La foto [Good Omens]

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Pasé toda la mañana recostado en el sillón. No tenía nada que hacer, excepto mirar televisión y comer.

Cambiaba el canal de la televisión como cincuenta veces era muy aburrido no había nada que ver. Decidí levantarme del sillón y hacer una lista para hacer las compras.

-Muy bien la lista está hecha ahora solo iré a la tienda.

Conduje por la ciudad escuchando; Mozart, era relajante a decir verdad, ayudaba en distraerme de todo lo que está pasando en estos últimos días. Al llegar a la tienda estacione el auto, agarre un carrito y comencé a buscar las cosas.

Iba por el pasillo de los cereales. Miraba los precios, buscaba los precios más baratos.

-Creo que nada aquí es barato.

Escuche a otra persona hablar no se si a mí o a alguien más.

-Es a mí?- Pregunté ya que no había nadie más ahí.

-Supongo, Soy Gabriel- Extendió su mano hacia mi en forma de saludo.

-Soy...Aziraphale, un gusto- Agarre la mano del contrario.

-Así que día de comprar, ah?

-Si, creo que si- Seguí mirando las cosas.

Estuvimos un rato conversando y comprando hasta que llegamos a la caja para pagar las compras. Salimos del mercado y cada quien iba a ir a su auto.

-Bueno, fue un gusto conocerte.

-Si yo también, nos vemos luego- Estaba por subir a mi auto hasta que, Gabriel me detuvo.

-Es por si alguien día necesites hablar con alguien- Me entregó un papel.

-Esto es...¿Un papel?- Miré confundido.

-Si, bueno tiene mi numero.

Después de eso me dirigía a mi casa. Había mucho tráfico por que siempre al medio día era así. Por un momento se me paso por la cabeza a, Anthony. Que estaría haciendo no lo vi en toda la mañana.

-Si quisiera visitarlo no podría por que esta muerto.

Llegue a mi casa, saque las llaves para abrir y entrar. Encendí la luz del comedor y fui al baño a lavarme las manos cuando salí fui directo al comedor de paso encendí la luz de mi habitación. Pude ver a Anthony con un libro, sentado en la silla de mi habitación.

-No puede ser casi me das un infarto, que haces ahí sentado?- Pregunté entrando.

-Estába esperándote, te busqué hace un rato y no estabas, entonces decidí esperarte aquí sentado.

-Bueno, no sabía si vendrías, tampoco tienes teléfono, estas muerto.

-Eso me ofende un poco, pero te doy la palabra.

Fui a la cocina a preparar el almuerzo, para mí. En eso Anthony se sentó en la mesa con los pies encima de ella.

-No se como vivías antes pero, podrías por favor, bajar los pies de la mesa?.

-Eres un aburrido- Bajó los pies de mala gana.

-Y para que exactamente, viniste a verme?

-Tengo una cosa más, que encontré en la iglesia.
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