Ángel

40. Te estás equivocando

MARATÓN 2/3

Daniela

Después de que Poché se fuera de la casa me puse a pensar y es que debo confiar más en ella, pero es que los celos me ciegan cada vez que Amanda está cerca.

—Mami Dani ¿mami Poché no viene hoy?—preguntó Adri haciendo puchero, sé lo mucho que ama a su madre.

—No sé mi amor, espero que sí—dije con la esperanza de verla cruzar esa puerta—pero tenemos que cenar porque se nos hará tarde—nos sentamos y nana con Suri nos empezaron a servir, la verdad es que ninguna de las dos teníamos ánimos de comer, queríamos que esa chaparra estuviera aquí con nosotras—come mi amor—

—No tengo hambre mami—dijo triste.

—Adrí sé que quieres que Poché esté aquí yo también lo quiero pero no sabemos si vendrá y tu no puedes saltarte la cena te hará daño, porque sé que sí tienes hambre—asintió triste.

—Que bueno que vine entonces—volteamos rápido al escuchar su voz. Adri saltó sobre ella y ella la llenó de besos haciéndome sonreír al instante—¿Me extrañaste?— 

—Mucho mami, las dos lo hicimos—dijo y ella volteo a verme.

—Gracias al cielo que viniste Poché que estas dos estaban con caras largas por tu ausencia—comentó mi nana y y me sonrojé.

—Perdón por llegar tarde pero es que tenía que arreglar una maleta—

—¿Maleta?—dije de inmediato—¿Te vas de viaje?—

—En realidad me voy a mudar—dijo y las tres la vimos sorprendidas.

—¿A dónde mami?—preguntó Adri.

—Mami Dani me dijo que me mudara a esta casa y yo acepté ¿a menos que te hayas arrepentido?—sonreí por eso, así que no lo pensé mas y me acerqué a ella y la besé aún con Adri en medio.

—Te amo—dije y ella sonrió.

—Yo te amo a ti y a ti—dijo haciéndole cosquillas a nuestra hija.

—Ya mami para, mami Dani ayúdame—gritaba Adri, ella paró y nos quedamos viendo.

—Las amo con toda mi alma—dijo y Adri y yo la besamos las mejillas.

—Estoy feliz por que por fin te mudas mami, ya me hacías falta aquí—

—A todas nos hacía falta—comento Suri y nosotras asentimos.

—Espero no volver a irme—dijo y me sentí mal por eso, fui yo quien la sacó sin justificación.

—Perdón por eso—dije haciendo puchero y ella me beso.

—Perdón por lo de esta mañana—comentó y recordé el motivo por el que peleamos.

—Tenemos que hablarlo—ella asintió—pero antes cenemos por favor como la familia que somos—cada uno tomó su lugar y cenamos como lo hacíamos antes en medio de conversaciones, risas por las ocurrencias de Adri y sobre nuestro bebé, teníamos que arreglar otra habitación para él o ella en dado caso sea intersexual. Siento que mi amor ya lo está asimilando un poco y eso me gusta. Obviamente también entiendo su miedo pero quiero dejarle claro que juntas vamos a poder hacerlo.

Terminamos, jugamos un poco con Adri y luego la fuimos acostar porque ya tenía sueño, nos fuimos a la parte de la piscina y nos acomodamos en una butaca.

—Hace un día increíble—comenté al sentir la brisa.

—Sí—se limitó a decir mientras acariciaba mi vientre—¿crees que será como yo?—preguntó refiriéndose a nuestro hijo.