Capítulo 67

552 35 9
                                    

Narrador T/N:

Todo iba de maravilla, ya habíamos ordenado y nos encontrábamos degustando de nuestros respectivos platillos.

Todo estaba muy bueno, aunque es bastante obvio que no es lo mismo a cuando era humana, pero no me quejo, con Katherine a mi lado todo es perfecto.

Katherine: ¿Qué tal la comida?

Mis ojos no se despegaban de la hermosa sonrisa que adornaba su rostro.

-No sabe igual a cuando era humana, pero no me quejo.

Me reí y ella me imitó.

Katherine: Bueno, te iba a invitar a un hospital.

¿A un hospital? Acaso quedra visitar enfermos o qué.

- Ah ¿si?

Le respondí con burla y cierta confusión. 

Katherine: Sí, pero creí que no querrías ir y buscar tu propia cena.

Su mirada me dijo que realmente esa opción se cruzo por su cabeza.

-Querías que fuera a... ¡Oh por dios Katherine!

Ella comenzó a reírse.

-Creí que querías ir a visitar enfermos.

Ella bebió un poco de su copa e hizo una pequeña pausa.

Katherine: Sabía que no aceptarías...

Nuevamente se rió y llevo la copa con vino a sus labios.

-Tienes razón, fue mejor idea venir aquí.

Di un leve vistazo a mi alrededor y luego regresé mi vista al amor de mi vida.

-Sabes...

Creo que es un buen momento para comenzar mi plan, o el plan de Caroline. Que para ser sincera se me ha olvidado el diálogo que prácticamente me hizo aprender, los nervios estan corriendo por todo mi cuerpo, pero ni modo tendré que improvisar. Solo diré la verdad.

-Te amo mucho Katherine, eres tú, siempre fuiste tú.

Busque sus manos y las uní con las mías.

-Pude estar enamorada antes de conocerte, pero nunca logré sentir lo que siento contigo, lo que siento por ti.

Observé sus ojos, brillaban y a través de ellos miraba el reflejo de los míos que comenzaban a cristalizarse. No quiero llorar, no ahora.

Con un pequeño y rápido movimiento pase mis manos por mis ojos. Entrelace una vez más nuestras manos.

Y ella sonrió.

-Y es porque a ti te amo con una intensidad inigualable. Me ayudaste a encender mi humanidad.

A mi mente vino aquel recuerdo de nuestro primer beso, la manera en que logró enamorarme y la sonrisa se me escapó sin darme cuenta.

-Debo aceptar que desde la primera vez que te miré me enamoré de ti, no te lo dije porque ni siquiera yo lo quería aceptar...

Una risa nostálgica salió de mi boca.

-Ni quería aceptar que estabas logrando hacerme sentir algo que era evidente había apagado, tenía miedo a aceptarlo y sobre todo a confesartelo a ti.

Me reí. Pues recordarlo aún me hacía sentir como una idiota.

-Me vería como una estúpida confesandole a la inigualable Katherine Pierce que sentía cosas por ella.

Su atenta mirada seguía clavada en mis ojos.

Katherine: Sin saber que yo comenzaba a sentir lo mismo.

El miedo al rechazo no me debaja mirarlo.

-Cuando me confesaste tus sentimientos, hiciste que yo aceptará los míos. Me hiciste encenderla y lograste que sintiera lo que creí que no volvería a sentir por nadie.

Llevé sus manos a mis labios y le di un pequeño beso a cada una.

-Quiero qué sepas que te respeto, te admiro y te amo. Te respeto y admiro por todo lo que has pasado, eres fuerte, amor.

Podía notar que estaba nerviosa, pero dudo que tanto como yo, si supiera lo que voy a hacer.

-Pero no quiere decir que acepte tu manera de sobrellevarlo.

Sabe muy bien a que me refiero.

Katherine: Mi manera es divertida.

Respondió, riéndose.

-Oh no, no lo es.

También reí.

-Yo me enamoré perdidamente de Katherine Pierce pero... Me enamoré aún más cuando me mostraste a Katerina Petrova, esa linda y joven chica que creía en el amor, esa chica que todos creen que murió el día en que te convertiste en vampiro, me mostraste a mí a esa chica que todos piensan que ya no existe e incluso que nunca existió.
Por eso te amo aún más, porque tengo el privilegio de poder conocerla y de amarla de la misma manera que a Katherine Pierce. Te amo.

Ella separó una de sus manos y la llevó a mi mejilla, la acarició.

Katherine: Yo también te amo.

Dió un suspiro.

Katherine: Contigo soy tan vulnerable... Me haces sentir cosas las cuales ni siquiera sentí cuando era humana. Yo también me enamoré desde la primera vez que te miré.

Aún recuerdo aquella insistente mirada que sentí por un largo tiempo e intenté ignorar.

Katherine: No lo aceptaba porque creí que me haría débil. Y me di cuenta que hasta cierto punto lo hizo... Porque tú eres mi debilidad y si algo te llegará a suceder yo lo sentiría.

Sé lo mucho que le cuesta abrirse de esta manera y eso solo logra que sea más especial.

Katherine: Temo perderte, por ello te demuestro todo lo que siento por ti.

Mi sonrisa seguía fielmente en mis labios.

Katherine: También eres mi fortaleza, me generas sacar fuerzas de donde no las tengo, me haces querer seguir adelante, y si no te tengo a mi lado tú misma haces que luche para hacerlo...

Creo que las lágrimas en mis ojos ya eran imposibles de detener.

Katherine: Te amo demasiado, como no tienes idea, porque fuiste, eres y serás la única persona de la cuál yo podré enamorarme.

Con sus manos intentó secar mis lágrimas.

Sonreí al sentir su contacto.

-Te diré algo importante. Cuando era humana nunca pensé en hacer esto, realmente creía que era una estupidez, un cliché de película, una tontería.

Creo que es momento de decírselo.

-No entendía el porqué la gente lo hacía, no le encontraba el sentido. Y cuanto me convertí en vampiro menos lo hice, en cambio cuando te conocí, todo cambió, quería y quiero hacer todas esas cosas contigo y estoy a punto de pedirte la primera.

Iba a decirlo, pero Katherine habló primero.

Katherine: Las haremos, amor. Yo también te tengo que decir algo importante.

Oh vamos Katherine, te das cuenta de mis nervios y todavía me interrumpes.









SIEMPRE FUISTE TÚ Where stories live. Discover now