❁ 05 ↬ Holly ❁

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JiMin tuvo un día de esos que le gustaba denominarle días flojos. Eran esa clase de días donde pasaba todo el tiempo con sueño, en el que las clases eran lentas y aburridas, en que el clima era perfectamente calentito para adormecerlo y en el que todos sus amigos tenían la misma somnolencia.

—¿Quieren un helado? —preguntó JungKook, dejando de lado las hojas que estaban sobre la mesa —Yo podría ir por ellos.

—Oh, sí, eso sería realmente genial —aseguró TaeHyung, comenzando a estirarse con pereza.

—Yo quiero uno de chocolate y frutos rojos —pidió inmediatamente JiMin, buscando su mochila para sacar su billetera.

—El mío de vainilla y... no lo sé —soltó Tae.

—¿Dulce de leche? —propuso JiMin a su amigo y éste simplemente asintió.

—Dulce de leche.

—Bien, uno de chocolate y frutos rojos y el otro de vainilla y dulce de leche —repitió JungKook, tomando el dinero de sus amigos —Ya vuelvo... y el vuelto es mío.

Ambos mayores simplemente asintieron distraídos y cuando JungKook salió de la sala de estudio, el alfa miró con los ojos entrecerrados al de apellido Park.

—Tu celo está cerca ¿Cierto?

—¿Por qué preguntas?

—Sueles comer cosas muy dulces cuando está cerca —explicó el más alto y JiMin asintió sorprendido.

—¿Cómo te fijas en esas cosas?

—¿Para qué estudio psicología si no es para analizar a mis amigos? —el alfa sonrió —No creas que no sé qué sugeriste que pidiera dulce de leche para poder comer tú.

—Bien, tú ganas, se supone que hoy en la noche o mañana en la mañana me va a llegar —explicó JiMin —Pero la verdad me siento hinchado y algo acalorado, así que probablemente sea hoy en la noche.

—Que mal, me imagino que estás realmente incómodo —soltó el alfa, mirando de reojo a su amigo —¿Quieres que te vaya a dejar a casa?

—No te preocupes, puedo sobrevivir —aseguró el omega, dándole un suave golpecito con los dedos en la punta de la nariz a su mejor amigo —Pero agradecería que te frotes contra mi antes de irme, me puse neutralizador suficiente, pero por si las moscas.

—No hay problema, podrías pedirle a JungKook que te preste su camisa de voleibol, estaba llena de sudor.

—Tampoco te pases.

Los amigos simplemente comenzaron a reírse y cuando llegó JungKook con los helados, abandonaron el estudio momentáneamente para poder disfrutar el dulce de crema, leche y saborizante.

Después de una hora, lo único que se escuchaba en la sala de estudio era el pasar de las hojas, el lápiz de TaeHyung mientras hacía anotaciones y el suave ronquido de JungKook.

JiMin miró el cabello desordenado del durmiente alfa y estiró su mano para peinarlo suavemente contra el sentido original de la partidura. Se sentía un poco raro ver un rostro tan maduro, ya que había conocido a JungKook cuando apenas tenía quince años, con una cara de bebé innegable, pálido y delgado, todo lo contrario al actual joven que era musculoso, un poco más bronceado y con unos rasgos mucho más marcados.

—¿Qué piensas tanto? —consultó TaeHyung en voz baja.

—Sólo admiraba lo mucho que creció este mocoso —explicó el omega, acarició la mejilla de JungKook con sus nudillos y pudo sentir una leve aspereza del vello facial al llegar a la mandíbula, donde era más complejo pasar la máquina de afeitar —No podrías saber de lo que hablo, lo cuándo lo conociste ya estaba mucho más fornido.

An Alpha With a Dog [YoonMin]Where stories live. Discover now