Strangers +18 - Pedri González

Nuevo trabajo

NARRA MADDY

Me desperté sola.

El cuerpo que había estado pegado a mi toda la noche no estaba.

No sabía porque no me sorprendía.

Al parecer, yo nunca era suficiente.

Los recuerdos de anoche me golpearon por todos lados.

Sintiendo aun el roce de sus manos sobre mi cuerpo, como encajábamos.

Joder.

Le supliqué y lo haría una y mil veces más para volver a pasar una noche como la de ayer.

Pero había un contrato por en medio, su carrera en juego y yo estaba destrozada.

Mi vida se había convertido en un desastre aun más grande de lo que era y no tenía ni idea de como arreglarlo.

Necesitaba salir de aquí y contarle esto a alguien.

Frenkie y Mikky debían de estar trabajando, así que mientras bajaba las escaleras, me metí en el grupo con los Pablos y empecé a escribir.

Pero me paré en seco al recordar el beso.

No sabía si lo había hecho para ayudarme, porque realmente quería o yo que sé.

Borré el mensaje y dudé unos segundos.

No quería perder la amistad con ellos, pero necesitaba consejo de alguien.

Al final llamé a Sira, que me contestó rápidamente.

- ¿Maddy? estaba esperando tu llamada, necesito que me cuentes todo lo que pasó anoche, Julia se fue hecha una furia y Gavi no paró de reírse en toda la noche. -habló de forma animada.

- Me acabo de levantar y no hay café en casa, ¿merendamos y te cuento? -contesté rebuscando en la cocina.

- Te recojo en veinte minutos. -supe que ella estaba sonriendo antes de colgar.

Y corrí escaleras arriba para arreglarme.

Sira no tardó en tocar el timbre y fui a abrir para irme con ella.

- Quiero detalles o no entras en el coche. -me señaló con la llave.

Solté una carcajada.

- Primero necesito un café. -admití y ella rio.

Nos metimos en el coche y me contó un poco como terminó la noche, que Ferran la sacó a bailar y fue super bonito.

Adoraba la relación que tenían, la forma en que se miraban los dos, como se querían.

Anhelaba tener a alguien así a mi lado.

Llegamos al centro y nos metimos en un Starbucks para pedir un café.

Nos sentamos en una de las mesas más alejadas y empecé a contarle todo lo que había pasado.

Obviando algunos detalles más.. ¿intensos? 

La cara de Sira era un cuadro, me miraba con la boca abierta o soltaba carcajadas sin parar.

- No me lo puedo creer, ¿se resolvió la tensión? -preguntó mirándome con una ceja levantada.

-  Si te digo que no, ¿me dices que puedo hacer? -pregunté tapándome la cara con las manos.

- Volver a tirártelo, Maddy, él no quiere a Julia, es un contrato, todos vimos como te miraba anoche. -bebió un sorbo de su café sin dejar de mirarme.

- ¿Solo tirármelo y ya? le odio, ¿sabes? odio que se pase el día picándome o molestándome y que luego sea el único que se levante para ayudarme o que me haga suplicarle. -me recosté en el asiento.