Profesor ✓ Min Yoongi.

²⁷

Min Yoongi POV.

Llevo minutos mirando a la nada dentro del salón, los alumnos salieron hace rato porque ya había terminado la hora de clases. Cuando finalmente volví en sí largué un suspiro profundo y largo, estaba cansado del trabajo, necesitaba vacaciones. Levanté todas mis cosas y caminé hacia la salida a buscar mi auto donde lo estacioné, ya no había nadie más que los de limpieza preparando para los alumnos del turno tarde.

En la entrada del colegio ví a Eunji afuera al final de las escaleras, parecía esperar algo mientras miraba de a ratos su celular en mano. Me acerqué lentamente mientras bajaba los escalones en total silencio porque ni siquiera me sintió. La escuché suspirar.— ¿Necesitas que te lleve?— pregunté. Se dió la vuelta para mirarme, era la primera y única vez que en el sia habíamos hablado o incluso mirado.

—No, ya me iré.. en breve.— noté la inseguridad en sus palabras por lo que no le creí.

—No te ves tan segura.

Suspiró de nuevo.— Es Haneul, tenía que venir a buscarme porque tiene el auto pero al parecer se le olvidó y no puede. Maldita niña parece que tiene cosas más importantes que hacer.—dijo molesta y quise reír.

—Tranquila, quizás las tiene.

—Sí, ir a conocerse con alguien y olvidar a su hermana es totalmente importante.— guardó su celular al ver que no había respuesta alguna. La culpable de mi distracción en clase estos días está enfrente mío y de nuevo, en vez de esquivarlo, la atraigo más.

—Te llevo a tu casa.—me miró levantando una ceja, incrédula.— Al menos ya sé donde vives, vamos te llevo así no gastes en algún transporte público. Pero si quieres hacerlo y esperar horas puedes hacerlo.— nos miramos por unos segundos, pero para mí fueron eternos y no me molestaba, la miraría todo el día.

—Está bien.—espero no haya notado la manera en la que mis ojos se abrieron sorprendido porque aceptó irse conmigo.— Deseo llegar a casa ya. ¿Donde está tu auto?— saqué mi llave del bolsillo y presioné el botón de seguridad dejando escuchar el pitido del auto estacionado cerca de nosotros. Entonces ambos fuimos a nuestro rumbo. Subimos en silencio dejando escuchar solamente los ruidos de las puertas y movimientos dentro el auto junto al ruido de mis llaves.

Manejé camino a su casa sin decir ninguna palabra, ninguno lo hizo. A mí me gusta el silencio pero este ya era abrumador.

—¿Estás cansada? Te ves un poco así.—hablé después de diez minutos. Por el rabillo del ojo pude ver cómo bajó su celular de su visión y miró el camino.

—Un poco, cada vez voy sintiendo un poco más el cansancio de trabajar ahí dentro. ¿Cuánto llevó ya ahí?— pensó para si misma.— Ya van algunos meses. Al principio me sentía como nueva y hacia todo sin quejarme pero ahora..

—Quieres solamente dormir todo el día mientras tu hermana mayor te despierta después con una buena comida que solo ella sabe hacer.— respondí por ella. Me miró mientras conducía.

Rió cortamente.— ¿Como sabías que iba a decir eso?

—Porque lo sabía, quizás aún te conozca.—dije sabiendo que posiblemente eso causa un silencio entre nosotros. Lo hubo. Además la sonrisa pequeña que tenía ella antes ya no estaba ahora. Lo único que nos salvaba era que habíamos llegado a destino. Miré su casa, luego a ella cuando no hacía nada aún por bajar.— ¿Pasa algo?— Eunji levantó su mirada hacia mí, aquellos ojos marrones querían decirme algo que quizás ella no se anima del todo.

—¿Quieres... quieres pasar?— preguntó mirándome fijo, nuestras miradas quedaron estancadas porque su invitación me había sorprendido, no iba a mentir, no lo esperaba.