Hechizo - Spruan
A Juan le gusta Spreen
A spreen le vale pija Juan
Juan decide intentar un hechizo que le ofreció un hombre extraño. No imagino que fuera tan exagerado ese hechizo.
Definitivamente estaba harto, ¿No se pudo ir a vivir más lejos? Ya varias veces llegaba tarde y el profeta lo tiraba a la lava, eso lo tenía harto.
Así que decidió salir más temprano de lo que normalmente sale de su casa, casi dos horas antes, uhg.
-Profeta de mierda, eres un puto y tarado. -juan se repetía mientras subía las últimas escaleras para llegar a la iglesia. Llegó casi 30 minutos antes.
A penas entro, pudo notar un silencio infernal. Solo se escuchaba sus pasos resonar y hacer un pequeño eco en toda la instalación.
Camino hacía la iglesia en silencio, y cuando llegó a las primeras sillas pudo notar un sombrero negro.
Supo de inmediato que era ese arrogante y temible empresario. "Spreen" el que con decir una sola orden tenía a todo un pueblo de su lado. Spreen estaba mirando hacia el frente, totalmente callado y sin decir ni una sola palabra.
Juan sabía que el llegaba temprano pero no pensó que tanto xd.
Juan se acercó y se sentó el la otra esquina del banco. Spreen parecía estrañado, casi nadie llegaba a esa hora. Juan lo miro directamente.
Tenía que confesar que desde que llegaron a esa isla tenía una especie de atracción extraña con aquel oso, tal vez sería por su ex- esposa la cual también era un oso y eso le recordaba a ella sin embargo quería pensar que no.
Spreen se le hacía extremadamente atractivo, sus facciones masculinas, su porte de empresario y su semblante serio. Quería saber que se sentía dominar completamente a ese chico dominante. Sin embargo decidió ignorar todo y espero pacientemente a que la misa empezará.
La misa empezó y escucho esa molesta música la cual lo desesperaba de solo escucharla. Todos llegaban corriendo y sudando, definitivamente le tenían miedo a el Profeta.
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La misa había terminado, Juan tenía ganas de hablar con spreen, todo mundo estaba saliendo pero el no lo hacía. Cuando el oso se paró decidió acercarse a saludarlo.
-¡Hola! Vi que llegaste temprano. -dijo con una sonrisa en su rostro.
Spreen lo miro seriamente y sin importancia alguna.
-Creo que lo correcto sería, tu llegaste temprano hoy. Nunca veo a nadie a estas horas.
Juan se sonrojó de inmediato, tenía razón obviamente ese tipo llegaba dos horas antes a cualquier compromiso. (Sisoi)
Spreen lo miro directamente y se retiro sin decir ni adiós. Definitivamente a spreen no le importaba nada más que el, su negocio y su gato.
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