#4 Din Djarin

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...

Din se adentró a la cueva con su blaster en alto, según los locales, ahí era donde habitaba su objetivo, y estaba siendo precavido. Grogu le seguía a la distancia en su cuna flotante.

Caminaba con precaución y al ver un casco sobre un tronco, cercano al fuego, supo que no se habían equivocado. 

-¡Espera, soy yo!-exclamó con las manos en alto cuando la persona frente a él alzó su arma con toda la intención de dispararle al intruso. 

-Din-dijo la mujer con sorpresa en cuanto reconoció al hombre de distintiva armadura, similar a la de ella y una ligera sonrisa se formó en su rostro, finalmente bajó su arma, y la guardó en su funda, al igual que él-¿A qué debo el honor? Han pasado años. 

-Siento no buscarte antes, los últimos años han sido... complicados- respondió y la mujer rodó los ojos ante su excusa, pero alcanzó a ver a la pequeña creatura verde detrás de Din. 

-¿Qué tenemos aquí?-cuestionó acercándose al pequeño. 

-Él es Grogu, es mi expósito-respondió y se hizo a un lado para que pudiera verlo mejor, Nyvia abrió los ojos. 

-¿Tienes un expósito?-preguntó con asombro y se puso a la altura de Grogu, quien miraba con una mezcla de desconfianza y curiosidad a la mujer.

-Está bien, niño, es de confiar-le dijo Din y el pequeño se acercó a Nyvia, la mujer le extendió su mano, y Grogu le apretó el dedo a Nyvia en un gesto de saludo, a lo que ella sonrió enternecida.

-Me agrada-declaró la mujer, poniéndose de pie y sacando de su bolsillo un bocadillo para regalárselo al niño, quien exclamó con alegría antes de devorarlo con devoción. 

-Muchas cosas debieron pasar para que tomaras un expósito bajo tu cuidado, nunca pensé que fueras ese tipo de Mandaloriano-mencionó la mujer viendo con ternura a Grogu. 

-Este es el Camino-respondió Din, a lo que ella rodó los ojos y se dio la vuelta. 

-Voy a preguntar de nuevo, ¿Qué haces aquí, Din Djarin?-la mujer se cruzó de brazos y lo miró esta vez con dureza mientras se recargaba en una mesa cercana.

-Voy a Mandalore.

-¿Quieres morir?-cuestionó incrédula-Porque de otra manera no me explico porque querrías...

-Tengo información de que el planeta realmente no está envenenado. 

-Entonces eres un tonto, Din Djarin-Nyvia negó con la cabeza divertida.

-Voy a las minas de Mandalore-continuó con su explicación-A las aguas vivientes.

-¿Por qué?

-Para ser perdonado por mis trasgresiones-dijo agachando ligeramente la cabeza, Nyvia lo miró con curiosidad.

-¿Qué tiene que ver todo esto conmigo?-preguntó alzando una ceja. 

-Puedes venir conmigo, también puedes ser perdonada por tus pecados. 

La mujer soltó una carcajada cargada con ironía. 

-No tengo interés en ser perdonada por mis pecados, Din Djarin-respondió encogiéndose de hombros y mirando su casco mandaloriano que descansaba en el tronco cercano al fuego-Mi propia madre me desterró porque no tenía la intención de seguir el Camino al pie de la letra, soy una vergüenza para ella. 

-Pero si te bañas en las aguas, puedes regresar con ella, con todos-intentó persuadirla mientras caminaba hacia ella. 

-No tengo deseos de regresar-lo interrumpió-Recuerdas por qué quise irme en primer lugar, ¿cierto? Por querer mostrar mi rostro, por querer cosas que no podía tener....

Lo miró con detenimiento, comenzando a inquietarlo. 

-¿Mostraste tu rostro?-le cuestionó con una ceja alzada, Din asintió débilmente-Debió ser algo muy importante para que mostraras tu rostro...o al menos para que lo admitieras a los demás. Entonces eres un Apóstata, igual que yo. 

Din no dijo nada, lo que le dio el coraje a ella de caminar hacia él. 

-Entonces significa que puedo hacer esto-al estar frente a él, puso ambas manos en su casco y sus dedos se dirigieron al botón para removerlo pero Din la detuvo colocando sus manos sobre las de ella-¿Qué más da, Din? ¿Realmente importa?

A pesar de su casco, la mirada de Nyvia iba directamente hacia los ojos de Din, perforando su alma, por lo que cedió y soltó sus manos, la mujer procedió a quitarle su casco, y ahí estaba aquel rostro del cual Nyvia se había enamorado años atrás, sin siquiera haberlo visto. El deseo por querer tocar y besar su rostro era lo que la había terminado por alejar del Camino y ahí estaba, con el objeto de su mayor tentación entre manos. Por su parte, Djarin nunca había tenido la oportunidad de apreciar la belleza de Nyvia a tan corta distancia, una cosa era usando el casco pero sin él, la vista era completamente distinta. 

-Puedes decirme que pare...si quieres-le dijo Nyvia en un susurro, comenzando a cerrar la distancia entre ellos, los nervios estaban invadiendo por completo a Din, pero no quería que se detuviera, por el contrario, cerró los ojos, preparándose para la sensación de los labios de Nyvia sobre los suyos, y el sentimiento que le provocó, no se comparó con nada, le provocó que un escalofrío le recorriera todo el cuerpo y el deseo de que aquello durara de por vida le motivó a llevar ambas manos a la cintura de la mujer para acercarla aún más a él y profundizar aquel beso. 

Cuando sus labios finalmente se separaron, ambos aún con respiraciones aceleradas, unieron sus frentes. 

Nyvia soltó un suspiro. 

-Iré contigo a Mandalore-declaró la mujer con pesar y mirándolo a los ojos-Pero no me bañaré en las aguas vivientes, no caminaré el Camino, Din, pero te ayudaré en tu misión. 

...

Gracias por leer, perdón por las faltas de ortografía <3 

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⏰ Última actualización: Apr 21, 2023 ⏰

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