladeando la cabeza mientras observa el perfil del otro joven.

La repentina voz tras su espalda causa un chillido bajó en el Omega distraído, automáticamente se giro de su lugar para encararlo y descubrir al culpable, se llevó la sorpresa de verlo tan cerca de su espacio, la cercanías era lo suficiente corta para que sus narices se toquen levemente. No fue el único en notar aquello y ambos se alejaron al instante de aquello, cada uno avergonzado y nervioso. Ao'nung no había logrado percatarse que estába el.

—Lo siento. -Se disculpa por notar su incomodidad, su sonrisa se desvanece por creerse una molestia.

—¿Cuál abrigo? No se de que hablas. -Pregunta antes de simular no saber a que se refería cuándo logra calmarse del susto.

El Alfa le dedicó una mirada con el claro mensaje de incrédulo y que no lo trate de imbécil.

—Tonto, el que llevas puesto. -Señala lo obvio-. Es la tercera vez en la semana que te veo con el.

—.... Ah.

El Omega quizo matarse ahí mismo por ése último detalle. Tenía jodidamente la razón, estuvo todo el tiempo ignorando su presencia y usando su abrigo como si fuera suyo o fueran conocidos de hace mucho, en parte fue de gran ayuda ya que los demás Alfas que conocía y querían joderle la vida, simplemente se iban o lo evitaban apenas sentían el aroma ajeno. Aunque eso no quita el hecho que es un ladrón por llevarse algo que no le corresponde, pero fue por una buena causa.

Intentó inventarse algunas excusas mentalmente. Prefirió hablar por una vez con sinceridad, más de la que ya hacia con Neteyam.

—Es cómoda.. Y tiene un buen aroma. -Declara abiertamente el Omega, sin todavía despegar su mirada de el-. Es muy agradable de sentir.

Neteyam se quedó callado por haberlo escuchado, su rostro tuvo un pequeño sonrojo en sus mejillas, uno que pasaría desapercibido de lejos a excepción de este momento por la distancia que tenían. Ao'nung prefirió admirar las pequeñas pecas en el rostro del ajeno, viendo como su reacción llega después de un tiempo.

Su comentario fácilmente puede interpretarse de una forma de cortejo o algún cumplido fuera de lo común. No todos los Omegas sienten comodidad por el aroma de un Alfa cualquiera, cada uno tiene una sensación diferente al sentir a alguien especial, indirectamente estaba diciendo que eran compatibles y que se sentía seguro con el. No estaba lejos de lo cierto pero es un golpe bajó, de solo pensar que sus instintos estaban en su contra.