El Tritón

Capítulo 6 Sanctum interior

Los ojos de Zhan se abrieron ante las palabras de Johnson. El ex militar lo miraba con seriedad, casi con tristeza, como si lo que decía le doliera a Zhan más que a nadie. Pero ¿Por qué debería? Este fue un antiguo asentamiento. Estuvo aquí mucho antes que los Xiao. Eso dejó afuera todo el grupo de personas con las que Zhan estaba relacionado y que podrían estar involucradas.

¿Los Tritones fueron a la guerra con este asentamiento, Yibo?, Zhan preguntó.

Yo...no estoy seguro. Les he dicho a los Ancianos sobre este templo, dijo Yibo. Su reacción a mis noticias me dice que saben lo que sucedió aquí, pero no hablarán de eso.

¿Eso significa que sucedió algo malo? Algo que los Tritones quieren mantener ocultos incluso de los de su propia especie. Zhan preguntó. Yibo era el príncipe de todos los Tritones. Si él no sabía lo que sucedió aquí, entonces a Zhan le preocupaba que debía haber sido algo horrible.

Hay ciertas cosas de las que está prohibido hablar. Este debe ser una de ellas. Yibo sonaba mal, lo que aumentó la inquietud de Zhan. He enviado un mensaje a mis padres, pidiéndoles cualquier cosa que puedan saber y que me aconsejen. Pero incluso con estos temores vagos e inciertos sobre el asentamiento, estoy aún más preocupado de que estés allí. Zhan, otra vez, quédate el menor tiempo necesario y sal de allí.

Lo intentaré. Zhan se encontró con la mirada gris de Johnson y rápidamente apartó la vista de él hacia el mar. Simplemente no estoy seguro de cómo hacer eso.

Desde lo alto de la escalera pudo ver el frío azul del océano y la blanca espuma de las olas. Él realmente ansiaba el mar. Él se volvió hacia el grupo. Jingyu le hacía muchas preguntas a Johnson y Ashia sobre la guerra y quién había matado a quién y cómo sabían. Zhan había perdido por completo la pista de la conversación mientras hablaba con Yibo. Los ojos de Johnson estaban fijos en él. El ex militar definitivamente había notado su distracción. Zhan lo miró desafiante.

Él no sabe que estoy hablando con Yibo. Tal vez estoy espaciando. Quizás no estoy realmente interesado en el templo. Él no puede saber lo que estoy sintiendo y haciendo realmente, pensó Zhan, pero parte de él sentía que Johnson de alguna manera lo sabía. Si cerrar el vínculo con Yibo no los lastimaba a los dos, lo habría hecho de nuevo allí mismo. Sintió que Johnson podía verlo a través de él y lo odiaba. Tengo que mantener a Yibo a salvo. Tengo que mantener a todos los Tritones a salvo de él.

— Cuando llegó la destrucción aquí, vino del mar, — dijo Johnson, interrumpiendo la avalancha de preguntas de Jingyu. Señaló hacia las profundidades azules. - La gente aquí no tenía defensa contra tal ataque.

— ¿Cómo sabes esto? ¿Cómo sabes algo de esto? — El tono de Zhan estaba enojado y no trató de ocultarlo. Estaba harto y cansado de los secretos y medias revelaciones de Johnson. Probablemente podría haber dicho lo mismo acerca de las evasiones de Yibo, pero sabía que el Tritón solo intentaba protegerlo. Los motivos de Johnson eran mucho más oscuros.

— Dentro, hay una inscripción. — Johnson tocó las puertas del templo. Las puertas medían más de seis metros de alto y estaban hechas de la misma piedra azul que se arremolinaba con la misma luz hipnótica y aterradora que el resto del templo. - Esta inscripción es una advertencia, en realidad. Y la persona que lo escribió todavía está allí.

— ¿Qué quieres decir con que todavía está allí? — preguntó Zhan con fuerza. Por un momento tuvo la alocada idea de que un antiguo guerrero se encontraba dentro del templo, con una armadura podrida y un tocado raído, esperando a revelar la verdad de los Tritones a cualquiera que entrara. Eso fue ridículo, por supuesto. Solo los Tritones vivieron para siempre. Los humanos no.