Louis Tomlinson es un criminal que roba para los pobres en el reino de Meirionnydd, el cual cada vez que ha puesto un pie en las mazmorras es liberado gracias a su cercanía con la reina; Harry Sherwood... pero dicha cercanía da mucho de que hablar y...
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—¡Alto! ¡Alto en el nombre del rey! —gritó Jasper, el capitán de la guardia real, al tiempo que cabalgaba en su honorable y leal corcel; persiguiendo a dos peligrosos criminales por el reino de Meirionnydd.
Louis Tomlinson, uno de aquellos criminales, hizo oídos sordos ante la orden del Alfa rubio y siguió corriendo junto a su buen amigo; esquivando a la gente, a los animales que iban en ganado y a los puestos del mercado de la ciudadela que estorbaban en su rápido andar.
Una que otra persona les saludaban con una cálida sonrisa y los dejaban pasar sin pero alguno. Mientras que otros reían ante la situación de su criminal favorito.
—¡Hola, Louis! —le saludó Gwen, una pueblerina de cabellos castaños y rizados que cargaba una cesta llena de alimentos para los animales de la granja de su señor. —¡Qué bien te ves hoy! —dijo de manera coqueta cuando pasaron trotando cerca de ella.
—¡Tú también, preciosa! —gritó en respuesta el ojiazul, provocando un sonrojo en la joven que les lanzó dos manzanas a los jóvenes amigos. Ambos las atraparon en el aire.
Louis miró a su acompañante al morder aquella jugosa fruta, el otro negó con la cabeza con una sonrisa, para después imitar su acción. Los dos Alfas soltaron una limpia carcajada y siguieron corriendo por sus vidas; literalmente.
Para evitar su fatiga y para que su escape fuera aún más rápido, un hombre de edad mayor les brindó uno de sus caballos amablemente.
Tanto Louis como su mejor amigo y socio, Zayn Malik, agradecieron aquel gesto y subieron al caballo; el pelinegro tomando las riendas de aquel corcel.
Debido a la velocidad del animal no les tomó mucho problema el alejarse de los caballeros del rey con bastante ventaja. Pero eso se terminó cuando Tomlinson le ordenó frenar al otro Alfa al divisar a una pobre gitana y a su pequeña hija ser molestadas por una pandilla de bandidos del pueblo.
Cuando se detuvieron en el camino, el ojiazul bajó del caballo de un ágil salto.
—¡Louis! —regañó el de ojos color avellana. —¿A dónde creés qué vas, eh? —preguntó.
—Debo ayudarlas —respondió simple, Malik arqueó una ceja inconforme. Tomlinson le ignoró y le tendió dos bolsas que Zayn ató al caballo a cada lado. —Ve al refugio y reparte el contenido de la primera bolsa y mañana repartiremos la otra con el pueblo. —Louis ordenó, haciendo referencia a las brillantes monedas de oro que contenían aquellas bolsas de tela. —Después te alcanzo.
—¿Y qué sí te atrapan? —cuestionó un preocupado Zayn.
—Tú tranquilo Zee, sí me llega a pasar algo, sabes que tengo mis contactos en el castillo. —Tomlinson comentó burlón y le guiñó un ojo a su fiel compañero, para después irse corriendo hacia el encuentro con la pandilla con su espada en mano.
El pelinegro lo vió partir y rodó los ojos, su mejor amigo no tenía remedio.
Malik tiró fuerte de las riendas del caballo para después irse hasta el refugio que estaba escondido en el frondoso bosque; dejando un rastro de polvo en su camino.
